El caso de Kise Ryouta (8va Parte)

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Su novio era muy raro, demasiado raro y es que, a pesar de que Kise sabía que Kasamatsu la veía con algo de lujuria, como cualquier chico ve a su novia cuando ellos creen que ellas no los ven. A pesar, de saber que a su novio le atraía su hermoso cuerpo, cosa que para nada le molestaba, él insistía en querer negarlo y hacer como si no le importase el escote que llevaba para su cita y, eso era lo divertido, ya que ver a su novio sonrojarse y ponerse nervioso cuando ella se acercaba a él para mostrar un poco más su escote, no tenia comparación.

Kise disfrutaba cada expresión y reacción que su novio tenía debido a ella y es que con eso también comprobaba que él solo tenía ojos para ella, él solo la notaba a ella y a ninguna otra chica más. Sin embargo, desde cierto incidente en su cita, Kasamatsu, al ver y sentir muy de cerca el pecho de su novia, después de un vergonzoso grito de parte de este y de que se disculpara mil veces por ello, su novio no se había vuelto a acercarse demasiado a ella, al contrario, siempre guardaba cierta distancia.

La chica comenzaba a aprender un poco de ese nerviosismo y exagerada educación que tenía su novio hacia todas las mujeres, por lo que esa distancia no le molesto en un principio, después de todo sabía que al poco tiempo se le pasaría, hasta que cierto incidente pasó.

-¡Ya te lo explique! Además, pensé que ya había quedado claro que solo fue un mal entendido lo sucedió con tu amiga Takao –Le decía Kasamatsu al ir saliendo los dos de cierta cafetería donde, momentos antes, se habían encontrado con la mencionada, Midorima y Akashi.

-Sí y eso ya lo sé suu~ pero... Pero aun así estoy muy celosa de que ella se haya podido poner tu chamarra antes que yo, yo ni siquiera he podido tener algo de sempai –Le decía tristemente la chica quien guardaba una pequeña pero dolorosa distancia entre ellos dos.

-Kise, eso es infantil, por favor deja de... -Kasamatsu la trataba de regañar como siempre por los caprichos que la chica generalmente tenia, sin embargo, al voltearla a verla y en verdad verla esta vez decaída, solo a tino a quitarse de nuevo la chamarra para colocársela –Puedes quedártela durante este fin de semana, así que espero me la entregues el lunes.

-¡Sí! –Contesto más animada la chica, quien de inmediato se puso la chamarra de su novio y aprovechando, se acerco de nuevo más a él, sonriendo de inmediato al verlo sonrojarse. –Sempai, puedo pedirte un favor.

-¿Favor?

-Sí, bueno, lo que sucede es que dentro de quince días tendré una sesión de fotografía y como va a ser cerca de un templo pues, pensé que sería buena idea que me acompañaras para ir de ahí a dar un paseo ¿Te parece? ¿Te agradaría sempai?

-¿Dentro de quince días?... –Se quedo pensativo el chico por un rato, pero después de meditarlo un poco acepto: -Esta bien, no le veo problema.

-¡Genial! –Exclamó esta vez Kise completamente alegre y sonriente como de costumbre, cosa que, de igual forma, hizo sonreír a Kasamatsu quien se alivió de ver a la chica volver a estar alegre.

No obstante, esa alegría le duro muy poco a Kasamatsu, ya que la primera semana al equipo no le fue nada bien en el torneo, su último torneo, por lo que este no estaba nada alegre esos días, así que para el próximo fin de semana optó por descansar del estudio para su examen a la universidad y distraerse acompañando a su novia tal y como lo había prometido, cosa de lo que muy pronto se arrepintió, después de todo la sesión de fotos era bastante aburrida y para acabarla tenía que estar peleándose consigo mismo para no ir a patear a uno que otro estúpido espectador que se le quedaba mirando a su novia.

Además, entre descansos, tenía que estar vigilando y cuidando a su novia para que esta no se metiese en problemas, sobre todo al encontrarse de nuevo con su amiga Takao y estar molestando entre las dos a cierto peli verde que, si no fuese porque tenía como novia a la azabache, sospecharía que él estuviese tras Kise.

Así, la mañana y parte de la tarde paso rápidamente apara la pareja, y por fin la sesión de fotos terminó, pudiendo así, por fin, pasear entre los locales del lugar sin ningún apuro. Sin embargo, el día para Kasamatsu estaba lejos de terminar.

