CUATRO
A pesar de que la situación en la que me encontraba no era la más agradable del mundo, de alguna manera que no estaba seguro de ser capaz de explicar con palabras, la continua sensación de estar alerta, en movimiento, me hacía volver a casa.
No podía decir con exactitud cuando empecé a apretar mis puños para lanzarlos a cualquier persona del bando enemigo que se me cruzase, o cuando empuñe un arma en mi mano diestra, ansiosa por disparar. Cuando la situación requería violencia, inconscientemente mi sistema me hacía actuar como un robot recibiendo órdenes propias. Me convertía en una persona segura de sí misma y mi comportamiento pasaba a ser completamente objetivo.
-¿Dónde se han refugiado los abnegados?- Pregunté al aire cuando salí de la casa de los padres de Tris, mas solo los más cercanos a mi posición pudieron escucharme debido al estridente sonido de las balas.
-En la casa de Marcus, pero muchos han decidido dar la cara y defenderse.-Dijo Christina acercándose.- Sorprendente, lo sé.-Añadió al ver mi cara de incredulidad, y con razón tras ver el escepticismo que mostraron al principio. Eso no quería decir que no me alegrara, sin embargo.
-Encuentra a Uriah y que él y su equipo protejan a los que se hayan refugiado. Si rechista dile que le patearé el trasero como no obedezca.
Chris asintió con seriedad.-Está bien.
-Tú y tu equipo buscar en el resto de casas por si alguien se ha quedado desperdigado para llevarlo a la casa.-Antes de que pudiera seguir dando órdenes, nos agachamos al mismo tiempo cuando escuchamos disparos demasiado cercanos como para que no fueran dirigidos hacia nosotros.-Que Zeke se quede en posición de atacante y vaya coordinando a los abnegados que quieran luchar.
-Vale, tened cuidado.-Dijo ella antes de desaparecer corriendo.
Yo hice lo mismo, dando una voltereta por la superficie, llegué a una pared que me ocultó de los disparos. Cargué mi arma con un golpe sordo y después suspiré cerrando los ojos.
Obtendría respuestas, costase lo que costase.
Abrí los ojos y sin dudar un segundo comencé a disparar, apenas había balas que se perdían en el aire, pues solían impactar contra algún cuerpo.
-¡Protección a la izquierda!-Grité con todas mis fuerzas a la zona izquierda donde había uno de los grupos de abnegados contraatacando cuando pude ver bastante fuerza en contra.
-¡Cuatro, necesito ayuda por aquí!-Gritó uno de los osados que pertenecía al grupo de Zeke.
Corrí vigilando mis espaldas en todo momento hacia el grito de ayuda y al llegar no dudé en atacar de lleno en la nunca de uno de los eruditos que tenía atrapado a una chica abnegada, provocando que este cayera al suelo con un gemido de dolor. Antes de que él pudiera devolver el golpe, de una patada la chica apartó en arma de su mano.
-Si fueras tan listo como tu gentilicio lo dice, sabrías que existe un 90% de probabilidades de que te ataquen por detrás si solo te centras en el frente, listillo.-Le dije desde arriba observándole con indiferencia. Luego, sin apartar la mirada estampé mi pie contra su cabeza, haciendo que su cráneo rebotara contra el suelo y quedara en estado inconsciente; o al menos eso esperaba al ver sus ojos cerrados.
-Eso ha sido demasiado de película.-Comentó la chica abnegada un tanto afectada por lo que acababa de pasar.
Me encogí de hombros mientras intentaba recuperar la respiración para poder volver al ataque.-A veces hay que tomarse este tipo de situaciones con humor si entra en tus planes mantener la cordura por un largo período de tiempo.
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Insurgente ¿Sin guerra?
Fiksi PenggemarLa vida en Chicago no era la misma desde el día en que la guerra estalló. Ni siquiera sabía si a mi situación se le podía llegar a considerar vida. Había perdido la noción del tiempo y no ser capaz de distinguir entre la luz y la oscuridad me estaba...