Tris Prior
Me centré en observar todo mi entorno en cuanto mis ojos fueron capaces de abrirse, mas deseé no haber abierto estos en la vida al contemplar tal atroz escenario.
Sabía perfectamente dónde me encontraba. Podía distinguir por completo el gris predominante entre todas las llamas que se alzaban con ferocidad a mi alrededor, como si fuera un reto de grandeza y poder. Me resultaba prácticamente imposible vislumbrar algo más que el rojo llameante y el gris pálido abnegado, pero el sonido de los gritos de horror y el olor a humo provocaron que me mantuviera alerta.
¿Qué estaba ocurriendo? ¿Cuál era el punto de esta simulación?
Repentinamente, en el círculo de fuego que había delimitado mi movimiento y espacio por la sede abnegada, aparecieron varios figuras que pude reconocer casi al instante.
-¿Mamá?¿Papá?¿Caleb?-Dije sus nombres con incertidumbre y sorpresa como si no me entrase a la cabeza que los estuviese viendo juntos de nuevo, aún siendo en esa situación deplorable.
Me fijé con detalle las lágrimas predominantes en sus rostros, la decepción y tristeza marcando sus facciones demacradas.
-¿Qué has hecho, cariño?- Mi madre fue la primera en hablar con la voz rota.
El impacto que me causaron sus palabras provocaron que irremediablemente diera un paso hacia atrás.- ¿Qué?
-Lo has estropeado todo...- Intervino Caleb, su voz sonando extraña a mis oídos.
Esto no es real, esto no es real...
-No debiste abandonarnos.- Añadió leña al fuego mi padre, con la melancolía marcando su rostro.- Esto podría haberse evitado.- Dijo mientras los gritos de ayuda no dejaban de llenar el ambiente junto con el sonido de las llamas engrandeciéndose.
-Esto no es real...-Me dije a mí misma, sujetando mis sienes con mis dedos.
-Esto es real, Tris.- Dijo mi madre con una sonrisa llena de dolor para que a continuación los tres hicieran lo que menos esperaba.
Lanzarse al fuego.
-¡No!-Exclamé con terror, viendo como mi familia empezaba a gritar desesperadamente mientras eran consumidos por el fuego.
Me impulsé hacia delante con la intención de adentrarme en el mismísimo infierno para salvarlos, pero unas fornidas manos atraparon mi cuerpo con brutalidad, impidiendo que pudiera moverme.
-¡Suéltame, bastardo!- Grité con furia pataleando con todas mis fuerzas, pues mis muecas estaban atrapadas.
-Cálmate, Tris.
El aire de mis pulmones salió de golpe como si lo hubiera estado reteniendo durante mucho tiempo. Me quedé en un estado de shock al mismo tiempo que trataba de asimilar el tono de voz ronco de Cuatro tan cerca de mi persona. No obstante, la calidez que el solía irradiar cuando estaba cerca de mí...no estaba.
-¿Lo ves?-Me preguntó refiriéndose a los abnegados sufriendo a lo lejos.- ¿Los ves? Están pagando las consecuencias, tus consecuencias.- Sus labios se acercaron a mi oído, yo había apartado la vista de mi familia.- Mira a tu alrededor, Tris. Observa todo lo que tus decisiones han causado. Todo esto es tu culpa.
Mis ojos picaban a causa del humo junto con las lágrimas que amenazaban con salir.-Eso no es verdad. Esto es una simulación.
-Puede ser.-Dijo con un tono divertido.- Pero, ¿quién dice que no estemos proyectando lo que está ocurriendo en estos momentos en Abnegación?
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Insurgente ¿Sin guerra?
Fiksi PenggemarLa vida en Chicago no era la misma desde el día en que la guerra estalló. Ni siquiera sabía si a mi situación se le podía llegar a considerar vida. Había perdido la noción del tiempo y no ser capaz de distinguir entre la luz y la oscuridad me estaba...