Pequeños detalles

Sehun

Hoy era un día especial, esa noche lleve a Tao al río Han como solíamos hacer antes, tarde casi todo el día en convencerlo, pero al final accedió, lo lleve a cenar en uno de nuestros restaurantes favoritos cerca del río, tuvimos una plática muy amena y llena de risas, recordando los viejos tiempo.

-Sehun recuerdas el día en que nos conocimos.

-Cómo olvidarlo. Pensé que eras un creído y Kai solo quería golpearte.

Dije divertido mientras la camarera nos dejaba la cuenta, me seguía siento mal por haberle hecho pasar un mal rato cuando recién nos conocimo en la secundaria. Aun recuerdo como lo perseguimos en cuanto terminaba el horario de la escuela.

-Vaya forma en que nos conocimos.

-Lo sé, recuerdo como corrías mientras llorabas.

Pagué y salimos del restaurant, un silencio se hizo entre nosotros, tome su mano y caminamos a orillas del río maravillandonos con el hermoso paisaje que nos ofrecía la noche. Sus manos estaban frías, me estaba empezando a poner nervioso y solo dije.

- ¿Tienes frío?, si quieres podemos volver a casa.

-Estoy bien. Pero creo que tu no tanto te están sudando muchos las manos.

-No es nada.

Dije para volver a caer otra vez en aquel silencio, paramos por un momento, para poder apreciar aquel río que guardaba tantos momentos juntos. Vi a Tao de reojo, la brisa jugaba con su cabello negro, sus ojos brillaban y tenía una sonrisa en sus labios, se veía tan perfecto. Mi corazón empezó a latir tan rápido que parecía que se me saldría en cualquier momento. Entonces recordé aquel raro entrenamiento que tuve horas antes.

=Flash Back=

Estaba desesperado, necesitaba ayuda urgente, pero todos estaban ocupados, solo se me ocurrió una persona, mi última esperanza. Entre a la oficina de Yixing, él estaba firmando varios documentos y solo dije, esperando recibir la misma respuesta que la de los demás.

-Lay podrías ayudarme.

-Por supuesto que necesitas.

-Un amigo quiere que le ayude, porque se le quiere proponer a su…

-Novio

-Novia y no sabe cómo.

El me miro, dejo todo a un lado y dijo alzando una ceja.

-Hagamos esto yo fingiré ser la “novia” de tu “amigo” y tú vas a ser tu “amigo” ahora dime lo que quiere decirle tu “amigo” a su “novia”

Yo asentí, solté un largo suspiro y dije.

- ¿Quieres casarte conmigo?

El me miro y dijo.

-En serio, eso es todo. Vuelvelo a intentar. Supongo que tu “amigo” tiene más ideas.

Yo asentí y en esta ocasión me hinque y lo volvía a decir con más emoción, claro que mi rostro segia igual de inexpresivo que siempre.

-Te casarías conmigo.

-No.

Dijo con una expresión de seriedad, mientras volteaba su rostro a un lado como si lo hubiera ofendido.

-Hazlo otra vez y métele palabras más bonitas, se más creativo.

Me puse de pie tome su silla y la gire poniéndolo frente mío y dije lo más seductor que pude.

-Por favor cásate conmigo.

Él soltó la carcajada, yo solo me separe y me le quedé viendo con cara de pocos amigos.

-Esto es enserio Yixing.

Hice un puchero, él entre risas me contestó.

-Lo sé, pero eso es lo único que conseguirás si lo haces así. Debes ser más…

En esta ocasión me hinque y tomé sus manos entre las mías, sorprendiéndolo un poco y dije tratando de sonar serio pero cariñoso al mismo tiempo.

-Por favor cásate conmigo, prometo hacerte la persona más feliz del mundo…

El solo se quedó boquiabierto y asintió, entonces sentimos una presencia aparte de nosotros en la oficina, miramos sobre la silla de Lay y vimos a Xiumin parado en la puerta mirándonos confundidos.

-No preguntare.

Ambos nos pusimos de pie y empezamos a explicar la situación, antes de que se malinterpretara.

=Fin del Flash Back=

Mi inquietud y mi nerviosismo empezó a crecer, solté su mano, el me volteo a ver algo desconcertado y empecé.

-Tao desde hace mucho que nos conocemos y desde el primer día que te vi por primera vez decidí que quería estar contigo, sé que ambos titubeamos en esta relación, pero eso ya se quedó en el pasado. Ahora lo único en lo que pienso es que quiero que formemos una familia.

El solo me miraba confundido podía notar su sorpresa en su mirada. Era ahora o nunca, como lo había practicado con Lay. Me hinque y saque de mi bolsillo aquella cajita rojo terciopelo.

-Huang Zi Tao, ¿Quisieras casarte conmigo?

Él se llevó sus manos al rostro, y empezó a llorar, no sabía si eran lágrimas de alegría o en verdad lo había hecho tan terrible. Me puse de pie y pregunté.

- ¿Qué dices?

-Digo que sí, sí quiero casarme contigo Oh Sehun.

Él se aventó a mis brazos, y como si las cosas no pudieran ser mejor, en ese momento prendieron las luces de la cascada, nos separamos y nos quedamos apreciando la belleza que nos brindaba esa noche. En este momento solo existíamos nosotros.