Ojos de Zafiro

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Él prometido de Marinette, Luka había llegado al dia siguiente, solo llego y se acosto.
Marinette recordaba los dias en los que hablaban de lo que habían hecho, la comunicación era muy cortante. La noche era oscura, mucho mas de lo normal. Ni siquiera las luces alumbraban lo suficiente. Marinette se lebanto de la cama y observo a su prometido que se encontraba profundamente dormido. Una sombra paso por su balcón. —chat. Susurro. —luka? Pregunto esperando que siguiera dormido. Con cuidado se paro y coloco una bata de seda. Camino con cuidado a las puertas de su balcón, al mirar a través del cristal. Diviso a Chat cargando una bebe, al percatarse de su presencia ambos voltearon a verla sonriendo. Por mas que Marinette intento abrir la puerta no pudo. Fue entonces cuando la intento romper, pero no podía. La cara de esa niña reflejaba miedo y Chat la abrazo mas a el, escondiendola en su pecho y saltando del balcón.
—nooo! Grito aterrada.
—Marinette!? Grito su prometido. —estas bien? Acaricio su mano y la miro a los ojos. —tuviste una pesadilla?
—luka?... Acabas de llegar?... Que horas son?!
—tranquila... Son las 3 am... A ver cuentame sobre ese sueño?
Marinette lo vio fijamente, traia unas enormes ojeras y su sonrisa se veía falsa. —es que soñe que ya no teníamos comida. Mintió.
—ooo... Pues mañana porque no compras mas? Marinette sonrio y Luka se paro para sujetar su guitarra. —te tocare algo para que te tranquilices. Marinette no se habia percatado hasta ahora de que no traia playera lo cual hizo que se sonrojara. —siento, que sientes algo asi.  Comenzo a tocar una canción sube Marinette se recostó en la cama quedando profundamente dormida.

—Lumina no corras! Grito Adrien siguiendo a la pequeña, algo fácil diran. Pero ese dia Adrien y sus padres tenian una junta, lamentablemente Lumina no podia ir, asique la llevarían con sus abuelos adoptivos. —por favor Lumina! Grito parando para tomar un poco de aire. —recordatorio... Nunca decirle antes de tiempo a donde vamos... Y mucho menos segirla con traje y zapatos de plataforma.
—rapido papi! Grito parando.
Adrien aprovecho esto para correr a ella y cargarla. —te atrapé!... Ahora comportate cariño. Lumina soltó un pequeño pucherito que provocó en Adrien mucha ternur, asi que la cargo en sus hombros. —asi ya no correrás.
—siii! Caballito! Grito sonriente. —vamos con mis abuelitos! Caminaron entre el parque recogiendo unas cuantas flores que Lumina se colocaba en el cabello. Al llegar a la panaderia. Empujo la puerta sonando la campanilla de oro. —abuela! Grito muy emosionada viendo a una asiática con una melenta amarrada a forma de chongo con unas cuantas arrugas y mechones plateados.
—Lumina! Grito muy emosionad. —Tom!... Tu nieta llegó!
Detrás de ella salió un hombre grande con unas cuantas canas en su bigote. —Lumina!
—abuelito! Grito muy emosionada estirando sus brazos a el abuelo Tom, quien la cargo.
—muchas gracias por cuidarla de improvisó. habló avergonzado entregando una pequeña mochila.
—no hay problema Adrien... Nos encanta tener a Lumina con nosotros.
—abuelito hoy me vas a enseñar a cocinar?!
—claro que si.
—muchas gracias señora Dupain. El celular de Adrien sono indicando que ya hora de irse. —estan seguros de que la podrán cuidar.
—nos ofendes... Nosotros ya tuvimos hijos.
—lo se... Es solo que. Estiro un poco sus brazos y Lumina salto a ellos. —es mi tesora, no me pueden culpar de tener un poco de miedo. Beso su frente. —portate muy bien Lumina, vendré por ti mas tarde. La bajo al suelo y abrazo. —sabes que si pudiera te llevaría... Pero.
—papa, se te hace tarde.
—Pero...
Sabine y Tom tuvieron que sacar a empujones a Adrien quien se sujeto de la puerta para que no lo sacaran. —No olvides cepillarte los dientes! Grito para luego salir corriendo.
—bueno Marinette, que te parece si hacemos...
Sabine toco el hombro de Tomar trallendolo a la realidad. —cariño...
—Marinette?
—oh... Lo siento cariño. Dijo cargando a Lumina.
—no llores abuelito!... Puedes decirme Marinette si quieres! Dijo inflando sus cachetes. —solo no lloren por favor.
Esto hizo solo rojara a los esposos.
—no cariño... Tu eres Lumina.
—quien es Marinette?
—es nuestra hija... Es solo que te pareces mucho a ella.
—y donde esta? Pregunto volteándo a todos lados.
—no lo sabemos.
—me paresco a su hija.
—si... Ambas tienen unos hermosos ojos azules... Como 2 zafiros.
—mi papi dice que tengo los ojos de mami! Grito muy emosionada.

Marinette salio de su apartamento lista para hacer sus compras. —no te quieres transformar? Pregunto Tikki desde el bolso.
—vez a algun villano por aqui?
—no.
—hay tienes tu respuesta. La pequeña kawaii solo un pequeño bufido. —solo bromeo Tikki... Solo que un no es el momento.
—esta bien... Y que vas a comprar?
—vegetales, fruta, carne y pan. Dijo leyendo la lista.
—ooo, podemos ir a la panaderia de tus padres!... Extraños tanto sus deliciosas galletas. Marinette freno el pado, su rostro reflejaba una gran tristeza. —lo siento!... dije algo malo!?
—no... lo que pasa es que... No les hablo desde hace 5 años. Respondio con un nudo en la garganta y rascando su nuca.
—y no crees que ya es hora?
Marinette observo a la pequeña kawaii para luego sonreir. —si... Tienes razón.
Marinette camino por las calles de paris hasta llegar al parque al que iba con su padre y madre. Al llegar a la panaderia, sujeto la manija y soltó un gran suspiro. Empujó la puerta con sierto miedo y delicadeza, el sonido de la pequeña campana la aterró de cierta forma. Al entrar se dio cuenta que aquel lugar no había cambiado en nada.
—hola. Marinette volteo rápido a ver el mostrador, ante ella un pequeño angel rubio, tes blanca y ojos tan azules como los de ella,  con un vestido blanco con el borde floreado le sonreía, de nuevo aquella sensación, la pequeña le era muy familiar. —abuela! Grito, aterrando a Marinette. —llego una clienta!
—lumina que pasa te... Soro. Sabine quedo en shock. —Tom! Grito asustada.
—cariño... que pasa? Rapido volteo a ver la puerta solo para encontrarse con su hija. —Marinette?
—ella es Marinette? Pregunto la pequeña girando levemente la cabeza.

Chat Noir padre sin dueñaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora