El caso de Aomine Daiki (Última Parte)

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— ¡D-dio positivo y ahora que hago! ¡Qué le voy a decir a A-Aomine-san!... —Dijo Sakurai alarmada saliendo del baño con una prueba de embarazo en sus manos, quedándose completamente callada al ver frente a ella a su novio...

— E-este... Bueno yo ya me iba, ya que creo que aquí salgo sobrando —Dijo de inmediato la editora de Sakurai, quien se paró tomando rápidamente sus cosas para poder irse, no sin antes acercarse a la castaña para, después de darle una pequeña palmada decirle: —Buena suerte, después hablamos con más calma.

Así, después de hacerle una reverenda y una sonrisa nerviosa al moreno, la mujer se fue del lugar dejando sola a la pareja.

— ¡Lo siento! ¡Lo siento mucho! ¡Perdóneme! ¡En verdad lo siento! ¡Siento ser tan estúpida! ¡Debí de haberme cuidado más! ¡Yo... fue todo mi culpa, lo siento, lo siento, lo sien...!

La castaña ya no pudo seguir disculpándose, ya que el moreno fue de inmediato donde ella para abrazarla fuertemente y, enseguida, llenarla de besos mientras le decía:

—Pero qué es lo que dices Ryo, ¿a caso ya no lo recuerdas? ¿No recuerdas que fue lo que te dije cuando llegue?

— ¿Eh, cuando llegó? —Trato de hacer memoria Sakurai, mientras se dejaba ser llenada de besos y caricias.

—Te lo dije, dije que ya solo ibas a poder cargar un bebé que fuese nuestro. Aunque me pregunto si no fui un poco imprudente, lo siento fui una vez más egoísta, creo que no pensé en ese momento en tu trabajo...

—No, no importa... —Exclamó Sakurai completamente feliz después de todo, de sentirse bastante preocupada, ahora se sentía completamente embriagada de felicidad. —Pero... —Dijo pensativa la chica mientras seguía en los brazos de su novio: —...A-Aomine-san... pero, si fue desde entonces... si desde entonces quede embarazada... uno... dos... Tres... ¿Tres? ¿Tendría tres meses ya? ¿Eh?...

—Tendremos que ir con un doctor para saber eso, ya que te recuerdo que si no fue en ese momento fue en las otras tantas ocasiones que lo hicimos... —Le dijo el moreno relamiéndose los labios mientras quitaba su corbata y guiaba a su novia a la alcoba.

— ¿A-Aomine-san? —Dijo la castaña al ver las intensiones del moreno.

— ¿Qué? ¿Tenemos que celebrar o no? Después de todo mi preciosa Ryo va a darme un hijo...

Habían pasado varias horas y después de dar varios giros por la cama por fin Sakurai despertó de su letargo...

—Buenos días dormilona, ¿o debería de decir noches? —Le dijo un moreno recostado aun desnudo junto a ella.

— ¡¿Noches?! —Expreso alarmada la castaña mientras le venía a la mente todo lo que tenía que hacer —Ya preparo la cena, lo siento, yo... ah, el borrador y no he llamado a...

—Tú, solo deberías de preocuparte ahora por lo qué está aquí y nada más —Le dijo Aomine mientras paseaba su mano por el vientre de esta. —Además, no puedes ser así de descuidada y no darme las gracias por el regalo que te di, aunque yo soy ahora el más agradecido ya que tu regalo no se compara al mío —Dijo por ultimo sonriendo para enseguida bajar a besar ahora el vientre de la chica.

— ¿Regalo? —Se preguntó la castaña al no comprender a lo que su novio se refería, sin embargo al querer acariciar el cabello del contrario, encontró en su mano, puesto ya en su dedo un lindo anillo con un diamante blanco —E-Esto, este anillo... A-Aomine-san...

—Si lo aceptas ya no podrás nombrarme de esa forma Ryo. —Le dijo sonriente el moreno subiendo hasta ella para besarla — ¿Aceptas verdad?

— ¡Sí! ¡Si lo acepto! Ao... Daiki-san. —Expreso Sakurai con una gran sonrisa entre lágrimas.

MIDOTAKAFEM - Dulce SueñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora