Chen

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Había sido un día lleno de sorpresas y al fin Minseok y yo estábamos en casa. Ambos ya estábamos acostados, estaba viendo el techo, no podía parar de pensar que sería bonito tener un hijo con Minseok. Tal vez debería de pedírselo. Pero como debía hacerlo, es un tema delicado. Volteé a verlo él me estaba dando la espalda y dije en un tono bajo, no quería molestarlo.

-Minseok estas despierto.

-Sí, ¿qué ocurre?

Pregunto sin voltear a verme, entonces dije sonando lo más coqueto que pude.

-No crees que deberíamos tener uno.

- ¿Un qué?

-Un mini boazi.

Lo abracé por la espalda y le di un beso en el cuello, ninguno dijo nada por unos segundos hasta que Minseok dijo.

-Jondae aún quieres saber el secreto que D.O. y yo guardamos.

- ¿Sí?

Dije dudoso. Quedé desconcertado, que tenía que ver eso con intentar tener un hijo. El tomo una de mis manos y la guio hacia su abdomen bajo y solo dijo.

-Bueno solo debes esperar un poco más para que puedas tener tu capricho.

Lo atraje más hacia mí, una sonrisa se formó en mi rostro, volví a besarlo. Eso explicaba un poco él porque veía un poco más redondito a mi Minnie y aquellas náuseas terribles que le agarraban en las mañanas.

-Me haces el hombre más feliz, ahora déjame hacerte más feliz Minseok, casémonos mañana.

Él se dio la vuelta para darme la cara, a pesar de estar a oscuras sabía que él estaba sonriendo. Me puse sobre él y empecé a repartir besos por todo su rostro, estaba tan feliz, entre algunas suaves risas el rodeo mi cuello con sus brazos y dijo.

-Mañana hablaremos sobre los detalles.

Pequeños detallesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora