Cuando Lali llega al teatro Gran Rex, todos sus compañeros de elenco ya están deambulando por los pasillos de la platea, sobre el escenario o por los rincones escondidos de detrás de bambalinas. Se cruza con Cris Morena que está parada entre las butacas de la fila cuatro y que termina de indicarle a los técnicos colgados de las vigas del escenario como deben mover algunas luces. También saluda con una mano a dichos trabajadores porque los conoce desde el primer día que llegó al mundo televisivo, y después se mete por un costado para ingresar al mundo de los camarines. El barullo la ensordece a medida que avanza y siempre le genera una sonrisa matutina el reencontrarse con sus colegas. En el camarín de las chicas, Candela y María están sentadas en el suelo de piernas cruzadas y conversando sobre una anécdota de la primera de su anhelado viaje de egresados. Ambas sonríen cuando la reencuentran y estiran los brazos para abrazarla un poco al saludarla con un beso. Lali deja el bolso sobre la mesada en donde están expuestos todos los maquillajes y, como todavía falta un poco para vestirse, sale a buscar a los demás. En las escaleras se encuentra con Máximo y Victorio, a quienes saluda con un beso y después de reír ante un comentario del segundo, continúa su recorrido hasta chocar con el cuerpo de Eugenia que corría escapando de las manos de Nicolás y Gastón. Es que ella necesitaba hablar con su novio pero los dos estaban muy concentrados en el partido de metegol y por eso cuando se cansó de no recibir el mínimo interés, les robó la pelota y huyó de un pique. Lali la ataja pero después Eugenia se escuda detrás de su cuerpo pequeño, y ella la cubre aunque no comprenda el por qué. Pero después cuando Agustín se entromete para avisarles que encontró la otra pelota que habían perdido en un campeonato anterior, ellas se van enganchadas del brazo hasta el comedor y comparten una ensalada de frutas mientras conversan de eso que Eugenia no pudo conversar con Nicolás. También le demuestra todo su enojo porque no la registra y refunfuña al punto de que la hace reír, hasta que por encima de su hombro ve llegar a Peter con la mochila colgada al hombro en compañía de Paula Recca. Entonces continúa oyendo las palabras de su amiga al mismo tiempo que estira un poco el cuello para recibirlo a él con un beso en la boca.
−¿Qué pasó? –cuando Peter regresa del camarín en el que dejó la mochila, arrastra una de las sillas plásticas y se sienta al lado de Lali. Un brazo lo cruza por el respaldo de la silla y juega a hundir los dedos en el hombro de ella.
−¿Con qué? –Eugenia está del otro lado de la mesa revolviendo cabizbaja la ensalada.
−Con esa cara de culo.
−Está enojada con Nico –le cuenta Lali porque Eugenia se detuvo a mirarlo con ganas de pegarle a puño cerrado.
−¿Por qué? ¿Qué pasó ahora? –y medio como que se da por vencido, por eso tuerce la cabeza.
−Nada, una pavada, como siempre. Pero cuando de esa pavada lo único que logras es desinterés te dan ganas de salir a apedrear hombres. ¿Vos también sos así? –entonces cruza los brazos por encima de la mesa, inclina el cuerpo hacia adelante y achina los ojos como acusándolo– ¿Cuándo ella te cuenta algo también la ignoras? –pero Lali se ríe.
−No quieras meterme a mí en tus quilombos –y le levanta un dedo– porque después vas corriendo a decir que yo no soy así y el que comparte el camarín con los pibes soy yo.
−¿Sabes algo? ¿Te contó algo? –y es tan insistente que Peter se ríe porque las facciones de Eugenia son increíbles– ¡Sabes algo!
−No sé nada, para un poco.
−¿Algo cómo qué? –pregunta Lali y le roba la ensalada de frutas.
−Porque quizás me está metiendo los cuernos y le contó algo.
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DESTIEMPO
FanfictionUna historia; un amor; un engaño; una herida. Un ultimátum; una promesa; un renacimiento. Y otra vez el amor... pero a destiempo.