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...Días después...

Jimin ya ni había visto a esos dos niños, por lo que pensó que los habían sacado o algo así, pero con la llegada de su hyung y esto, el se sentía mas tranquilo.

Hoy sus padres no estarían hasta las 6 de la tarde, por lo que tuvo la idea de invitar a Yoongi a su casa, quería estar con el.

— Joven Jimin — dijo su maestra sacándolo de sus pensamientos.

— Mande maestra.

— Le estoy preguntando si sabe el resultado de la ecuación

— Ah... — pensó un momento y calculó unos momentos — Si, es -3.

— Muy bien — si en algo era bueno, era en las matemáticas, ni siquiera sabe como es que les entiende.

(...)

— ¿Como te fue en las primeras cinco clases, hyung? — preguntó interesado.

— Ah~, estúpidos maestros y sus teorías tontas. Como dos maestros me pusieron un reporte por quedarme dormido en sus clases, odio estar al inicio de la fila.

— Que mal hyung, pero creo que deberías dormir mejor en tu casa. Por cierto, hablando de casa, quería ver si no vienes a mi casa, ahora te juro que no habrá nadie y cerraré la puerta con seguro.

— Eso me gusta, esta bien, iré.

— ¡Genial! — lo abrazó.

— Por cierto, que porquería venden aquí de comida, así ni ganas de salir al receso dan. Mejor vamos a mi salón — lo tomó de la mano y lo llevo con él.

Se aseguraron de que no hubiera nadie en el salón y entraron.

— ¿Porque me trajiste aquí?.

— Es que hace un año que no siento tu boquita junto a la mía, hace casi una semana que te vuelvo a ver y ni un piquito, los necesito, bebé.

— Es que no me los has pedido, pero ahora te voy a dar muchos besitos — dijo sonriendo y escondiendo sus ojitos.

— Ven, subete al escritorio, sigues estando muy bajito, bebé — dijo riendo.

— Es que no tome suficiente danonino.

— Aun así sigues siendo hermoso — le dio un besito para comenzar.

— No diga eso, hyung... — agachó la cabeza, pero Yoongi la levantó.

— ¿Porque?.

— No soy hermoso...

— Claro que lo eres, para mi eres el ser mas hermoso que he conocido, nunca dejes que te digan lo contrario, yo te amo, ¿porque tu no lo harías?.

— Yo también te amo, hyung.

Dejando de lado el tema, juntaron sus labios, después Yoongi empezó a saborear los labios carnosos de Jimin para luego introducir su lengua en la cavidad bucal del menor, extrañaba eso, poder besarlo así, con amor.

(...)

Acabaron todas las clases y salieron de los salones, para luego verse en el patio antes de salir de la secundaria.

— ¿Entonces te veo en mi casa a las 2:00?.

— Si, Jimin, ahí estaré.

— Genial, bueno, te veo al rato, te amo, hyung — dijo abrazándolo para luego irse.

— Yo también, Jimin.

El también salio después de el para encontrarse el auto de su madre afuera con ella dentro de el.

BullyingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora