Pequeños detalles

Chanyeol

Mi telefono empezo a sonar y lei en la pantalla Satansoo mire la hora 11:30 p.m., prendí la lámpara y me senté mientras contestaba.

-¿Qué ocurre?

-Necesito que vengas a casa de Suho.

Dirigí mientras alzaba una ceja bastante intrigado, no parecía una urgencia su voz se escuchaba muy tranquila, dirigí mi mirada hacia Baek y Dios se veía tan adorable mientras se tallaba su ojito parecía un regordete cachorrito, asi que solo respondí adormilado mientras Baek alzaba la voz.

-¿Para?

-Si van a ir a desenterrar muertos regresamelo bañado por favor D.O.

-Dile a Baek que no vamos a ir a desenterrar a nadie.

-Es bueno saber eso.

Dije aliviado, la última vez que lo habíamos acompañado  fue en las noches de juego y bueno las cosas no terminaron bien, todos terminamos en la cárcel, no me gustaría que me lleven a la carcel por saqueo de tumbas ahora. Regrese a la realidad al escuchar la voz malévola de D.O. a través del auricular, casi pude perjurar que estaba sonriendo.

-Vamos a ir a enterrar a alguien.

-¿Enterrar? y ahora qué hiciste Soo.

-Puede que haya matado a Lay y Kris y Suho me dijo que me deshiciera de ellos.

Quedé boquiabierto entendía que quisiera matar a Kris pero a Lay, solo alcanze a oir la voz de Baek decir.

-Llevas chaqueta o no vas.

-Ya oíste Kyunggi no puedo ir.

-No seas llorón, ponte una chaqueta y trae tu inexistente trasero a la casa de Suho.

Dicho eso me colgo y vi a Baekhyun acomodarse entre las cobijas. Solté un largo suspiro, deposite un dulce beso en la frente de Baek, me cambie y apage la luz para que mi querido pudiera seguir descansando, no podía dejar al enano solo en esta ocasión, antes de cerrar la puerta de la habitación escuche a Baekhyun.

-Chanyeol ya que vas a salir podrías traerme más fresas.

-Todas las que quieras.

Dije con una sonrisa forzada mientras un tick se hacía presente en mi ojo derecho, últimamente el a tenido antojos de fresas con mayonesa, para mi no fue agradable probar aquella extraña combinación, por que si Baekhyun me suplico probarlas y tuve que fingir para que no sintiera mal, y sin más salí a mi pequeña aventura nocturna.