Tao

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Me lave los dientes y al mirarme en el espejo lucía algo pálido, y era de esperar después de haber regresado mi desayuno, no se como los demás habían podido soportar esto, sin duda yo me iba a morir si continuaba así. Mire el rostro lleno de preocupación de Sehun reflejado en el espejo.

-Tao creo que será mejor que vayamos al hospital, no me está gustando nada que estés vomitando.

-Estoy bien Sehun.

Dije dándome la vuelta para regalarle una sonrisa, el solo frunció el ceño y me contradijo durante todo el camino de regreso a la cocina donde busque algo liviano para poder comer, sin borrar en ningún momento aquella traviesa sonrisa que adornaba mi rostro.

-Claro que no lo estás, has estado vomitando todas las mañanas desde hace varios días, te mareas, estas cansado todo el tiempo, si no vas por tu cuenta te llevare.

Dijo firme mientras se plantaba detrás mio, yo solo dije tranquilamente, mientras colocaba el cartón de leche sobre la mesa.

-No hay que ponerse histérico Sehun, ya fui y ya se lo que tengo.

-Entonces si ya fuiste que te dijeron.

Me gire y coloque mis brazos alrededor de su cuello atrayéndolo a mí, sentí sus manos posarse en mis caderas, no me pude resistir y le di un suave beso, me encanta que se preocupe por mi de esta manera.

-Lo que es más que obvio, Sehun.

El solo me miro con su cara de poker, quizás aun no lo captaba, me acurruque en su pecho y dije nuevamente.

-Vamos a tener un bebé Sehun, acaso ¿no estas feliz?

Silencio, me separe y lo mire a los ojos parecía estar procesando la información, cosa que me preocupo, por que así algunos meses atrás estaba ilusionado con tener una hija y ahora.

-Sehun ¿Estás bien?

-¿Y es mío?

Me sentí ofendido en ese momento me termine de separar de él y lo golpe con todas mis fuerzas aunque el protestará.

-Claro que es tuyo imbécil de quien mas seria, del lechero.

-Perdona pero ya me trollearon antes con eso.

Bufé enfadado antes de darme la vuelta para darle la espalda, sentí como me abrazaba por detrás y dejaba un par de besos en mi cuello antes de que apoyara la cabeza en mi hombro, me removí tratando de liberarme estaba enojado, como se le ocurre decirme eso. El coloco su mano en mi aun plano abdomen y lo acarició suavemente.

-Haste para alla no quiero verte.

-No estás bromeando con esto ¿Cierto?

-Claro que no, con estos temas no se juegan.

-Lo siento Tao, no debí, solo es que, yo...

Balbuceo antes de que, los dos nos quedamos en silencio un momento pensando. Deje salir un suspiro y respire hondo, debía comprender un poco más a Sehun, no es sorpresa que el hombre se haya vuelto algo inseguro después de lo de Luhan. Por que aunque lo disimule bien, siempre quiere saber a dónde voy, con quién voy y a qué hora vuelvo.

-Perdoname tu a mi, no debí reaccionar así.

-¿Por qué no me pediste que te acompañara?

-Por que no estaba seguro, planeaba decírtelo en la noche.

-¿Arruine tu sorpresa?

-No, ahora no te oigo muy convencido.

-Tao que quieres que te diga.

-No lo se, que quizás denotes algo de felicidad por la llegada de tu primogénito.

Dije exagerando un poco, escuché su suave risa antes de que me volteara y me levantara para ponerme sobre la encimera de la cocina.

-Me haces el hombre mas feliz del universo Tao, prometo cuidarlos a ambos hasta el fin de mis días.

-Mas te vale no dejarme.

-No te dejare, no tengo motivos para ello.

Me derretí, aunque este hombre parece el más serio del mundo, sabía cómo lograr que me rindiera a sus pies con tan pocas palabras. Lo tomé por las mejillas acortando el espacio que había entre nosotros y le di un apasionado beso mientras enrollaba mis piernas alrededor de su cintura para atraerlo más cerca de mi. Todo estaba avanzando tan bien, hasta que alguien toco a la puerta desesperadamente haciendo que toda la magia del momento se acabara.

Sehun solo me miro apenado antes de ayudarme a bajar de la encimera dándome un suave beso prometiendo que retomaremos el asunto en la noche. Acomode mi camisa y salí para encontrarme con Kai caminando de un lado a otro de la sala bajo la atenta mirada de Sehun. Ahora en qué lío se había metido el estúpido de JongIn.

Pequeños detallesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora