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Toda aquella conmoción se detuvo pronto y los sonidos regulares en el barco regresaron, susurros del mar agitado trajeron calma y golpe de realidad. Desde cubierta podían ver como los restos de la fragata Amelié se hundían para siempre en la inmensidad del océano de aguas oscuras, restos flotaban a la deriva e incontables sensaciones recorrían a los piratas a bordo del barque Vanya.

Una lucha improvisada, repentina, sangrienta les dejó una baja entre sus hombres y daños menores, pero daños a fin y al cabo en el navío. Adrenalina, humillación, sorpresa pero también orgullo a causa de la aplastante victoria engullía cualquier acción o palabra proveniente de ellos. Aguardaron.

En su recorrido luego de abandonar las playas pertenecientes a Azule, sin intenciones de involucrarse en una batalla, quedaron frente a frente con el barco del Capitán Caleb. Un viejo rival, un viejo enemigo, una molestia en Azarath intentando ganar poder y notoriedad en la zona. Otabek no lo soportaba y pese a que la bandera blanca de rendición fue agitada múltiples veces desde las velas y a lo largo de su extensión por los desesperados marinos, nada detuvo las órdenes de atacar para quitarlos del camino.

Caleb estaba muy enfermo y su tripulación luchaba contra el tiempo para llevarlo a la ciudad de Abilio localizada a pocas horas de distancia, buscaban un médico o a cualquiera capaz de salvarle la vida para variar en el único puerto seguro de los alrededores. Mismo destino del Vanya pero Otabek ideó un destino completamente diferente.

Ordenó acercarse y abordar ignorando la bandera blanca, que bajo las leyes no firmadas del mar significaba una tregua momentánea. Sin embargo, los piratas tan experimentados como cualquiera navegando durante años pusieron resistencia y soportaron bien los siguientes minutos siendo capaces de matar a uno y herir a un par más.

Pero los múltiples cañones hambrientos concluyeron el trabajo destruyendo remos, timón y todo lo que pudo alcanzar su furia ardiente. De una veintena solo cinco quedaron vivos y fueron arrastrados hasta la cubierta sucia del Vanya que exigía venganza.

Caleb vivía pero Otabek notó pronto que su enfermedad era real y le acababa el cuerpo y el espíritu conforme pasaban los segundos. Eso no lo removió y majestuoso en su porte, seguro en su andar, exigiendo tomar vidas, caminó hasta los ahora prisioneros atados a los palos con gruesas cuerdas que lastimaban sus muñecas. Todos ellos guardaban dolorosas heridas y ropas destrozadas. El viento sopló de repente, el agua chocaba contra el gigantesco cuerpo del barco imponente ansioso por ir más rápido. El cielo se despejó.

Lo miraron atentamente, furiosos y resignados en igual magnitud. Esos ojos negros impasibles hicieron una inspección rápida como analizando si entre los tres muchachos jóvenes y dos viejos quedaba algo que valiera la pena conservar.

En el pecho se dejaba entrever una herida sangrante a través del desgarro de su elegante camisa blanca, clara muestra de la batalla. Limpiaba sus manos con un aceite desconocido e iba de aquí allá caminando en círculos. Nadie se atrevía a hablar.

Guardó el frasquito transparente en el bolsillo de su saco, del cual extrajo luego los guantes de terciopelo negro colocándolos meticulosamente. Dio un suspiro.

—No necesito explicar el destino que les aguarda.

Él levantó la cabeza. Caleb Stanca era el Capitán del Amelié y un prolífico pirata proveniente del continente Terenglorios. Audaz y desinhibido conquistó los mares abriendo la marcha de muchos detrás cuando las rutas comerciales de y hacía las nuevas tierras descubiertas se multiplicaron. Los dos más cercanos; Reda Altin y Phill Jerome.

La fragata veloz fue bautizada como la madre de Phill a quién el capitán Caleb nunca le ocultó su amor.

Y sin mayores problemas cada uno se apropió de un territorio en su continente, de un mar, de hombres, de todo con tal de obtener riqueza y poder. No pensaban en otra cosa. Esa ambición trajo una nueva era dorada de piratería y comercio ilegal que casi sobrepasa a los gobiernos ingenuos.

Bon voyage!  «Otayuri | Yuri On Ice AU Piratas»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora