DORA
La mañana siguiente llegó rapidísimo. Adrián me llevó a trabajar como siempre y cuando terminamos la jornada vino a buscarme para ir a su sesión de fotos.
Como médico se que es fabuloso, pero como modelo es... maravilloso. Conquista, enamora y seduce a la cámara. Este hombre es tan sexy... verle posar con calzoncillos y camiseta me ha puesto a mil.
Aunque la sesión de fotos me gusta, reconozco que se hace muy pesada, llevamos más de tres horas y aún no hemos terminado.
- Hola amor - Me dice Adrián tomándome desde atrás por la cintura y dándome una sorpresa- ¿Qué te parece mi otro trabajo?
- Agotador. Estar posando tantas horas, cambiando gestos y posiciones se me hace muy pesado.
- Lo es, pero me encanta lo que hago.
- Pero tengo que decirte - le susurro bajito junto a su oído - que me encanta verte tan sexy.
Su carcajada se oye por todo el estudio . Es un amor, me abraza y me da un beso en los labios.
- Te quiero - me dice antes de volver a besarme, y me derrito, me tiene totalmente conquistada. Estoy como si fuese una quinceañera. Cuando la sesión concluye se cambia y nos vamos a cenar. Nos pasamos la cena hablando del modelare. Aquí en Andalucía tiene mucha fama por ser un buen doctor, pero está haciéndose ya un hueco en el mundo de la moda.
Cuando terminamos me acompaña a casa. Eva esta de viaje con Javi, así que teníamos la casa para nosotros solos y y por eso le invité a tomar la última copa. Nos dieron las mil horas hablando y riendo en e sofá. Me siento tan feliz a su lado... y como no quería que se fuese le invité a quedarse a dormir.
- ¿Me lo estás preguntando enserio? - me dice sorprendido.
- Sí - le digo mientras nos seguimos haciendo mismitos y me besa apasionadamente. Y no sé como pero empezamos a dejarnos llevar por esa atracción tan grande que sentimos. Le llevo a mi habitación, le dejo sentado en la cama, cojo un conjunto de ropa interior de mi cómoda y paso al baño.
Una vez dentro me desnudo y me miro en el espejo, me pongo el camisón y las braguitas a juego, me suelto el pelo y lo cepillo haciéndolo brillar. Me tiemblan las manos y las piernas, espero que le guste, que no se decepcione porque no tengo el cuerpo de una modelo como las que él está acostumbrado a ver.
Empiezo a oír movimiento en la habitación, asó que me hecho un último vistazo en el espejo y salgo. Adrián está sentado en el borde de la cama, vestido solamente con unos bóxer negros que se ciñen a sus muslos como una segunda piel.
La mirada de Adrián se hace más intensa en cuanto me ve y traga saliva como si le costara asimilar lo que esta viendo. Probablemente, le ocurre como a mí, que no termina de creérselo. Avanzó muy despacio hasta que él me extiende su mano.
- Ven - me susurra.
Me recorre con la mirada mientras se me acerca, graband cada parte de mi cuerpo en sus retinas y me doy cuenta de que su respiración es acelerada, así que mi cuerpo le gusta, no tengo nada que perder.
Cuando se pone delante de mi me rodea la cintura con los brazos y entierra su cara entre mi cuello y mi hombro. Luego entre mis senos, en la parte de piel que deja al descubierto el escote del camisón. Desliza sus labios por el borde de mismo y sube hasta el cuello. Acaricia con la punta de la lengua el hueco entre la clavícula y la garganta.
Me estremezco de pies a cabeza y el se levanta, apretándome con fuerza y buscando mi boca. Y me besa. Yo también le abrazo y le aprieto contra mi, sintiendo su erección contra mi vientre. Empiezo a jadear, sintiendo que pierdo el control.
Después de un beso largo e intenso, Adrián se separa un poco y colocándome las manos sobre los hombros me baja los tirantes y el camisón cae al suelo. Con una de sus manos me baja las braguitas y levanto las piernas para librarme de ellas. Meto mis paños a los lados de su bóxer y lo bajo también.
Y nos apretamos, ya sin el estorbo de ninguna tela. Me tiende de espaldas sobre la cama y se coloca sobre mi, besándome con fuerza mientras sus manos me recorren los muslos y las caderas a la vez que yo entierro las mías en sus nalgas redondas y duras.
Y hacemos el amor, nos estremecemos juntos, nuestros corazones laten a la vez. Nos besamos hasta caer exhaustos. Durante un buen rato solo se puede oír en la habitación la respiración de ambos. No podemos movernos ni queremos hacerlo y admitir que ha terminado. Después Adrián se incorpora y sale al fin. Se tiende a mi lado y pasa el brazo por debajo de mis hombros para atraerme a su costado y recuesto mi cabeza en su hombro. Y me besa el pelo y la frente.
- Para mí ha sido una primera vez - admite él.
- No seas mentiroso. Te acostabas con un montón de tías y has tenido muchos rollos.
- No te he mentido. No he dicho que fuera virgen, pero jamás había sido así antes - gira la cabeza sobre la almohada y clava en mi sus ojos, más profundos que nunca - Te lo juro.
Y yo no puedo evitar dejar evitar la emoción acumulada durante toda la noche y siento que los ojos se me llenan de lágrimas.
- ¿Qué te pasa mi amor? ¿Estás bien?
- Estoy muy sensible. Estoy emocioanada - le digo mientras me cae una lágrima.
Adrián se vuelve de costado y me rodea con ambos brazos. Empieza a besarme el pelo y la cara.
- Esque, nunca pensé que esto podría pasar entre nosotros - le digo sincerándome.
- Yo tampoco nena, pero ha sido maravilloso mi vida - Y ambos nos quedamos dormidos abrazados el uno al otro.
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Hola espero que les guste el capítulo!!!
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MUCHAS GRACIAS POR SUS LECTURAS!! ALCANZAMOS EL PUESTO #167 EN ROMANCE Y EL #93 EN ENAMORAMIENTO.
Les quiero!!
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Be mine, Loco por ti ©
Romance¿Qué sucede cuando la pasión viene de la mano de un extraño? Dora disfruta de su último verano como estudiante cuando Adrián, un atractivo hombre de ojos verdes, se cruza en su camino y revolucionará su vida por completo, ya que ella tiene novio y u...