Kai

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Aparque el coche a un lado del río y baje tan rápido como pude, hacia tan solo unos minutos aun lo había visto flotando ahí tan tranquilamente valiendo le pito el mundo entero, miré en todas las direcciones y no vi absolutamente a nadie, me pase la mano por el pelo desesperado.

-¡KyungSoo!

Grité con todas mis fuerzas, él no me podía estar haciendo esto, volví a gritar su nombre tan fuerte como pude, empecé a hiperventilar que se suponía que debía hacer ahora, no podía permitir que pasara más tiempo debajo del agua, para cuando acorde el agua me llegaba a la cintura, me valió una hectárea de cacahuate que aún trajera mi reloj y la ropa nueva. Iba a ir por mi Soo, no tenía ni la menor idea de como lo haría si no sabía cómo nadar, pero una cosa la tengo bien clara si no lo sacaba de ahí me iría con el.

Tome aire y me sumergí y miren que soy bastante bueno para hundirme, no lo se quizás fue un milagro, pero lo pude observar en las penumbras del agua, estaba seguro que él ya estaba inconsciente cuando lo encontré, solo tuve que estirar mi brazo y tomarlo del brazo para traerlo hacia mi. No se cuanto paso pero se me hizo una eternidad el llevarlo hasta la superficie y cuando lo logre sentí una sensación de alivio al ver que yo aun seguía con vida.

-No te preocupes.

Dije mientras hacia mi lucha por salir del maldito río, a pesar de que yo sentía que estaba pasando una eternidad solo habían pasado un par de segundos.

-Ya casi estamos a salvo.

Repetí más para tranquilizarme a mí mismo que para él, cuando fui capaz de ponerme de pie con lo poco que me quedaba de fuerza lo levante y lo lleve hasta la orilla. No perdí el tiempo y le di los primeros auxilios.

-No me hagas esto por favor.

Tras un par de minutos dándole RCP, el muy desgraciado se rehusaba a responde, pero no dejaría que se fuera tan fácil.

-Vamos, maldita sea KyungSoo.

Le daría respiración boca a boca al maldito hasta que se dignara a responderme. Sentí las lagrimas acumularse en mis ojos y mi corazón se oprimió al solo imaginarme el no tener a Soo a mi lado al despertar cada mañana, seguro así se había sentido el cuando yo no despertaba.

-Todavía tenemos que arreglar muchas cosas.

Dije bastante enojado, mis brazos se sentían cansados, pero aun no me quería rendir, tenía que solucionar mi desastre.

-KyungSoo por favor abre los ojos, no me puedes dejar de esta forma, yo aun te necesito, No podría vivir sin ti.

Me deje caer a un lado suyo al darme cuenta de que esto no valía la pena, ya era tarde, todo esto es mi culpa, me abrace a mis rodillas y me solté a llorar, como iba a explicar esto, dolía, dolía mucho.

Estaba tan sumergido en mi pena que ignore que alguien tosió, y pensé que seguro alguien había llegado a preguntar que había pasado, pero alcé la vista al escuchar una débil voz llamándome.

-¿Jongin?

-¡Soo!

Grite como nunca y me arrodille a su lado mientras tomaba su mano, su respiración estaba bastante pesada y lucía bastante desorientado. El solo me dijo confundido.

-¿Estamos muertos?

-¿Que?

-Dios por qué lo trajiste a el también regresa lo.

Dijo lamentándose mientras cerraba los ojos y giraba su cabeza en otra dirección.

-No estamos muerto.

Pequeños detallesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora