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Tenía media hora intentando concentrarme en mis tareas mientras sentía la mirada inquisidora de Mali sobre mi, intentando no mirarla y darle más motivos para permanecer observándome sin razón aparente, ignorarla no funciomo como creí que lo haría así que me rindo, levante la vista hacia ella soltando un suspiro ruidoso haciéndole saber que ahora tenía mi atención, espere a que hablara pero simplemente continuó viéndome, puse los ojos en blancos antes de romper el silencio.

—Que? —pregunté frustrado.

—Que paso con Lydia?

Mi cuerpo se tenso y me acomode en mi asiento, me arrepiento de hablar.

—Nada —conteste mirando a mi cuaderno frente a mi.

—Se qué algo pasó, —dijo y me puse nervioso, sabía lo del beso? — ya no se hablan, se pelearon de nuevo?

Me encogí de hombros, no hablaría, me daba miedo hacerlo de más, tenía que averiguar cuando sabía malia. Ante mi silencio ella suspiro.

—Realmente creí que ya eran amigos y habían olvidado cualquiera haya sido su conflicto anterior, enserió te cae mal?

—Yo...

—Tienes que solucionarlo

—Mal...

—Tienes que dejar se ser así, nunca vas a superarlo si te sigues comportando de esta manera, creí que por fin estabas avanzando y no dejarías que la muerte de Heather....

Deje de escuchar, no podía, me puse de pie tan rápido como pude y comencé a caminar lejos de ella, pude escucharla llamando mi nombre pero la ignore y salí por la puerta, me subí a mi auto y comence a manejar sin tener idea de a donde me dirigía. Las palabras de Malia se reproducían en mi cabeza... La ira me inundó, estaba cansado de que la gente pensara que tenía que superarlo, ellos no tenían idea de lo que sentía o de nada para el caso.

Comencé a hacerme consciente de la carretera, miré a los lados para darme cuenta de dónde me encontraba, me detuve cuando mis ojos detectaron aquella cabellera ya familiar para mi, frunci el ceño cuando me di cuenta de que no se encontraba sola, un hombre alto se encontrába a su lado, me congele cuando lo vi mientras sujetaba su brazo y ella luchaba para zafarse de él, no fui consciente de lo que hacía hasta que me encontré diciendo su nombre. Ambos me miraban, Lydia abrio los ojos en sorpresa y el tipo me miraba con el ceño fruncido.

—Stiles —dijo nerviosa tomando su brazo.

—Todo bien? —pregunte sin apartar la mirada de él.

—Todo está bien —dijo el tomando a Lydia por el brazo y poniéndola tras el de manera posesiva.

Me acerque a él preparándome para golpearlo si era necesario y el pareció tener la misma idea, pero Lydia intervino y se coloco entre ambos.

—Apártate —le grito el y vi como ella se estremecía.

—Apártate tu —conteste— Lydia vamos, te llevare a tu casa

—Tu no vas a llevarla a ningún lado

El volvió a tomarla del brazo y la alejo de mi, mi sangre comenzó a hervir y ahora no tenía ganas de detenerme, iba a soltar un golpe cuando la voz de Lydia me detuvo.

—Vete Stiles —dijo con una súplica en sus ojos.

La mire confundido, quien era este tipo y porque dejaba que la tratara así? Lydia siempre se mostraba fuerte e independiente a mi lado, pero ahora solo podía ver a una niña asustada lo que me desconcertaba tanto.

—Sube al auto —le ordeno el— ahora

Lydia me miró con sus ojos cristalizados de aguantar el llanto, el la tomó del brazo y la obligó a subir al auto, el camino hasta el lado del conductor y se detuvo para verme una vez más.

—Aléjate de mi hermana —me advirtió y se marchó.

Su hermana? Entonces lo recordé, aquel día en Vittorio's Allison lo había mencionado cuando él apareció. Lydia me vio por la ventana mientras se alejaba en el auto, mi corazón se aceleró mientras trataba de entender lo que acababa de pasar.

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Esta mañana salí más temprano de lo que normalmente hacía, quería estar ahí para cuando ella llegara y aclarar lo que había pasado. No le mencioné a  Malia, ni a nadie lo que vi, no creía que ellos supieran algo, y si lo hacían no podía entender porque no hacían algo al respecto, despues de todo eran sus mejores amigas. Aún me encontrába confundido, el lucia posesivo y violento, y si el lastimaba a Lydia...Dios, no se que voy hacer, necesitaba hablar con ella.

Saque mi teléfono y busque su número de contacto pero entonces me di cuenta que en todo este tiempo nunca se lo pedí, solté un suspiro frustrado, el relog avanzaba y yo no tenía noticias de ella, vendría hoy?
Llame a Scott quien contestó al tercer tono.

—Si?

—Scott... Tienes el número de Lydia?

Hubo silencio.

—Scott?

—Perdón, no estaba seguro de escuchar bien, quieres el número de Lydia?

—Si, lo tienes o no?

—Sip

—Podrías darmelo?

—Claro

Escuche una pequeña risa y puse los ojos en blanco. Colgué la llamada y espere a que su mensaje llegara, cuando lo hizo no perdí tiempo y llame.

Tono. Tono. Tono. Tono.

—Hola?

Solté un suspiro aliviado.

—Lydia

Silencio.

—No cuelgues, donde estas?

—Yo...

—Lydia, donde estas? Por favor...

—Biblioteca

Colgué y camine de prisa, abri la puerta y la busque en el lugar, estaba sentada en una mesa apartada, me apresure a llegar a donde estaba, su cabeza se encontrába baja con la atención en un libro frente a ella, no se dio cuenta de que me encontraba frente a ella, la examine, vestía una camisa manga larga color guinda y sujetaba sus mangas con los dedos, una mano pasaba sobre su brazo de arriba a bajo.

—Te golpea? —Fue lo primero que salió de mi boca, Lydia brinco ante el sonido de mi voz y su mirada encontró la mía, me senté en la silla frente a ella y ella se encogió de hombros.— Lydia...

—No —contestó. Frunci el ceño sin creerle— No lo hace.

—No te creó

—Ese no es mi problema

—Lo vi jalando tu brazo, estoy seguro de que si yo te tratara de la manera en que lo vi hacerlo, ya me habrías arrancado la cabeza... Sin embargo, parecías asustada mientras el lo hacía y lo dejabas... Así que te pregunto de nuevo, te golpea?

—No, no lo hace, el solo...es protector y lo hice enojar ayer

Lo estaba justificando, no creí que fuera ese tipo de chica.

—Y si levantara tus mangas, no vería ningún moretón?

Lydia cerró el libro frente a ella, se puso de pie y me miró con fiereza en los ojos.

—Esto no es de tu incumbencia, no te metas en mis asuntos, mejor arregla los tuyos, que se que tienes muchos, pero a diferencia de ti, no me ves interfiriendo en ellos —se dispuso a marcharse pero entonces se detuvo— espero seas bueno cerrando la boca

Y entonces se marchó. Me quedé ahí de pie viéndola salir del lugar y con mi cabeza aún más confundida. Que mierda.


Love again.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora