Prisionero... [DipperG.xWill]

∆Final∆

(Narra io)
Will se quedo de pie observando al castaño.

Este estaba igual de sorprendido que él, aunque también tenía una tenue sonrisa en los labios, sus ojos estaban llorosos y una pequeña necesidad de acercarse y abrazar al chico se notó.

-Los dejaré solos...- Dijo el Pines mientras caminaba a la puerta.
Al ver que el peli-azul se había quedado estático en este lugar, lo movió un poco para que pasará.

Sentir la mano de su amigo le hizo recuperar la consciencia.

Pasaba la vista entre ambos castaños, estaba confundido y sin embargo ambos le miraban con nostalgia.

Antes de que su amigo se retirará le tomó de brazo halándolo hacia sí.
-¿Q-Qué demonios pasa?- Preguntó susurrando.

Dipper quitó su mano con cuidado.
-Tienen que hablar...- Dijo tranquilo. Salió de la habitación cerrando la puerta tras de él.

(Narra Dipper)
Suspire aliviado en cuanto me encontré solo.

No mentiré, me asuste demasiado al encontrarme con Gleeful hace rato... Estaba decidido a llamar a Bill, pero... Su rostro sincero pidiéndole hablar me hizo desistir a la idea.

"Quiero disculparme..." aún no me creo esas palabras, nunca espere que después de 5 años de no verle me dijera esas palabras.

Su rostro con sincero arrepentimiento me hizo creer que había cambiado después de tanto tiempo.

A los minutos le llame a Mabel para que trajera a Will, este asunto debían arreglarlo ellos, yo solo fui una pieza en este juego.

Las palabras del peli-azul salieron cortadas, un gesto que no había visto en él desde hace mucho tiempo.

Mientras caminaba hasta la sala, uno brazos me rodearon.

Con el tiempo había aprendido a distinguir las muestras de cariño de Bill.

-Hola...- Dije mientras el hundía su nariz en mi cuello.

-¿Dónde había estado?- Preguntó sin despegarse.

Sonreí ladino mientras me giraba y lo miraba de frente.
Clave mis ojos en los ámbar de este.
-Solo ayudaba...-

(Narra Will)
¡¿QUÉ DEMONIOS?!...

¡¿Gleeful desaparece por muchos años y ahora lo veo frente a mi?!

Enserio, esta es un maldita broma, lo malo es que no le encontró la gracia.

Mire su rostro notando así el hecho de que se veía mas cansado, sus ojos zafiros seguían siendo igual de impactantes que antes, además de que sus rizos ahora estaban mas despeinados.

-... ¿Will?- Me llamó. Estaba tan concentrando en mi mente que no noté que me me hablaba. Una risilla burlona salió de él, lo terminé mirando con desprecio y enojo. Carraspeo un poco. -Disculpa, es solo que sigues siendo el mismo chiquillo que estuvo bajo mi cuidado.-

-¿Eso crees?...- Interrumpí.

-Solo tu apariencia a cambiado, pero sé y me demuestras que sigues siendo el Will de 16 años del que tanto me enamoré.- Un leve sonrojo apareció en mis mejillas y camine hasta la ventana, aquella que daba justo a donde iba hacer la ceremonia. -Me tengo que ir.- Dije al dirigirme a la puerta.

Pero, antes de siquiera tocar la perilla la mano del mayor se interpuso.

-Espera, tengo que decirte algo.-