CAPÍTULO 03

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CUATRO

Dejé de intentar disimular el temblor frenético de mis manos mientras sujetaban el arrugado papel cuando finalmente Christina se rindió y se retiró del cuarto, dejándome solo sentado en una mesa con los nervios a flor de piel.

Escuchar las palabras del muchacho que supuestamente había sido enviado por Tris me habían provocado unas ganas incontrolables de estrangularlo. De nuevo, ella se había sacrificado por el otro. El chico que se llamaba Nick pero yo le llamaba Nicolas porque sabía que le molestaba, me comentó que Tris le había ayudado a salir de la sede erudita, reconociendo su gran torpeza y la inmensa suerte que tuvo de cruzarse en su camino. Después, para rematar la sorpresa me contó que antes de ser capturada ella le entregó un pequeño papel y le pidió que me lo llevara a mí y me dijera que ella había dicho que le entrenase para cuando ella volviera.

Un cuento demasiado acorde a la personalidad de Tris pero demasiado sospechoso viniendo de un chico de la misma Erudición. Nicolas me aseguraba que fue un erudito que no estaba de acuerdo con el nuevo plan de su facción y al igual que muchos se revelaron y al ser una gran minoría acabaron en prisión, mas era complicado confiar en alguien a esta altura del capítulo.

Por si no fuera poco, cuando Chris y yo nos enteramos de que ese papel era una carta para mí ella insistió en leerla por si había algo crucial para rescatarla. No obstante, me negaba completamente a que ella investigara en los sentimientos de Tris si era una carta hacia a mí. Ella siguió replicando que era su mejor amiga pero terminó desistiendo cuando le dije que le enseñaría la carta si había algo importante después de leerla yo mismo.

No podía alejar la mirada del dichoso papel que comenzaba a arder en las palmas de mis manos. Por una parte, me moría de ansia por descubrir cuáles eran las palabras que Tris me enviaban, mas por otra parte un miedo me invadía por si ella seguía sana y salva. Pero debía hacerlo, debía abrir esa carta de una vez por todas o podría ser demasiado tarde para ella.

Me armé de valor y levanté mis hombros para a continuación ir desplegando el papel sin prisas. La caligrafía redondeada y cuidada de Tris invadía cada hueco del papel, como si hubiera querido aprovechar todo el folio y aún así haberse quedado sin hueco para escribir todo lo que ella quería.

Suspiré.


Cuatro:

Puedo llegar a ser tan patética a veces, como ahora, sin saber cómo demonios comenzar una mísera carta. Es irónico como he conseguido afrontar verdaderos problemas y como ahora un trozo de papel mal recortado va a traerme dolores de cabeza. Sin embargo, aún sin saber el empiece y el final de esta carta, no puedo echarme atrás después de casi meterme en un lío siendo descubierta al robar un papel y un bolígrafo de uno de los guardias. Resulta que una de las pocas cosas permitidas en esta celda es la papiroflexia. Sinceramente, no tengo la más mínima idea de si esta carta llegará a tus manos algún día. Espero que no llegues a leerla por la razón de que en ese instante estaré allí a tu lado y no harán falta unas simples palabras en unos renglones torcidos. No obstante, si llega es que Pearl, una guardia aliada en Erudición, consiguió escapar y cumplir su recado, lo que al mismo tiempo significa que tú estarás sano y salvo. Estoy preocupada, Cuatro. Tengo miedo de que nunca leas esto porque...porque ya no estés vivo. Nunca había sentido esta horrible sensación de incertidumbre por saber si la persona que más quieres está bien o no. Podré sonar estúpida o infantil, mas mi madre solía contarme que cuando tienes una gran conexión con una persona es como si sus dos corazones fueran uno; si uno de ellos sufría el otro podía sentir la agonía de su compañero como si fuese su propia alma la que rompía en llanto. Y cuando de un momento a otro te quedas sin ningún ancla sólida a la que aferrarte, me gusta pensar que lo que ella me decía es verdad. Dios, esto es demasiado profundo hasta para mí, espero que no te estés riendo por la parrafada que acabo de soltar, pero me es imposible volver a repetir en otro papel.

Insurgente ¿Sin guerra?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora