Por instinto intenté alejarme pero eso solo ocasionó que el aplicara mas fuerza en el agarre de mi muñeca.
-¿Qué es lo que quieres?-pregunté con firmeza, una firmeza que no se de donde salió.
-¿Enserio lo estás preguntando?- su tono de voz sarcástico no ayuda en este tipo de situaciones.
-¿Y qué es lo que quieres que te responda?, No sé, mi cabeza está hecha un lío en estos momentos, no es justo que juegues de esta manera conmigo, primero peleamos pero al día siguiente vienes y me besas y después me haces esa pregunta que no me ha dejado dormir bien en dos días. Probablemente para ti todo esto sea un juego muy divertido pero para mi no lo es, a mi si me afecta; así que para esto de una vez por todas, ya estoy harta de esta situación y si te estaba evitando era por algo ¿No crees?- espeté enfadada de todo, volví a intentar deshacerme de su agarré pero esta vez con más brusquedad, resoplé molesta al ver que no había conseguido nada- Déjame salir de aquí- gruñí al no obtener ningún tipo de respuesta de su parte- ¿Qué es lo que quieres de mi, por qué no vas a molestar a otra persona? Te aseguro que en mi casa encontrarás a una presa perfecta- sonreí con falsedad.
- ¿Tan cruel me crees como para jugar con algo como eso?- preguntó haciendo contacto visual conmigo, toda la seguridad que había demostrado segundos antes desapareció por completo al mirarlo a los ojos, esos hermosos ojos que en estos momentos se muestran inexpresivos.
-No lo sé dímelo tu- logré salir del trance en el que me había metido debido a su mirada.
-¿Sabes qué? Tienes razón, soy una persona horrible y detestable que juega con los sentimientos de los demás, olvida la pregunta ya no me interesa escuchar tu respuesta- soltó mi muñeca dejándome totalmente libre, se alejó de mi haciendo que el frío en la habitación volviera a hacerse presente.
Salí lo antes posible y corrí hacia la habitación de invitados con la respiración agitada y el corazón latiendo a mil por hora.A la mañana siguiente no necesité evitar a nadie ya que ni siquiera salió de su habitación.
-¿Ya te vas?- preguntó el señor Jeon al verme bajar las escaleras con mi mochila en el hombro.
-Si, Enserio muchas gracias por el alojamiento, ¿Y la señora Yongsun?- pregunté al no verla por ninguna parte.
-Salió a comprar algunas cosas para la comida- respondió.
-¿Podría agradecerle de mi parte y decirle que fue un gusto pasar tiempo con ella?-el señor Jeon asintió con una sonrisa, salí de la casa y al ver el auto de mis padres estacionado enfrente sonreí. Corrí hacia mi casa la cual se encontraba sorpresivamente limpia debido a las habilidades de mi madre.
-¡Mamá, Papá!- los abracé con fuerza como si no los hubiera visto en mucho tiempo, me contaron todo lo que hicieron en Gwangju y como estaban mis abuelos.
-Hay algo que debes saber- la seriedad en el rostro de mi padre no me inspiraba confianza.
-Debido al alto nivel académico que tienes fue posible transferirte a otra universidad, se que estuvo mal hacerlo sin tu consentimiento así que es entendible que estés molesta puedes gritar todo lo que quieras- ¿Por qué mi vida no puede volver a ser normal y tranquila como antes?.
-No quiero, no quiero otra escuela nueva, no conoceré a nadie y estaré sola- me negué aterrada ante la idea.
-Conocerás nuevas personas, harás nuevos amigos- miré a papá enojada.
-No es tan sencillo como tu crees, ya no tendré a Sun, ni a Hobi, tampoco tendré a esos seis chicos que han logrado convertirse en personas muy importantes para mi- revolví mi cabello con frustración.