CUATRO
-¡Venimos en son de paz!-exclamó Peter alzando las manos al aire.-. Podemos hacer que nunca nos hemos visto y seguir cada uno por su lado.
No obstante, ningún abandonado parecía estar dispuesto a levantar la bandera blanca entre los dos bandos; es más, las ganas de una buena pelea se olía a leguas.
-¡No tenemos comida si es lo que queréis!-Intervino el erudito, por decir algo, de Nicholas.
-Cállate.-Le advertí, encontrando más amenaza en mis ojos alarmados que en mi voz serena. Con un par de gestos el chaval entendió que él ni si quiera debería estar en primera fila ya.
-¿Cuánto?-preguntó Peter, manteniendo la expresión seria.
Eché la vista hacia atrás unos segundos apenas perceptibles.-Un minuto.
Asintió y volvió a la carga con sus intentos de apaciguar el ambiente entre ambos bandos.-¿Por qué no podemos hablar como personas civilizadas y llegar a un acuerdo común?
Otra roca llegó cerca de nuestros pies.
-Porque no están civilizados.-masculló una osada detrás de nosotros.
Finalmente, Cameron se acercó y se colocó a mi derecha, preparado para lo que podía ser una pelea sangrienta.
-¿Algún consejo?-me preguntó sin apartar su mirada grisácea de el tumulto de abandonados que se iban acercando a nosotros. Mientras tanto, Peter seguía cumpliendo su función a rajatabla, gritando algún que otro comentario de paz en un intento nulo de omitir la riña.
-En general son unos brutos, atacarán de frente. Intenta despistarlos para poder golpearles desde un costado o por atrás y mantén tus reflejos alerta, suelen llevar objetos punzantes y letales con ellos.-le dije apretando la mandíbula, aún debía aprender a olvidar las diferencias con Cam, aunque fuese por unos segundos.
El chico asintió, notablemente nervioso por los movimientos involuntarios de sus manos.
-Ya te puedes mantener con vida, te perseguiré al infierno si después de haberte intercambiado por Tris mueres por una pelea insignificante.-le advertí con severidad, siendo consciente de la repentina sorpresa en sus facciones. Sin tener al tiempo de nuestro lado, desvié mi atención a Peter.-Listo.
Me resultó incluso gracioso como en un solo segundo la expresión de Peter cambió a lo bestia. Su seriedad fingida se transformó en un suspiro en una sonrisa socarrona, dejando salir su ya familiar personalidad burlona y pasota.
-En serio, sois unos sosos. Unos buenos comentarios hubieran aumentado la tensión entre nosotros y esta batalla hubiera tenido un poco de sentido.-dijo el susodicho con las manos en sus caderas. Suspiró.-. En fin, qué se le va a hacer, quién nace abnegado muere...Uy, creo que me he equivocado de frase.
-Es suficiente.-hablé al empezar a escuchar la verborrea de Peter. No estaba para escuchar una de sus charlas, ni ahora ni nunca.
Se encogió de hombros en un gesto indiferente y en seguida se notó el cambio de atmósfera, mi cuerpo se puso en tensión en cuanto lo noté. Estaba listo.
Obviamente, fue un sentimiento que no solo se instaló en mí, sino en todos los presentes. Rebosantes de ansía, llenos de deseo por desquitar las penurias que probablemente hayan atravesado durante su estancia en tierra de nadie, los abandonados no duraron ni un latido en lanzarse hacia nosotros.
Mala idea para ellos, ventaja para nosotros.
Apreté el puño varias veces, como si quisiera avisarle de alguna manera que estuviera preparado. Impacté con la primera nariz que encontré en el camino, llevando a un hombre directo al hoyo de la inconsciencia.
Sin tiempo a enorgullecerme por mi efectividad, alzo el codo a la altura de la mandíbula de una mujer, provocando que mi codo se adormeciera por el golpe.
-Mierda, odio esto.-maldije, utilizando el pie para impactarlo contra la espinilla de la misma chica para que esta pierda el equilibrio. No obstante, antes de cumplir mi objetivo, consiguió conectar su puño en mi ojo. Joder.
-¿Estás bien?-preguntó Peter entre todo el caos. Su cara estaba libre de violencia a excepción de un hilo de sangre que caía de su labio.
Asentí.-Agáchate.
Peter no vaciló ni un segundo en hacerme caso, pudiendo coger el puño del abandonado justo en pleno movimiento. Teniéndolo agarrado, mi compañero se incorporó y sin perder tiempo estrujó la piel del brazo con sus propias manos, disfrutando los agonizantes aullidos del hombre. A veces, Peter era un tanto morboso.
-Adiós.-Dijo el susodicho notablemente divertido antes de empujarlo al suelo, donde el continuo movimiento de la gente se encargaría de que no se volviese a levantar durante los próximos minutos.
Antes de que pudiera reaccionar, una fuerza repentina hace que yo y mi atacante terminemos en el suelo. Entrecerré los ojos en una mueca al impactar contra el suelo y clavarme pequeñas piedras en la espalda.
Dando gracias a mis reflejos, soy capaz de girar la cabeza antes de que un cuchillo golpeé la tierra, levantando una fina capa de polvo. ¿Dónde estaba Peter? Probablemente la multitud lo había engullido, o solo quería dejarme morir.
-¡¿Cuatro?!- exclamó una voz familiar.
En ese momento dediqué un segundo para poder observar el rostro de mi contrincante, terminando con el gesto desfigurado.-¿Nicolas?-no podía salir de mi asombro.
-¡Perdón!- Casi de inmediato se levantó con el rostro horrorizado. De hecho, había dejado caer el cuchillo a mi alcance.-Dios, no sabía que eras tú, yo solo...
Aún en un estado de trance por pensar que podría haberme matado en un despiste, me alegro por una parte al recordar que el plan de atacar por detrás había funcionado, ya que de no ser así, Nicolas no estaría aquí.
-Pero mira que eres tonto.-me permití insultarle, el sonido de la lucha ya no era tan intenso, pero debíamos seguir atentos. Al parecer lo teníamos controlado.
Como si el karma hubiese actuado casi al instante después de pensar eso, el cuerpo de Nick es empujado con brutalidad, logrando que desaparezca de mi campo de visión. Después, un cuerpo se coloca encima de mí, esta vez no era de mi bando.
Sin embargo, definitivamente hoy no me tocaba morir, pues unos momentos de indecisión más tarde, supe que toda la pelea había llegado a su fin.
-¿Tobías?-preguntó mi madre desde arriba, paralizando casi al instante el ataque de todos los abandonados.
Mierda.
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Holiwiwiis
Como se veía venir, no publiqué el capítulo cuando lo prometí, en serio que acepto cualquier tipo de comentario violento por esta razón.
Cada vez me cuesta más escribir un capítulo de esta historia porque siempre me apetece más seguir escribiendo historias que no están basadas en una ya conocida, es decir, historias completamente mías. No obstante, fuera dramas, no pienso abandonar la historia solo por eso, nunca os abandonaría :3 Esta historia tendrá su merecido final para vosotros y vosotras.
¡Nos leemos!
Luhh
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Insurgente ¿Sin guerra?
Fiksi PenggemarLa vida en Chicago no era la misma desde el día en que la guerra estalló. Ni siquiera sabía si a mi situación se le podía llegar a considerar vida. Había perdido la noción del tiempo y no ser capaz de distinguir entre la luz y la oscuridad me estaba...