-Los encontraré y asesinaré con mis propias manos, solo espera a que los encuentre- murmuraba HaRu con ira.
Miré a Sun quien se encontraba profundamente dormida en el sillón con la cabeza recargada en el regazo de mi hermano, ella cayó rendida en cuanto subimos al auto.
-¿Podrían decirnos claramente lo qué pasó?- demandó Yoongi Oppa.
-Solo quiero subir a descansar- pedí, me sentía tan débil, toda la adrenalina se había esfumado dejando cansancio en su lugar.
-Llevaré a Sun a mi cuarto- habló mi hermano, la cargó con delicadeza y subió con ella las escaleras.
-Vamos te llevaré a tu casa- el cansancio no me impidió sonreír emocionada al escuchar las palabras de Yoongi Oppa hacia HaRu.
-Estoy tan cansada y mi pie duele que no me opondré-se despidió de mi- Yisee.
-Mmh.
-Mis zapatos- lloriqueó y yo sonreí.
-Ya comprarás otros nuevos y más bonitos- dije y ella asintió.
-Eso espero- y sin más salió por la puerta acompañada por Min. Cerré mis ojos.
-Sube a tu habitación, te quedaras dormida en el sofá- gruñí, tenía tanta flojera que realmente estaba considerando la idea de dormir aquí, aún si eso implicaba amanecer adolorida, extendí mis brazos hacia él- ¿Me llevas?- pedí como niña pequeña aun con los ojos cerrados y con un puchero en los labios.
-¿Por qué debería hacerlo?- fruncí mis labios molesta, no era esa la respuesta que quería escuchar.
-Porque eres una muy buena persona- contesté después de unos segundos.
-Respuesta incorrecta- no quería abrir mis ojos y toparme con esa sonrisa burlona tan característica de él.
-¡JungKookie!- me quejé, pude sentir sus pasos acercarse.
-¿Cómo me dijiste?- preguntó, sentí mis mejillas calentarse al darme cuenta de como lo había llamado. Jamás en mis casi 19 años conociéndolo lo había llamado así, siempre era por su apellido o en dado caso por su nombre.
-Jeon- respondí rápidamente, si antes no quería abrir mis ojos ahora menos, la vergüenza no me permitía hacerlo.
-Mintiendo no conseguirás que te lleve arriba- volví a gruñir con molestia, abrí mis ojos.
-¡Yah! Eres el peor novio que pude haber tenido- otra sonrisa volvió a aparecer en sus labios y mis mejillas ardieron al procesar mis palabras. Tal parece que el día de hoy soy incapaz de controlar lo que digo.
-¿Ahora si soy tu novio?- preguntó enarcando una ceja, podía notar la diversión en su mirada.
-¿Sabes qué? Iré yo sola- me levanté del sofá con toda la pereza del mundo. Pude escuchar una leve risa pero ya no me molesté en mirarlo.
-Eres tan tonta- dijo acercándose para después cargarme en sus brazos, enrollé mis piernas alrededor de su cintura a la par que lo hacia con mis brazos sobre su cuello, acomodé mi cabeza entre su hombro y su cuello, aspiré su aroma, sonreí con tranquilidad.
-Y tu tan estúpido- murmuré.
-Dime algo que no sepa- suspiró.
-Me alegra que lo reconozcas- volví a sonreír y cerré mis ojos, estos pesaban y mi cabeza dolía.
Sentí como depositaba suavemente mi cuerpo sobre mi cama, quitó mis zapatos y me arropó bajo las cobijas, me acurruqué en mi lugar sintiendo la calidez que emanaban las mantas.