Destinados A Estar Juntos

Capítulo 10 "No existe un albert y yo"

1 mes después:

Ahora me encontraba esperando a Albert para ir a Mcdonald. Pero no íbamos solos, mis amigas también van, por eso acepté. Menos Luz, que dijo que no podía porque tenia que trabajar.

Escuché que Albert llegó. Me despedí de mis papás y fui a abrir la puerta.

—Hola, reina —saludó Albert y me abrazó. Eso me incomodó así que no le correspondí.

—Hola, Albert. ¿vamos?—dije cuando me soltó. Cerré la puerta y volví a mirarlo.

Él me iba a llevar en su auto. Claro, él no va a conducir, lo hará su chofer.

—Claro, vamos —abrió la puerta del auto, me subí y luego lo hizo él.

Durante el camino él me estuvo hablando de su vida como rico y además tonterías como que me veo hermosa y bla, bla, bla.

Cuando llegamos las chicas nos estaban esperando en la entrada de Mcdonald. Nos bajamos y fuimos hacía ellas.

—Hola, chicas —les di un beso en la mejilla a cada una.

—Hola —respondieron al saludo.

—Hola, Albert
—saludó Michell, muy coqueta para mi gusto.

Michell se disculpó conmigo por como me trató y ya no me lanza indirectas o me critica como antes. Volvimos a ser mejores amigas, como siempre.

Luego de terminar con los saludos entramos a Mcdonald. Ordenamos lo que íbamos a comer y nos sentamos a esperar la orden.

—Son buenos amigos, ¿no? —Sofia preguntó a Albert.

Sé lo que hace, esta viendo si de verdad él esta enamorado de mí.

—Por ahora. Pero les aseguro que pronto seremos algo más que sólo amigos —Albert se escuchaba muy seguro de que eso pasaría, pero yo estoy aún más segura de que entre él y yo no pasará nada.

—¿Porqué tan seguro? —Gabriela lo miraba seriamente.

—Ninguna chica me ha rechazado nunca —como siempre de engreído y prepotente.

Idiota.

¿Cuándo va a entender qué yo no lo voy aceptar nunca?

Tiene un ego tan grande, es mucho más del que puedo tolerar. Esto va para la larga lista de cosas que no me gustan de él.

—Siempre hay una primera vez para todo, y yo seré esa primera vez para ti —lo miré desafiante.

—Eso es...—Albert iba a responderme, pero fue interrumpido por la mesera, quien trajo nuestra orden.

—Aquí esta lo que pidieron —la mesera colocó todo en la mesa.

—Gracias —agradecemos todos.

Empezamos a comer nuestras hamburguesas dobles.

—¿Qué es Nataly para ti? —fulmine con la mirada a Deisi. No quiero tocar más el tema de Albert y yo.

¡No existe un albert y yo!

—Una chica hermosa, que me vuelve loco nada más con mirarla —él me miraba intensamente. Trague rápido lo que estaba comiendo.

Este chico me pone realmente nerviosa cuando me mira de esa forma, y no nerviosa de forma positiva.

—Pero ¿la quieres de verdad? o ¿sólo quieres jugar con ella? —esa fue Michell.

¿no tienen otra cosa de que hablar?

Preguntan sólo estupideces. ¡Por Dios! Ni que fuera tonto para decir delante de mí que sólo me quiere para un rato.