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Scott y yo pasamos la tarde jugando videojuegos y cuando compruebo la hora ya se ha hecho tarde, Malia y Lydia no han bajado y estoy bien con eso, no tengo ganas de verle la cara a la bruja esa.

—Hace hambre —dice Scott leyendo mi pensamiento.

—Pedimos pizza? —sonríe y me rio.

Tomo el teléfono y marco el número, le doy mi pedido y la dirección al chico y me dice que en 30 minutos llega mi pedido, eso espero que de verdad tengo hambre. Una partida más y la pizza por fin llega, camino hacia la cocina para dejarla ahí y Scott viene detrás de mí pero entonces se detiene y lo veo interrogante.

—Le diré a Malia y Lydia que la pizza está aquí, puede que tengan hambre —subo y bajo los hombros y sigo mi camino hasta la cocina.

La dejo sobre la isla y estoy a punto de abrirla pero decido esperarlos. Un segundo después se escuchan las voces entrando a la cocina, no veo a ninguno y me apresuro a tomar una rebanada de pizza.

—Pediste hawaiana? —pregunta Malia y la veo mal.

—Claro que no

—Pero por qué no? a mí me gusta

—Es un asco ponerle piña a la pizza —dice Lydia sorprendiéndome y ella se encoje de hombros.

Malia suelta un suspiro y toma una pizza y se sienta a lado de Scott, frente a mí. Lydia sigue de pie sin moverse y le doy una mirada y ella la esquiva.

—Puedes tomar una rebanada Lydia —le dice Scott y ella asiente.

Se sienta a mi lado y no puedo evitar sentirme incomodo, nadie dice nada y eso lo hace aún más incómodo. Su móvil suena y ella salta, se pone de pie y se disculpa para salir de la cocina, minutos después regresa con el rostro preocupado.

—Todo bien? —pregunta Malia.

—S..si —dice tartamudeando y eso me resulta tan raro— es solo que tengo que irme ya, se ha hecho algo tarde

—Mi padre no ha llegado aún —dice y entonces me mira a mí y yo abro los ojos como platos— si quieres esperar un momento

—No, no puedo, no te preocupes puedo tomar un taxi o lo que sea que pase por aquí

—No, no claro que no, yo te prometí que yo te llevaría, Stiles...—comienza a decir.

—No —digo firme, sé que sueno como un sangrón y si tal vez lo soy pero no pienso llevarla.

—Bueno entonces préstame tu-

—Ni loco

—¡Puedes dejar de portarte como un maldito! —me grita y pongo los ojos en blanco y estoy a punto de decir algo cuando la puerta principal se escucha y ambos nos volteamos para darnos cuenta de que ha sido Lydia quien ha salido— mierda, de verdad Stiles, sé que ahora eres esta antipática persona pero podrías por lo menos intentarlo por mí, que digo ni siquiera yo te importo

Después de decir eso, sale de la cocina y la puerta principal se escucha. Scott me mira desaprobatoriamente y yo frunzo el ceño.

—De verdad- —comienza a decir algo pero mejor no lo hace, se encoge de hombros y sale de la cocina.

Suelto un suspiro frustrado y salgo yo también, creí que vería a Scott sentado en el sofá pero no está, ni sus cosas. Froto mis ojos con frustración y me debato en salir a buscarlos o quedarme aquí... mi orgullo es más fuerte pues permanezco aquí. Lo que parece una eternidad después, Malia entra y me pongo de pie pero ella me da una mirada de muerte y se va directo a su habitación, Scott no entro por lo que supongo se ha marchado también. Me siento mal por Malia, ha dicho que no me importa pero no es cierto, claro que me importa es mi hermana, quizá no lo he demostrado últimamente pero me importa, demasiado.

Love again.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora