¿Alguna vez te sentiste completa, e irremediablemente indecisa?
Pues mi respuesta a esa pregunta hubiera sido no hace tan sólo unos segundos atrás, pero ahora, mi respuesta es: Sí, sí me he sentido completa e irremediablemente indecisa.
Y sí, justo ahora, frente la atenta mirada del chico de ojos y sonrisa hermosa, que espera por una respuesta de mi parte.
Y me siento completamente estúpida por estarlo, y más aún sabiendo la razón de mi indecisión.
¿Qué tanto puede costar dar un no, o un sí? Nada, esa es la respuesta. Nada, nadita, nada.
Mátenme por estúpida.
—No —Respondí por fin, luego de un par de minutos pensándolo y meditándolo.
¿Pensando y meditando qué, por qué y para qué? Pues ni yo misma lo sé. Pero por favor, cuando alguien lo sepa, me cuentan.
Él Frunció su ceño, luciendo confundido, quizá haciéndose la misma pregunta que yo: ¿Por qué no?
Él no deja de mirarme y... Yo tampoco así que...
¡Que lindos ojos tiene!
Creo que... Creo que ya me arrepentí.
¿De qué? De darle un no como respuesta.
¿Por qué? Porque si no tengo su número, lo más probable es que no lo vuelva a ver. Aunque, yo no lo quiero seguir viendo... ¿O si?
Dios, soy una indecisa total.
Y que estúpida me he vuelto.
Y que bipolar.
¡Es culpa tuya, Maria! ¡Me has contagiado tu bipolaridad!
¿Han sentido alguna vez, la necesidad de conocer a alguien? Así me siento yo en este momento con Hugo.
Pero mi indecisión poco me ayuda, y ni hablar de mi timidez irremediable aveces.
—¿No? ¿Por qué no?
Me encogí de hombros y miré al frente, haciéndome la desinteresada, cuando por dentro era todo un manojo de nervios.
¿Por qué no? Yo también me hago esa pregunta, ¿Por qué decirle que no?
No se ve como un mal chico, a sido muy respetuoso conmigo y... Pues no le veo nada de malo.
Entonces... ¿Por qué le dije que no? Ni yo misma lo sé. Soy todo un caso perdido.
Pero bueno, ya le dije que no, y ya no hay vuelta atrás.
—Porque no y ya —Suspiré, resignada a no volverlo a ver.
—Es una lástima, yo quería seguir en contacto contigo —Soltó con... ¿Tristeza?
Sacudí mi cabeza.
Debo dejar de ver, escuchar y sentir cosas que no son y no tienen sentido.
Mi cabeza es un caos.
Nos quedamos en silencio. No sentí más su mirada, pero el ambiente igual y se volvió incómodo y tenso.
¡Y todo por mi culpa!
¡Tonta!
De repente, sentí una ráfaga de viendo golpear mi rostro y revolvió un poco mi cabello. Froté mis brazos con mis manos.
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Destinados A Estar Juntos
RomanceDos corazones destinados a encontrarse, a amarse. ¿creen en el destino? Yo sí. Pero como siempre habrán personas que quieran separarlos, el odio por sobre todo, el mal siempre a existido y nunca a dejado de ser. Por ello, estos dos corazones tendrán...