Luego del show en Barcelona, Lali continúa su gira española por Madrid y Sevilla. Después viaja directo con todo el equipo hacia Roma y allá se encuentra con Santiago. Ellos dos se animan a hacer un entre paréntesis al viajar juntos a Génova, descansar durante siete días y retomar en dirección a Sudamérica pasando por un estadio grandilocuente en México y después visitando Brasil y Uruguay para volver a casa y proseguir con el armado del show que pronosticó a fines de noviembre con cuatro fechas casi ya agotadas en su querido, anhelado e histórico teatro Gran Rex. Entonces cuando vuelve a pisar su departamento parlemitano, recluta a Marina y a Ana Laura para que la ayuden a reacomodar la ropa amuchada en la valija. También les entrega los regalos que les compró especialmente en Génova y después se tira a dormir una siesta bastante prolongada. Tan es así que ni siquiera escuchó las llamadas urgentes de su madre con la cual había arreglado reunirse en la hora de la merienda para que le relate la gira que duró casi un mes, yendo de un continente a otro, visitando una ciudad y la otra. Casi dos horas y media después, vuelve a despertar y con los ojos achinados chequea la pantalla del celular. Un poco se asusta al visualizar tantas llamadas perdidas, pero otro poco se ríe cuando logra comunicarse con María José y en vez de saludarla educadamente, la recibe con un insulto y muchos signos de exclamación desesperados.
−Pero si ya habías hablado con Ana, no entiendo por qué te desesperaste tanto... −Lali está sentada sobre la mesa de madera de la cocina de la casa de sus padres comiendo una rodaja de pan que empapó con queso y miel.
−Porque soy madre y si mi hija mayor me dice que mi hija menor ya está en su casa, la llamo una, dos, tres, cuatro, cinco y hasta seis veces, y no me atiende, entonces tengo que pensar que te bajó la presión y estás desmayada en la mitad del living –María José habla sin meter pausa mientras manipula las hornallas de su cocina, y Lali expulsa una risa.
−Nunca pensar que estaba durmiendo.
−Sos el culo más inquieto que conozco y nunca dormís siesta, hija. Me asusté en serio.
−Está bien, ya no te preocupes que estoy acá –habla con la boca llena– es que estaba cansada, tuve mucho viaje y necesitaba calmarme un poco. Digamos que también dormí todo lo que no dormí durante los dos meses de rodaje.
−Ah, hablando de rodaje. ¿Cuándo se estrena?
−Pronostican que para febrero. ¿Por qué?
−Porque los del Estero quieren venir a la avant premiere –le cuenta y le pasa un mate– entonces para ir avisándoles y que se vayan preparando o comprando los pasajes.
−Ah, bueno. Igual la avant sabes que es demasiado limitada, mami. No puede venir mucha gente... ¿Estuviste hablando con ellos? –Majo asiente con la cabeza porque está masticando– ¿Te dijeron algo de noviembre?
−Sí, me dijeron que vienen para la tercera fecha. Toma –le pasa un pilón de diarios y revistas– poneme esto ahí que me ocupa lugar en la mesada... tu papá deja las cosas por cualquier lado. Así que cualquier cosa que modifiquen algo, te aviso.
−Dale –mientras dobla los dos diarios y apila las revistas para ubicarlas en una punta de la mesa. Pero en el afán de hacerlo de manera individual para que respeten una linealidad, en una de ellas, en una esquina, alcanza a ver el recuadro pequeño de una fotografía en la que Peter y Martina están cruzando juntos una calle de Palermo.
−Bueno, gorda, contame cómo te fue en la gira –Majo ubica un individual plástico en la mesa en donde apoya el termo y el juego de mate más el plato con tostadas.
−Bien... muy bien –pero Lali no la mira al responderle porque está muy concentrada leyendo el titular: «Peter Lanzani, Tini Stoessel y una segunda oportunidad»− ¿Éstas revistas son de éste año?
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DESTIEMPO
FanfictionUna historia; un amor; un engaño; una herida. Un ultimátum; una promesa; un renacimiento. Y otra vez el amor... pero a destiempo.