-¡Espera! Que ese no es acaso Kasamatsu, tu antiguo compañero Rina... - Se escucharon unas voces cerca de los dos chicos...

Al escuchar esto, el azabache se puso más que frío y deseaba por dentro que esas voces no fuesen de quien él pensaban que eran, sin embargo al voltear a ver a las susodichas:

-¡Waaa! Si es tu acosador Rina- Expresó una de las chicas, quien iba acompañada de otras dos.

-Qué horror mejor vámonos, no vaya a ser que quiera hacer algo pervertido de nuevo... -Expresó otra a pesar de que las tres se habían dado cuenta que este y su acompañante, las habían escuchado.

-¿Sempai? ¿Quiénes son ellas? –Pregunto entonces Kise al ver que Kasamatsu trató de ignorarlas y darse la vuelta.

-¡Oye tú! –Le hablo Rina a Kise al ver que esta iba con el azabache –No sé qué relación tengas con él, pero mejor ten cuidado, es un pervertido.

-¡Yo no soy ningún pervertido! –Grito por fin Kasamatsu enfadado.

-waaa y además grosero, ¿has visto como es que nos ha gritado? –Le dijo otra de las chicas que, al igual que Rina, se había acercado a Kise.

-Pero mujer, en verdad ten cuidado con él, ya que aquí, a nuestra amiga Rina, le puso una trampa para poder tocar su pecho, ¿verdad?

-S-si, es muy vergonzoso aceptarlo pero...

-¡Eso no...! –Trató de de explicarse Kasamatsu, sin embargo, Kise se le adelanto para gritarles:

-¡Eso no es verdad! No sé qué clase de problemas hayan tenido contra mi sempai, pero viéndolas no me cabe duda que son unas embusteras, además, por qué sempai se fijaría en algo tan poca cosa como ustedes –Les decía la rubia viéndolas de arriba abajo, sobre todo a Rina, quien al ver su pecho, mofándose y viéndola aun con más desprecio, le dijo: -Además, ¿qué toco tu pecho?, por favor, ¿cuál pecho? si estas más plana que una tabla.

-¿¡Cómo te atreves?! Todavía que queremos darte un consejo...

-¿Consejo?, ¡ja! por favor, que consejo podría tomar yo de ustedes. ¡Vámonos, sempai! Ya que aquí solo está lleno de basura. –Le dijo por ultimo Kise jalando a su sempai lejos del lugar, dejando a las otras con la palabra en la boca.

Así, la pareja camino hasta una pequeña cafetería, donde Kise tomaba molesta una copa de helado, tratando de calmarse.

-Kise, yo... con respecto a lo que dijeron esas chicas... -Decía el azabache, quien aun se encontraba preocupado y, a la vez, aun un tanto asombrado del cambio de humor de su novia.

-No te preocupes sempai –Le dijo entonces Kise sonriéndole -Te conozco muy bien, y sé que seguramente solo fue un accidente lo que sucedió con esa tipa.

-En realidad nunca le hice nada, ni fue un accidente.

-¿Cómo dices?

-Ella difundió ese rumor debido a que yo la rechace. –Explico Kasamatsu frunciendo el seño al recordar tan mala experiencia –Desde entonces, no podía cercarme a ninguna compañera sin que ellas no difundiesen que yo las quería atacar, o peor aún, ellas provocaban que yo chocase contra de alguna compañeras diciendo después que lo hacía a propósito para tocarlas como había hecho con Rina.

-¡Qué malditas! ¡Ah! De haber sabido las hubiese puesto aun más en su lugar, pero si me las vuelvo a topar... -decía Kise más que enfadada y molesta.

-No pasa nada, mientras tú me creas, Kise. Gracias por dejarme explicar. –Le dijo suspirando y sonriendo sempai al darse cuenta de lo afortunado que era el tener una novia como ella.

-No es nada sempai, además –Refirió de nueva cuenta Kise sonrojada –No te preocupes, por mi puedes tocar mi pecho sin problema, juro que no me quejaré ni se lo diré a nadie.

-Kise... ¡deja de decir tonterías! ¡Yo jamás haría algo así!... –La regaño su sempai jalando las mejillas de la rubia.

-Peyo shempaiiii (pero sempai)....

MIDOTAKAFEM - Dulce SueñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora