-Apúrate, llegaremos tarde a la siguiente clase- solté un bufido ante el cuarto llamado de HaRu.
-Como tu no tienes que caminar con esto- murmuré molesta.
Había convencido a mis padres para que me dejaran asistir a la Universidad, ahora mismo emprendíamos camino a la biblioteca para pedir prestado un libro que necesitamos para la última clase del día.
-Si sigues rodando los ojos y haciendo muecas tu rostro quedará deforme- canturreó con diversión.
-Tonterías- farfullé.
-La vida es mejor si la ves con una sonrisa- fruncí mi ceño- ¿Podrías hacerme saber a que se debe tu mal humor?- inhalé y exhalé lentamente tratando de tranquilizarme.
-Estoy nerviosa, por fin decidí hablar con Jeon hoy, después de eso todas las consecuencias caerán sobre mi como si de una cubeta de agua helada se tratase- HaRu me abrazó.
-Todo estará bien, te ayudaré a resolver todo lo que te acongoja y te ofreceré mi apoyo para que no vuelvas a sentirte sola- sonreí agradecida.
-Eres genial.
-Lo sé, ¿Con quién crees que estás hablando?- y de esa manera mi querida amiga rompió ese momento lindo y especial que acabábamos de crear.
....
-No te traje hasta aquí para que te quedaras parada observándolos- HaRu me miró recriminatoria mente cruzándose de brazos.
-No los quiero interrumpir- me excusé.
-Pues si no lo haces tu lo haré yo, y sabes que hablo enserio- cerré mis ojos por unos segundo recobrando la valentía suficiente para caminar hacia allá.
-Salí lo más rápido posible de la cafetería cuando me llegó el mensaje de que habían llegado- una agitada Sunie llegó a nuestro lado.
-Que bueno que ya estás aquí, a ver si tu logras convencerla de ir hacia ellos.
-Yi, dijiste que lo harías ¿Qué es lo que te impide cumplir con tu palabra?- mi cobardía.
-Pensándolo bien puedo esperar a que llegue a casa- di media vuelta escapando pero enseguida el cuerpo de HaRu me lo impidió.
-Lo siento pero no permitiré que des marcha atrás, o vas tu o yo llamo su atención a mi manera- al sentirme presionada terminé por asentir.
-Bien, iré yo- dije en un hilo de voz.
-Espera, llevémonos a EunMi primero, creo que eso sería lo mejor- HaRu asintió ante el pedido de Sunie y ambas salieron del escondite en el que estábamos, es decir, detrás del edificio de administración de empresas.
Miré las muletas, gracias a estas no podré huir despavorida cuando termine de decir todo lo que tengo estudiado.
Dirigí mi mirada hacia enfrente, no vi por ningún lugar a mis amigas ni mucho menos a EunMi, tragué el gran nudo que tenía en mi garganta, esta se encontraba seca y mi estomago estaba revuelto.
Caminé lo más rápido que mis muletas me permitieron, me detuve al estar a unos cuantos pasos de distancia, su vista estaba concentrada en su celular, carraspee llamando su atención.
Su rostro fue un completo dilema, a primera instancia su mirada reflejó confusión, luego sorpresa, después me sonrió pero al ver las muletas me miró con preocupación y todo en cuestión de segundos, fue extraño.
-¿Estás bien, qué le pasó a tu pie, con qué te lastimaste, te duele, por qué no me lo dijiste antes?- tantas preguntas y cero ganas de responderle, ¿ahora si te preocupas por mi, finalmente recordaste que existía?