—El sistema de facciones se implantó para que todos tuviésemos un lugar en esta sociedad, para que cada uno de nosotros cumpla su función. Los que no aporten al progreso de nuestra civilización, cooperarán o serán eliminados. Erudición cree en la importancia de criarse en un entorno intelectual y osado, por lo que daremos una oportunidad a los niños sin facción de hasta quince años para acudir a la sede y ser integrados. No os opongáis a las facciones, no os opongáis a Erudición...
—¿No te parece raro que específicamente los eruditos quieran dar una oportunidad a los sin facción para que puedan entrar en alguna facción?
Sorteé una de las muchas rocas que había en el camino inestable. Se notaba que ya estábamos saliendo de los límites de Chicago para entrar en Cordialidad, la facción más alejada y subdesarrollada de todas. Como tampoco solían quejarse ni discutir por nada, ni si quiera los caminos se habían llegado a asfaltar. Parecía que habíamos cambiado completamente de lugar.
—Además, sé leer entre líneas y obviamente ha mandado un mensaje a todas las facciones cuando ha dicho que todos deberán aportar algo a Chicago.—la chica que no paraba de mencionar todo lo ocurrido esta mañana rechistó.—¿Quién se cree? Todos ayudamos a nuestra manera. Parece que se ha tomado muy en serio lo de facción antes que la sangre.
Apreté los puños con tal fuerza que los nudillos se tornaron blancos. No quería gritar, no quería discutir y mucho menos no quería pelear con nadie, no era momento ni lugar.
—Cállate ya.—le soltó Cam para sorpresa de todos, incluso para la mía.
Sinceramente, no habíamos hablado mucho desde el mensaje de esta mañana que hizo que siguiéramos nuestro camino inmediatamente después. Tenía miedo de volver a romperme si le comenzaba a dar muchas vueltas. Se sentía tan lejana...
Me aclaré la garganta.—Nos falta media hora de caminata. A estas alturas todos los cordiales deben de estar cenando. No hace falta ni mencionar que quiero comportamiento, no sois tontos para saber de sobra que los cordiales nos acogerán siempre y cuando sepamos a adaptarnos a su personalidad pasiva y desinteresada. Como alguien cause problemas estos días va a ser el que se presente solito en la sede de Erudición para ver si tiene suerte y arregla las cosas por su cuenta.
No esperaba que nadie dijera nada, y así fue. Ni si quiera Nicholas parecía tener ganas de soltar chorrada alguna. De hecho, se mostraba pensativo, mirando hacia delante sin ver realmente nada.
—¿Me has escuchado?—me acerqué a él.
Nick alzó la vista y me observó por primera vez como una persona cuerda y seria. Asintió.—Comportamiento y tranquilidad.
—Bien...—volví a sortear otra roca mientras me metía las manos en los bolsillos.
—Cuatro, estoy asustado.—las palabras provenientes de la voz ronca de Nick me hicieron parar unos segundos.
Parpadeé rápidamente.—Todos lo estamos, pero no tendremos problemas, en verdad los osados en Verdad deben estar pasándolo peor ahora mismo.
Nichola negó.—No me refiero a eso, estoy asustado por Tris.
—No quiero hablar de ello.
—Yo también pienso que deben haberla manipulado.—dijo mirando al suelo mientras reanudamos la marcha.—No la conozco prácticamente nada, pero cuando nos encontramos por mi cabezonería, lo que más recuerdo es su mirada. Dios, estuve a punto de mearme encima cuando me miró con esa fiereza. Nunca vi una mirada tan salvaje y segura al mismo tiempo.
—¿Por qué coño me cuentas esto?—todo mi cuerpo estaba en tensión, imaginándome esa mirada tan familiar para mí.
—Porque ese tipo de miradas no se apaga fácilmente, y sin embargo, no encontré más que vacío en ese vídeo. Yo lo he notado, Cam lo ha notado.—en ese momento, le lancé una mirada a Cam, quien iba por detrás de nosotros. El chico estaba destrozado, con los ojos llorosos de haber llorado todo el camino.— Y tú más que ninguno lo ha notado.
No parecía estar hablando con el mismo Nick de siempre.— Antes debemos encargarnos de Cordialidad.—intenté sonar frío sin mirar a nadie.
—Creía que querías ir a por ella costara lo que costara.—dijo con un deje de confusión en la voz.
—Y quiero, pero tenían razón; no estaba pensando con frialdad. Seguramente estén esperando que haga una cosa tan suicida como esa, mi cara estará por toda osadía ahora mismo. Me matarían en cuando pusiera un pie en los alrededores y Tris me necesita vivo.
Nick se quedó callado durante unos minutos. Al final, asintió dirigiéndome por fin una mirada.—Bien, pero prométeme que cuando decidas huir a por ella me llevarás contigo.
Rodé los ojos.—Primero debes a aprender a intentar hacer daño con una cuchara.
—¿Me lo recordarás hasta el día de mi muerte?—preguntó con un fingido dolor.
Me permití sonreír sin que esa felicidad llegara a mis ojos.—Sigue caminando.
Al menos parecía haberle dejado más tranquilo, no podía dejar que nadie saliera con aire de súper héroe a Erudición para crear otro disgusto más. De esa parte me encargaría yo personalmente.
No tardamos mucho en visualizar las numerosas pero tenues luces que alumbraban todo el complejo de Cordialidad. La tierra predominaba por todo el terreno silvestre lleno de cultivos y vegetación en general. A la izquierda, una cúpula de cristal con forma de invernadero resguardaba a todos los cordiales que se encontraban cenando en comunidad, una música acompañada de palmas y voces resonando hasta donde estábamos.
—Recordad, no estamos en osadía, nada de violencia.
Nos acercamos en silencio, nuestras botas hundiéndose en el barro y dejando un rastro de huellas. Yendo todos de negro y con colores tan lúgubres en comparación con los ropajes de colores claros de los cordiales, nos veíamos como un grupo que íbamos de luto.
En cuanto fuimos entrando al recinto donde todos cenaban, la multitud se quedó en un silencio tenso, la música paró al instante. Las miradas no eran cordiales en absoluto, sino que nos miraban cómo si no pudiéramos traer nada bueno.
Y tenían razón. Solo podíamos traer problemas.
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Son las nuevee de la nochee y no he estudiado nadaa, pensando en divergentee loca voy a parar.
Ey que pasaaaaaou
Este es el capítulo más ramdom de toda la historia. No tenía pensado subir nada hasta navidades y hoy, yo, las más estresada de mi casa ha entrado en wattpad en su descanso de estudios de cinco minutos y ha terminado escribiendo un capítulo de "Mírame, Heather" (en mi perfil ;) ) y otro capítulo de Insurgente.
Por fiin hemos llegado a Cordialidaad, vivaaa que ya era hora crack Cuatro.
Espero que os haya gustado el capítulo aunque no tenga mucha chicha, se descubre una faceta nueva de Nick muy mona y achuchable.
F en el chat por la pobre Tris
Hasta la proxiiimaa personas bien hechaas!
-Luuuh
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Insurgente ¿Sin guerra?
FanfictionLa vida en Chicago no era la misma desde el día en que la guerra estalló. Ni siquiera sabía si a mi situación se le podía llegar a considerar vida. Había perdido la noción del tiempo y no ser capaz de distinguir entre la luz y la oscuridad me estaba...