CUATRO
-¿Estás bien?-me preguntó Zeke por sexta vez, el deje de preocupación en su voz permanente.
Asentí sin dirigir una sola mirada a mi mejor amigo, pues si llegaba a hacerlo mis ojos al igual que mi expresión demacrada me hubiera delatado.
-Si necesitas cualquier cosa, sabes de sobra que puedes contar conmigo, hermano. Aunque te parezca una tontería...-comenzó a hablar de una manera sentimental. Ese momento me recordó a nuestros primeros días en la Iniciación, cuando ambos estábamos perdidos y nos refugiamos en nuestra amistad.
-Te lo agradezco, hermano.-suspiré.-. Pero no quiero perder el tiempo mientras podría estar buscándola, lo que me recuerda que debo organizar los grupos para partir.
Iba a girar sobre mis talones para dirigirme fuera de la casa donde el matrimonio jubilado nos había acogido, mas Zeke enganchó mi codo con firmeza para llamar mi atención.- Eso no es problema, Uriah y yo nos hemos ocupado mientras descansabas.
Abrí los ojos con sorpresa, pero al mismo tiempo sentí como si me hubieran quitado un gran peso de encima, al menos uno de los muchos que cargaba sobre los hombros.
-Muchas gracias, Zeke. De verdad.-apoyé mi mano en el hombro de mi amigo y lo apreté en señal de agradecimiento.- ¿Vamos?
Su puño conectó levemente con mi pecho y con una sonrisa, respondió.-Vamos.
El matrimonio, Kika y Frank, nos ofrecieron un abrazo silencioso y una sonrisa rebosante de tristeza a modo de despedida. Sobraban las palabras para saber que ellos, al igual que todos, estaban preocupados por su seguridad y la estabilidad de Chicago.
Al salir, parecía que todos estaban preparados para marchar después de marcar algún punto en los planes. Sin hablar con Zeke, me adelanté a él y sin prestar atención a las cuantiosas miradas de reconocimiento que recibía, me acerqué a Will, uno de mis iniciados.
-Cuatro.-Me saludó con su usual sonrisa.-¿Sabes cuál es tu grupo?
Negué con la cabeza.-Por eso venía a preguntarte, para ver un poco el percal.
-Espera que busque tu nombre...
En ocasiones me extrañaba que personas como Will, procedentes de Erudición, no sintieran la más mínima duda de elegir bando. Al fin y al cabo, ha pasado su vida en esa facción y apenas era un osado cuando todo comenzó. Sin embargo, parecía muy convencido a ayudar a nuestra facción; supuse que también influía el hecho de su relación amorosa con Christina.
-Te toca en el grupo de Cordialidad.-Anunció el susodicho con un aire de satisfacción al encontrar mi nombre.
Fruncí el ceño con desagrado.-¿Y no podría ir con el otro grupo a Verdad? Una persona no marcaría la diferencia.
Will hizo una mueca.-De hecho, sí la marca. Estás asignado como líder en el grupo uno con Peter mientras que Christina y Zeke lideran en el grupo dos.
-Podemos cambiar posiciones.-Sugerí. No tenía nada en contra de Cordialidad, ni mucho menos. No obstante, prefería dirigirme a Verdad, una facción mucho más cercana a Erudición que Cordialidad. Quería estar cerca de Tris y llevar a cabo el plan que sus padres me encomendaron.
Will parecía reacio a ceder.-No puede ser. Al ser Chris de Verdad pensamos que tenemos más posibilidades de crear lazos con ellos. Además, quiere ver a su familia.
Y como siempre, todo estaba en mi contra. Una vez más.
Una mano se posó en mi hombro.-¿Tan poco quieres ir en mi grupo? Prometo portarme bien.
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Insurgente ¿Sin guerra?
FanfictionLa vida en Chicago no era la misma desde el día en que la guerra estalló. Ni siquiera sabía si a mi situación se le podía llegar a considerar vida. Había perdido la noción del tiempo y no ser capaz de distinguir entre la luz y la oscuridad me estaba...