Narra Hugo:
Ya ha pasado una semana desde que Nataly me vio con Michell. No sé que más hacer. Nataly no me deja siquiera hablarle, me esquiva, me ignora, hasta me bloqueó de sus redes sociales. Ni sus papás, ni sus amigas, ni Marcelo y Antonio, dejan que me acerque.
Desde que encontré a Nataly ni siquiera he mirado a otra. A ella es a la única que quiero besar, tocar y hacer mía. Sólo pienso en ella ¡la amo!
Ahora me encontraba revisando unos papeles de la empresa.
Escuché que tocaron la puerta.
—¡pase! —casi que gruñí. No estoy de ánimos. De hecho, desde que Nataly terminó con lo nuestro, no he estado de humor.
—hola, cariño —la miré con cara de pocos amigos.
Apreté las manos en puños sobre el escritorio. Esto era lo que me faltaba para poner mi humor aún más peor.
—¿qué haces aquí, Michell? —articulé brusco y levantandome de mi asiento —¡vete!
—¿qué manera es esa de recibirme? —Se hizo la ofendida.
«Oh, Dios, dame fuerzas para seguir siendo un caballero y no soltar palabrotas, saltar sobre ella y darle una bofetada» Rogué internamente.
—¡eres una...!—me contuve. No es el lugar —¡acabaste con la relación que tenía con Nataly! —levanté un poco la voz— eres de lo peor.
—te hice un favor. Ella no sabe como tratar a un hombre como tú. En cambio yo sí —se empezó acercar a mí.
—ella es la mujer que amo, es perfecta. No una cualquiera como tú —me alejé de ella.
—¿eres ciego o qué te pasa? Soy hermosa, mucho más que ella. Yo sí me entregaría a ti. En cambio ella...— no la dejé terminar.
Sonreí con burla.
—claro que te entregarías sin problemas, pues eres una puta, una regalada —me miró indignada —eso es sólo una de las tantas cosas que diferencian a Nataly de ti. Ella si se da a respetar. ¿y sabes que significa eso para mí? Mucho, porque todo lo que cuesta, vale la pena. Y por ello yo la voy a recuperar como sea. Eso te lo juro.
—¡mirame! —se quitó la camisa quedando así en sujetador y falda —¿no me deseas? —recorrió su cuerpo con los dedos— la pasamos muy bien la otra noche.
Tiene un cuerpo perfecto, no lo negaré. Incluso estuve apunto de caer ante la tentación de su cuerpo, cuando Nataly nos encontró besándonos. Pero sólo es un cuerpo, y es lo único en buen estado que tiene Michell, porque por dentro esta totalmente podrida.
Por eso, su cuerpo ni siquiera me tienta ahora, no hace nada en mí.
—a la única mujer que deseo, vuelvo y te lo repito, es a Nataly. Así que, ponte la camisa y largate. Ten un poco de dignidad. Claro, si es que todavía tienes.
—no —Se acercó y me intentó besar, pero la aparté antes de que siquiera alcanzará a tocarme.
¿acaso esta chica de verdad no tiene dignidad?
—bien, llamo a seguridad —le marqué a mi secretaria.
—listo, ya vienen por ti —Sonreí con burla —te aconsejo que te pongas la camisa, a menos que te quieras vender al público como estas acostumbrada hacerlo.—idiota —se colocó la camisa furiosa —pero me las pagarás. Pagarás el haberme rechazado —amenazó.
—haz lo que quieras, no me interesa.
ESTÁS LEYENDO
Destinados A Estar Juntos
RomanceDos corazones destinados a encontrarse, a amarse. ¿creen en el destino? Yo sí. Pero como siempre habrán personas que quieran separarlos, el odio por sobre todo, el mal siempre a existido y nunca a dejado de ser. Por ello, estos dos corazones tendrán...