Prisionero... [DipperG.xWill]

Capítulo 20

(Narra Gleeful)
A veces desearía poder borrar el pasado, se que dicen que lo sucedido anteriormente hace que las personas se conviertan en lo que son ahora, ¿Pero eso no quiere decir que yo pude ser una mejor persona?.

No me consideró alguien malo ni nada, tampoco culpo el pasado por quien soy ahora, solo... Quisiera saber que hubiera sucedido si todo hubiera sido diferente.

—... ¿Estás bien?— Oh cierto, había olvidado que tenía al chico a un lado de mi, nuevamente me perdí en mi mente.

—Si... Sólo trataba de buscar las palabras adecuadas para contarte acerca de eso...— Pude notar que se tenso un poco, no estaba tratando de reprocharle nada, pero mi sinceridad resultó mas fuerte que yo. —Quiero decir, ¿Me consideras mala persona?— Tal vez con esto calme un poco mi cabeza.

Estábamos caminado por los jardines de la cárcel, era de noche por lo que no creó que alguien nos mire ni nos moleste.

—Mmm...— Will desvío un poco la vista tratando de pensar en una respuesta convincente. —Creo que nadie es malo, solo comete errores, eso es todo. Además de que tu has hecho cosas buenas por mí desde que llegue.— ¿Buenas?, ¿Yo?... Parece un chiste. —¿Por qué preguntas?—

Suspire. —Me es difícil hablar de esto pero, supongo que por ti haría cualquier cosa...— Sonreí, mejor dicho intente, ya que creo que parecía más una mueca de terror por la expresión del menor. —Sabes, de pequeños los niños siempre son felices y tratan de mirarle lo bueno al mundo... Pero yo, no era así.— Paré un momento y mire el cielo con tristeza, el solo pensar que recordaría eso me ponía realmente nostálgico.

Sentí una pequeña mano tibia enredarse con la mía, por alguna extraña razón eso logró tranquilizarme un poco.
Me gire para tenerlo frente a mí, sus lindos ojos azules me miraban con compasión, adoró poder ser más alto ya que así la luz de la luna se refleja en sus pupilas brindándome un exquisito espectáculo.

Bese su frente e intente continuar, esto podría ser un poco doloroso.

(Narro io/Tiempo atrás)
En uno de los encantadores pueblos americanos había un pequeño lugar llamado Reverse Falls conocido por su gran cantidad de circos itinerantes que circulaban cada verano en dicho lugar.

Pero, cada pueblo tiene sus estrellas y este no era la excepción.

En las entrañas del bosque había una cabaña, esta resaltaba a lo lejos por sus tonalidades blancas y azul, inmaculada y muy bien construida.

No era un hogar común, mas bien era parte de una fachada para un espectáculo de magia, o mejor dicho "Trucos baratos que lucían bastante bien como para ser falsos".

Este lugar estaba bajo el cargo de Stanford Gleeful, quien ya era considerado una estatua viviente.

—¡NIÑOS... BAJEN!— Gritó el susodicho al llegar a su casa (Que mas bien parecía una mansión por dentro) después de estar afuera por toda la noche.

—¿Qué quieres anciano?— Preguntó un chico de apenas 14 años mientras bajaba tallandose los ojos. —¡SON LAS 6 DE LA MAÑANA, NO JODAS ME DORMÍ A LAS 3!— Gritó al estar abajo.

—Vocabulario chico.— Dijo el mayor con cierta cara de reproche, el menor solo desvío la vista.

—¿Ahora que pasó?— Preguntó una niña idéntica al chico de hace un momento, pero notoriamente mas pequeña. —Estaba dormida...— Sus ojos tenían unas notables ojeras y su estatura era un poco mínima al castaño.