Capítulo 21 "Padres biológicos"

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Narra Hugo:

2 años después:

Tres años con Nataly. Es como un ángel del cual nunca me pienso alejar. La amo como a ninguna otra. No me equivoqué, ella es la indicada para mí. Ella es mi destino.

También son 3 años sin sexo, porque no pienso arriesgar mi hermosa relación con Nataly solo por una calentura. La amo y la voy a esperar hasta que este lista, así pasen años y años.

Espero y me siga yendo muy bien económicamente, por mí y por Nataly. Yo con ella lo quiero todo, que sea mi esposa, mi amante y la madre de mis hijos. Y para ello, debo tenerlo todo para tratarla como la Reina que es. Pero todavía no es el momento.

Tengo que esperar que ella este preparada, segura de entregarse a mí, sin presiones. Le voy a dar el tiempo que desee. Aunque me muero por tenerla, por hacerla mía por completo.

Cuando la beso me tengo que contener para no llegar más lejos. No quiero que se espante y piense que sólo la quiero para acostarme con ella y ya.

Varias veces me he tenido que bañar con agua bien fría para calmar a mi amiguito de abajo. Aveces duele desearla tanto, literalmente.

Nataly es toda una diosa. Esa cintura, ese rostro, sus curvas, todo en ella es perfecto. Deseo besarla, nunca me saciaba de sus labios, quería acariciar su piel, ver más haya de lo que su ropa me permitía ver, conocer el sabor de su cuerpo y el tacto de su cuerpo desnudo sobre el mío.

Estoy seguro de que ella no sabe todo lo que provoca en mí cuando la tengo entre mis brazos. Todo lo que disfruto y sufro a la vez. Aunque claro, que por tenerla entre mis brazos, yo sufro todo lo que tenga que sufrir.

La deseo, y mucho. «pero tengo que esperar un poco más» me repito constantemente en mi cabeza, y más cuando la tengo cerca, besándola, con ganas de tocarla.

Es una tortura no poder perder y pasear mis manos por todas esas curvas de su cuerpo, por su suave y cálida piel.

Nunca había deseado a alguien tanto como a ella.

Para alejar mis pecaminosos pensamientos, decido mirar hacia mi derecha, justo para ver a la dueña de mis pensamientos y fantasías, a mi lado. La veo fugazmente, ya que estoy conduciendo y no quiero que tengamos algún accidente.

Pero la pude ver perfectamente. Esta con su teléfono en las manos mientras chatea con sus amigas, justo cuando la miré estaba con una sonrisa en su hermoso rostro.

Uff, creo que no fue la mejor idea haberla mirado para alejar mis fantasías con ella. Ella es demasiado hermosa. La más hermosa, y sólo mía

Suelto una corta risita, sin poder evitarlo. No lo puedo creer, que posesivo me he vuelto.

Puedo ver por el rabillo del ojo como Nataly aleja su mirada del teléfono y ahora me mira raro.

—¿De qué te ríes? —pregunta curiosa.

Me encogí de hombros mientras sonreía.

—De nada.

Ella resopla.

—Claro —ella entrecierra sus ojos hacia mí —acaso, ¿te estás riendo de mí?

Suelto otra risita. Hasta su voz me encanta. ¿qué es lo que no me gusta de ella? Nada. Todo de ella me gusta, me encanta y me enamora.

—No, para nada —sigo sonriendo.

Ella rueda los ojos.

—Mentiroso —se cruza de brazos —si te estás riendo de mí. Te conozco muy bien.

Destinados A Estar JuntosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora