-Oppa, ¿Puedo pasar?- seguí tocando la puerta pero no obtenía respuesta, ¿Seguirá dormido? Pero si ya son las cinco de la tarde....¿Quién se cree que es, Yoongi Oppa?.
Abrí la puerta y efectivamente mi hermano se encontraba medio muerto sobre su cama, moví un poco su cuerpo y me acosté a su lado.
-¡Jung HoSeok!!- grité lo más fuerte que pude mirándolo con atención, como lo esperaba se cayó de la cama.
-¿Qué pasó, estás bien, te lastimaste, volviste a inundar la casa?- preguntó torpemente mientras se levantaba.
-¡Yo no inundé la casa!- alegué recargando mi espalda en la cabecera- Además, prometiste no volver a mencionarlo- dije y él comenzó a reír.
-Guardaré tu secreto no te preocupes- se sentó a mi lado- ¿Qué te trajo a mi habitación pequeña Jung?- acomodé mi cabello con mis manos temblorosas debido a los nervios.
-Te contaré una historia- enarcó una ceja confundido- No puedes hablar hasta que yo terminé de contarla, ¿lo prometes?- el ladeó la cabeza.
-No prometeré nada, solo te puedo asegurar que intentaré mantenerme callado- asentí conforme con su respuesta.
-La historia comienza con una niña de 13 años, una niña inocente que cree en el "felices para siempre", una niña que ama las clases al igual que ama todos los libros que se encuentran guardados en su estantería, una niña que cree que en los cuentos de hadas, una niña tonta e ingenua, una niña inocente y manipulable. Esa niña se enamora de un chico totalmente opuesto a ella, esa niña estuvo enamorada de él durante dos largos años a pesar de que su mejor amiga le dijera que no era bueno para ella. La niña en el fondo sabía que todo lo que su amiga decía era cierto pero prefería vivir en su burbuja, en una ilusión tan tóxica y distorsionada en donde todo es felicidad, donde ella es una princesa y él es su príncipe azul. Entonces llegó ese día....-
-Yi-ah- advirtió mi hermano.
-Por favor, déjame terminar- supliqué secando la lagrima que resbalaba por mi mejilla- Ese día la niña tonta discutió con su mejor amiga por culpa de el chico estúpido; es decir el chico del que estaba enamorada, se armó de valor y confesó sus sentimientos al chico. ¿Qué consiguió? Una de las más grandes humillaciones de su vida, esa niña tonta se convirtió en una persona insegura de si misma, una persona tímida y antisocial, que prefiere vivir escondida entre las sombras antes de socializar por miedo a ser nuevamente rechazada. Por suerte ella tenía una hermosa familia y una grandiosa mejor amiga que la ayudaban con todo, que la hacían sentir querida y sobre todo que la valoraban- las lagrimas seguían su camino por mis mejillas y la mirada de mi hermano ya no era una divertida como la que tenía hace unos minutos atrás.
-Listo la historia acabó, ahora regresa a tu habitación- su tono de voz era frío, odia que hable de esto, prácticamente está prohibido que yo saque este tema pero ya no me callaré más.
-Pues lo siento Jung Hoseok, pero aún no termino y tú escucharás todo lo que tengo por decir- gateé sobre la cama hasta posicionarme frente a él- El tiempo pasó, la niña ahora tenía 17 años, su hermano la convenció a asistir a una fiesta, fiesta a la cual se arrepintió de haber ido, ese día ella se sentía como un extraterrestre, simplemente no encajaba en esa fiesta, ella intentó copiar lo que los demás hacían por lo que cuando su hermano se alejó de ella por unos segundos ella aprovechó para comenzar a tomar al igual que las personas a su alrededor, era la primera vez que ingería una gota de alcohol, tomó tanto que terminó borracha contándole todos sus problemas a la primera persona que encontró. El nivel de alcohol no le permitía ver con claridad por lo que cuando una chica se le acercó no la reconoció en lo absoluto, le confesó que a sus 17 años de edad jamás había dado su primer beso y mucho menos había tenido novio, le contó lo mal que se sentía. Su hermano llegó y la llevó a casa. Todo parecía estar bien, jamás volvería a ver a esa chica... Al menos eso fue lo que pensó pero lastimosamente no fue así, esa chica resultó ser una de sus compañeras de clase, la típica chica popular que le enorgullece humillar a los demás y no fue la excepción con la niña tonta, se lo dijo a toda la clase, algunos se rieron otros la miraban con lastima y los demás hacían comentarios sobre ella- mi voz se quebró mientras contaba la historia.