MIDOTAKAFEM - Dulce Sueño

El caso MuraAka (2° Parte)

—Muy buenas tardes a todos. Aquí estamos en la famosa tienda de repostería "Sweets and Scissors" donde hace unos momentos el nuevo pastelillo del renombrado pâtissier Murasakibara Atsushi se ha agotado y no habrá más hasta dentro de unas horas. Incluso me han comentado que el pastelillo, distribuido en otras de las tiendas de esta familia de reposteros, también se ha terminado. Este espectacular postre...

Todos estos comentarios salían de un programa de televisión que escuchaba atenta y seriamente Sei mientras terminaba de prepara una gran porción de comida y quién, después de dar un largo suspiro, resignada, comenzó a guardar parte de la comida en la nevera y otra parte en una gran caja de obento, para enseguida sentarse a comer sola y a seguir observando el programa donde habían comenzado a entrevistar a su esposo Atsushi.

—Está más que molesto... —Se dijo sonriente Sei al ver que el peli morado contestaba con calma y sonriente a todas las preguntas que le hacía la reportera —Aunque... lo disimula bastante bien, me pregunto, ¿cuándo fue que su papá maduro tanto? —Preguntó aun sonriendo mientras frotaba su vientre, el cual ya lucía bastante abultado debido al embarazo.

Por su parte, Murasakibara, efectivamente, estaba muy enojado y hambriento, después de todo, debido a su gran éxito con su nuevo postre, no había podido ir a casa a comer con su linda esposa como era su costumbre y, aun que le ofrecían comida del lugar, esté estaba demasiado concentrado en terminar lo más pronto posible la nueva tanda de postres para poder ir a casa.

—Disculpe chef repostero... —Le llamo uno de sus empleados al peli morado.

—Ahora no, estoy por terminar esto y aun me queda otro tiraje. —Le dijo Atsushi sin siquiera voltearlo a ver al estar completamente concentrado en adornar varios de los pastelillos.

—Pero...

—Mo~ ya te dije que... —Le iba a reclamar el joven bastante irritado al ver que una de las decoraciones no había salido bien, sin embargo al voltear y percatarse de la presencia de su esposa, de inmediato su mirada cambio a una completamente amorosa y, dejando de lado completamente lo que hacía fue hacía ella.

—¡Sei-chin y mis bebes! —Exclamo al irla a abrazar amorosamente.

—Atsushi, espera, me vas a embarrar de dulce... —Le dijo Sei al ver la vestimenta de su esposo embarrada de merengue, sin embargo al final dejo que la abrazara y ensuciara. —Vamos, termina lo que estás haciendo y descansa un momento para comer, te he traído un obento para que recuperes fuerzas.

—Sí~ como Sei-chin diga. —Exclamo el peli morado resplandeciente de felicidad, yendo de inmediato a terminar sus postres, pero esta vez con más animo.

Cosa que para sus colaboradores fue bastante raro ver al chef repostero comportarse así, después de todo, ellos solo conocían al Atsushi trabajador y serio en cuanto se refería a postres y dulces, y aunque conocían su glotonería, solo sus amigos conocían al verdadero y caprichoso Atsushi, sobre todo cierta pelirroja a quien más de una vez, ese carácter infantil la había sacado de quicio...

... Varios años antes...

—Seijuro. —Le hablo firmemente el padre a la chica como era su costumbre. —Pronto comenzaras un nuevo periodo en la escuela y, aunque sé que te he educado de la mejor forma, no está de más recordarte que...

—Seré una buena chica padre. No tiene de que preocuparse. —Expuso de inmediato la pelirroja quien tomaba elegantemente un té, con toda delicadeza y refinamiento que una muchacha de buena familia tiene.