Capítulo 32 "Traidores"

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Narra Nataly:

Una semana después:

Todavía no sé que pensar, o hacer.

Una parte de mí me grita que vuelva con Hugo, que él me dice la verdad. Pero la otra parte, me dice que él si me traicionó y que sólo me esta mintiendo, que siempre lo a hecho.

Ojalá existiera una maquina que dijera si una persona miente o no, ese sería un gran invento. Pero bueno, no existe y hay que arriesgarnos todo el tiempo en todas las decisiones que tomamos.

—¿vas a ir? —mamá entró a mi habitación.

Suspire.

He estado pensando en ello durante toda la mañana, buscando en lo más recóndito de mi cabeza una respuesta. Pero estoy igual que desde el principio: sin saber que decisión tomar.

Hugo mandó a decirme, por medio de mis amigas, que me estaría esperando hoy a las 7pm en el mismo restaurante en el que me pidió ser su novia.

¿será que voy?

Hugo no me había escrito, llamado, ni buscado de ninguna otra forma después de lo del parque. Hasta llegué a creer que ya se habia olvidado de mí, pero no fue así, hoy por fin decidió contactarme.

—no lo sé —me encogí de hombros negando con la cabeza.

—¿y quién sabe entonces? —alzó una ceja.

Volví a suspirar.

No quiero seguir tocando ese tema, pero sé que mamá no me dejará tranquila hasta que le dé una respuesta

—quiero pensar las cosas bien, no me quiero equivocar —dije triste.

La verdad es que Hugo me hace mucha falta, muchísima. Y es que no se pueden olvidar tan fácilmente tantos años de relación, y menos cuando se le ama a esa persona tanto como yo amo a Hugo.

—no creo que tu papá, Diego y yo, nos estemos equivocando tanto con Hugo. Yo creo que él si te ama, hija —tomó mis manos entre las suyas —cuando los veía juntos y te veía sonreír junto a él, veía demasiado amor. Nunca pareció una mentira.

¿¡qué hago!?

—pero yo lo vi junto a Michell —recordé la imagen de ellos dos juntos y sentí mi corazón oprimirse —además, Michell me dijo que ellos dos llevaban tiempo juntos, incluso... —mamá me interrumpió.

—puede estar mintiendo. Recuerda que Michell no volvió a ser la misma desde que su hermana murió. Desde ese triste día te comenzó a tratar mal, y sólo luego de unos años se le pasó. Y sin embargo, todavía te seguía lanzando indirecta cada que podía —pensé en las palabras de mamá — ¿qué tal si te esta mintiendo para hacerte sufrir?, ¿si de verdad lo planeó todo para qué tú los vieras?

Negué con la cabeza.

—si es así, entonces, ¿cómo sabía ella donde quedaba el departamento de Hugo?

Mamá entrecerro sus ajos hacia mí. Me miró como si la respuesta fuera la más obvia.

—¡lo investigó! O yo que sé —se levantó de mi cama —no seas tonta, hija. No te dejes quitar al hombre que amas, porque te vas arrepentir toda la vida.

—pero es que yo vi como él la tocaba... —me volvió a interrumpir.

—pero nada. Mira, hija, aveces mal interpretamos las cosas que vemos. Quizás Hugo la estaba apartando —se encogió de hombros —o bueno, quizás su resistencia flaqueó un poco, al fin y al cabo, es un ser humano que también comete errores. Vas, ¿si? o ¿no?

Destinados A Estar JuntosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora