MIDOTAKAFEM - Dulce Sueño

EXTRAS 3 Y 4

Extra 3: Y & R

Seis años de ser el novio de una chica hermosa, famosa en la industria de la moda pero algo infantil y caprichosa, nunca fue nada sencillo para Kasamatsu, quien a diferencia de ella era bastante educado y serio en la gran mayoría de los aspectos. Sin embargo, aunque pareciera que no tuviesen mucho en común a excepción del básquet él la amaba. Amaba su sonrisa, su entusiasmo, el esfuerzo que ponía ya sea en la escuela o en su trabajo, pero sobre todo amaba esa frescura que Kise le daba cada día a su vida.

—Ryouta ¿Aceptas ser mi esposa?

Esa fue la pregunta que Yukio hizo frente a los padres de ambos aprovechando que todos se habían reunido para el cumpleaños de su novia.

—... Yukio, p-podrías pellizcar mi mejilla como siempre haces —Le suplico la rubia a pesar de que su novio se encontraba arrodillado frente a ella con un anillo en su mano.

El azabache entonces, después de un suspiro, se levanto para pellizcar la mejilla de su novia como esta se lo había pedido, mientras le decía:

—Se supone que deberías solo responder sí...

— ¿Sí? —Pregunto la chica comenzando a llorar

—Sí... a menos de que tu no...

— ¡Sí! ¡Sí quiero! ¡Sí quiero casarme contigo! —Lo interrumpió Kise abrazando fuertemente a su novio, provocando que de paso este tirara el anillo y después tuviesen que buscarlo por cada parte de la sala.

Desde ese día, todos los preparativos comenzaron a realizarse. Sin embargo, la mayor sorpresa fue cuando Kise anunció su boda y su retiro del modelaje, donde, la compañía para que trabajaba, decidió despedirse de unas de sus mejores modelos pidiéndole la exclusividad del evento, dándole así a la pareja varios vestidos de novia y trajes de novio de renombrados diseñadores, así como el exclusivo y elegante lugar de ceremonia y salón de fiesta, quedando en claro con esto que la boda seria de tipo occidental.

Así, prontamente todo quedo preparado, las invitaciones, el pastel, la decoración, la vajilla, los horarios, la comida, invitados, la música, las damas de honor las cuales eran: Tetsuya, Kazunari y muy a su pesar Sei.

Los días para la fecha tan especial para ambos chicos paso volando y el día tan esperado llegó más pronto de lo que esperaban.

—Ryoutan cariño vamos o se nos va a ser tarde, no quieres dejar esperar a tu novio en el altar ¿o sí?

—Ni lo digas mamá, ya que si lo hago, antes de que nos casemos, me pediría el divorcio —Chilló Kise saliendo rápidamente junto a su familia de la casa, dejando a tras, sin darse cuenta, su ramo.

Así al llegar al lugar de la ceremonia Kise estaba molesta y preocupada al darse cuenta que su lindo ramo no estaba, sin embargo, su padre le consiguió uno de improviso en una de las florerías cercanas al lugar.

—Toma princesa, el de la florería hizo un muy buen trabajo ¿no lo crees?

—Papá... ¡Muchas gracias! —Le dijo Ryouta abrazando a su padre mientras se aguantaba las ganas de llorar.

—Eres tan hermosa mi niña —Le dijo entonces su padre —Juro que si fuese otro que no sea Yukio no te dejaría casar.

—Gracias por aceptarlo...

Kise entro entonces sonriendo del brazo de su padre hasta llegar junto a Yukio quien lucía completamente sonriente y con los ojos algo llorosos, después de todo no todos los días se podía casar uno con un hermoso ángel como el que ahora tenía enfrente, uno muy desastroso pero un ángel al final de cuentas.