−¿Qué necesitas? –Lali está manejando cuando por tercera vez vibra el celular en el asiento de copiloto. Ignoró olímpicamente el llamando desde que vio el nombre que figuró en la pantalla, pero esa insistencia no podía seguir ninguneándola mucho tiempo más.
−¿Estás ocupada o desayunaste con un limón? –Peter esboza una risa y se deja caer en el medio del sillón de su departamento con el celular pegado a la oreja. Lali mira de reojo el móvil con las manos al volante y se muerde la lengua porque se está reprimiendo las ganas de mandarlo al carajo.
−Ya me acordé por qué en su momento nos separamos –y le pega donde más le duele porque es astuta. Pero él solo revolea los ojos porque ya sanó lo suficiente– estoy manejando yendo al laburo, si tenés algo que decirme que sea rápido.
−Bueno, entonces te voy a preguntar por qué no me respondiste ningún mensaje o llamado de todos los que te hice éstos últimos días.
−Porque estaba ocupada.
−No estabas ocupada la vez que te quedaste a dormir en casa –y a astuta, astuto y medio– dale, Lali... −ese cambio en el tono de voz significa que baja la retaguardia– no me hablaste desde el día que fuiste al teatro y sé por qué no lo hiciste.
−Entonces si sabes no sé por qué seguís insistiendo –y frena en un semáforo en rojo.
−¿Podemos hablar...?
−Lo estamos haciendo.
−Personalmente –continúa y Lali exhala bastante.
−Estoy yendo al estudio, tengo mucho trabajo que hacer, estoy organizando cuatro shows y tengo que contactarme con otras personas así que en éste momento mi amante no está disponible en mi agenda –y que lo califique de esa manera a Peter lo hace reír un poco– en serio, Peter, no tengo ganas ni tiempo. Fijate que quizás otra esté disponible pero acordate de no olvidarte nada antes de irte.
−Sos tan obvia, boluda... −esboza mordiéndose el labio y negando con la cabeza– no pasó nada con Martina, nos juntamos con amigos, ella también estaba invitada y puso la casa.
−No quiero que me expliques nada porque no me interesa –entonces mueve otra vez la palanca de cambios porque el semáforo volvió a cambiar de color– no me importa si te juntaste con amigos, ni si estaban solo los dos, si se juntaron a tomar el té o si se acostaron una, dos, tres o diez veces. No me importa porq-¡Dale, la mierda que te parió! –grita porque una moto le cruzó por al lado a una velocidad prohibida.
−¿Estás bien? –y él se preocupa porque es más corazón que humano.
−Sí, un pelotudo en moto.
−¿Entonces?
−¿Entonces qué? –prepotente.
−¿Entonces podemos comportarnos adultamente y juntarnos a hablar?
−Perdón. ¿Me estás acusando de infantil? –pero solo escucha su risa como respuesta. Es que sabe que hoy está imposible y nada puede salir bien– no tengo ganas de estar viviendo todo esto, Peter. Tampoco tengo ganas de escucharte así que dejémoslo para otro día.
−Hoy tenemos una entrevista en una radio.
−Lo sé pero ya avisé que no puedo ir porque tengo mucho trabajo así que encargate vos de toda la promoción de la película –responde rápido y él se rasca un costado de la frente porque también ya se está cansando. Es que ninguno de los dos tiene el temperamento ideal– hablamos después.
−No voy a cortar ésta llamada hasta no saber que estamos bien –sentencia firmemente.
−No hace falta que cortes vos porque tengo dedos y puedo hacerlo solita.
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DESTIEMPO
FanfictionUna historia; un amor; un engaño; una herida. Un ultimátum; una promesa; un renacimiento. Y otra vez el amor... pero a destiempo.