Atrapada en South Park.

4.9K 130 50
                                    

"-¡Habla niña! ¿De donde sacaste esta información de un supuesto ataque terrorista?- Exigió un agente del FBI, sentado frente a mi dentro de un cuarto cerrado. Antes de contestar, suspire con fastidio y acaricie el puente de mi nariz.
-¿Cuantas putas veces necesito decirles que no se de que carajos estén hablando?- Escupí con todo el odio que pude. El agente y su compañero me miraron un segundo y yo simplemente trataba de calmarme. Aunque no tuviera idea de que estaban hablando, esa actitud que tenía no me iba a ayudar en nada. Es gracioso por que ya me lo habían dicho antes. Claro, no iba a admitir frente a ese maldito que tenía razón. Ojalá hubiera escuchado a ese tal Greg desde que llegué.
Uno de los agentes suspiró.
-Ok, escucha niña, te dejaremos sola para que lo pienses bien, ¿De acuerdo?- Exclamó, siendo más amable que el otro. Era obvio a que estaban jugando. Mantuve mi postura y mire hacia otro lado, escuchando como salían de la habitación; En cuanto escuche la puerta cerrarse, me relaje en la silla, sintiendo mis costillas crujir. Me mantuve en esa posición hasta que la puerta se abrió, y entonces me acomodé en el asiento para ver a quien fuera que fuera a joderme ahora. Y entonces lo ví.
-...¿Cartman?- Exclamé sin poder creerme que ese maldito estaba ahí. -¿Que carajos haces?

Ok, ya sé que están pensando todos. ¿Quién carajos soy y por qué me interroga el FBI? Bueno, pues todo tiene una graciosa explicación. Una graciosa y extensa explicación de mierda.

Todo comenzó este Lunes, cuando recién me mudé a South Park con mis padres y hermano mayor. Todavía no terminábamos de instalarnos bien, pero a mis padres les dió igual y comenzaron a discutir sobre donde iban a poner los muebles de la maldita sala que igual iban a re-modelar en dos meses. Decidí no ponerles atención.
-Si me necesitan estaré afuera intentando relacionarme con gente que acabe con lo que me queda de salud psicológica.
Le dije a mi hermano, aunque me ponía la misma atención que mis padres; Me dirigí a lo que parecía una parada de autobús y me senté en la banca que estaba ahí. Antes de que me pusiera a pensar en cualquier cosa, vi un autobús escolar detenerse, y varios niños bajaron de él.

-Te lo digo Stan, debemos ir a ver esa película, debe ser buenísima- Un niño gordo al frente exclamó. Tenía un gorro azul celeste con un ponpon amarillo chillón.

-Ya te dije que no puedo ir, no tengo dinero- Respondió el niño que venía detrás de él. Al igual que el primero, traía puesto un gorro, solo que este era azul oscuro con el ponpon rojo.

-Ow, ¿Ahora eres más pobre que Kenny, Stan?- Dijo el gordo con burla.

-Cierra el pico culo- Defendió otro chico, con un gorro verde.

-Ciérralo tu, Judio de mierda- Replicó enojado.

Por alguna razón esta discusión era mas agradable que cualquiera que pudieran tener mis padres, y no pude evitar reírme. Otro chico que venía con ellos notó que me reí. Este tenia la capucha de su chamarra puesta, y no dejaba ver su rostro completamente.
Este chico se acercó y me miró. Después de un rato, sacó una de sus manos de los bolsillos y la extendió hacia mi, en forma de saludo.

-Hey Kenny, ¿Quién es ella?-Preguntó el de gorro verde. Apenas dichas estas palabras los demás voltearon a verme, tomándome por sorpresa.

-Hey...- Dije en un tono de voz seco. Hace mucho que no me presentaba con alguien.

-¿Como te llamas?- Dijo el de chaqueta naranja aún extendiendo su mano hacia mi. Los demás chicos me observaban, a excepción del gordo, el cual sacaba de su mochila un tubo de galletas extra grande.

-Rose- Exclamé por fin, estrechando mi mano con la del tal Kenny.

-¿Tu eres la que se acaba de mudar al vecindario?- Pregunto Stan.

Atrapada en South Park.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora