Capítulo 18 "Primera cita

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Llegó el día que llevo 4 años esperando. Al fin.

Wow... Estoy súper hiper mega recontra nerviosa. ¡voy a tener mi primera cita con Hugo!

Ya eran las 2:35.

Bueno, a prepararse.

Me bañe y salí solo en sostén y bragas. Es bueno tener el cuarto con baño. Me puse a buscar que ponerme.

Me dejé el cabello suelto, es hermoso, me llega hasta la espalda baja y tiene hondas 100℅ naturales al final. Me coloqué un poco de perfume. Ya estoy lista.

Son las 3:30.

Fui a la sala, donde estaba Papá, mamá y Diego.

—Quiero conocer a ese muchacho. Si quieres te llevo —comentó papá apenas puse un pie en la sala.

—No, prefiero ir en autobús. —negué de inmediato

—Pero...—mamá lo miró mal y se quedó callado.

Diego sólo me miraba divertido.

—Bueno, me voy. Adiós familia —salí de la casa con una gran sonrisa.

Hoy fui temprano a el hospital. Ya Luz estaba despierta, pero tiene constantes dolores de cabeza, esto es debido a la lesión cerebral leve: Esta afecta a las neuronas temporalmente, y tiene varios síntomas que resultarán agobiantes para Luz, pero que si se trata puede curarse. Pero sin embargo, aunque se curé ella deberá estar siempre al pendiente por si alguna cosa.

Cuando salga del hospital volverá a vivir con sus papás, como debe ser.

Y a Javier ya le dieron el alta y esta tomando reposó en su casa. El aún no se a casado, así que vive con sus papás todavía. Mientras que Susan, su otra hermana, se fue del país a estudiar.

Luego fui a la universidad y después a mi casa.

&&&&

Llegue a la heladería a las 4:10pm.

Vi que Hugo estaba dentro de la heladería, ya en una mesa. Me le acerqué por detrás y le tapé los ojos.

Al principio se sobresaltó, pero después como que se dio cuenta que era yo, porque sentí en mis manos una sonrisa en su rostro.

—¿Quién soy? —Pregunté, tratando de poner mi voz más aguda.

—Pues, mmm... No se me ocurre nadie que puedas ser... —sentí a través de mis manos una sonrisa en su rostro —Mentira. Jamás confundiría tu perfume y mucho menos tu voz, Nataly —quité mis manos de sus ojos y me senté frente a él en la mesa.

—Bien, acertaste — Sonreí al igual que lo hizo él.

—Ya empezaba a creer que me ibas a dejar plantado hoy también —levantó una ceja. Se oía divertido.

—No, ayer fue porque tuve un asunto que resolver, pero hoy no tengo nada más que hacer.

—Osea que fui tu ultima opción —se cruzó de brazos.

Reí.

—No dije eso. Deja lo dramático —entrecerre mis ojos hacía él.

—Esta bien. —levantó sus manos en signo de paz, divertido —voy a pedir los helados —se levantó de su silla.

Luego de 5 minutos volvió a la mesa con dos helados del mismo sabor y justo mi favorito.

—¿Acerté, o no acerté? —inquirió entregándome mi helado.

—Sí, éste es mi favorito. ¿cómo lo supiste?
—comencé a comerlo.

—Pues como ves es también mi favorito, y quería ver si también era el tuyo. Y por lo visto di en el clavo —comenzó a comer de su helado también.

Destinados A Estar JuntosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora