Alex
Se supone que dentro de unos días tengo que ver a mi "verdadera madre", sé que fue la última petición de mi madre antes de morir, y llevo dándole vueltas estos días, hasta me he alejado de Aurora, pero ahora sé que simplemente no puedo hacerlo, bastante me ha costado superar su abandono, verla abriría de nuevo esas heridas. Lo siento madre, pero va a ser que no.
-Alex, ¿Estás ahí? Aunque lo más seguro es que estés a punto del coma etílico, te has bebido tres botellas de vodka enteras, qué tío -ríe Santi-
-Calla imbécil, ya estoy acostumbrado.
-ríe- alguien no está de humor hoy.
-No estaría de humor si fuera inmortal, no hay nada peor que eso.
-Si tú lo dices... nos tienes envidia y lo sabes, al menos podemos ligar durante siglos con miles de chicas de todas las partes del mundo, en cambio tú te irás marchitando.
-Recordadme por qué demonios me junto con vosotros.
Todos reimos a modo de respuesta. Se hace el silencio y seguimos bebiendo; ellos hablan y yo vuelvo a sumergirme en mis pensamientos, cuando de repente me sacan de mi embobamiento avisandome de que una humana bastante guapa se nos acerca. Me quedé anonadado cuando vi que se trata de Aurora. Parece asustada e insegura pero a la vez decidida.
-Alex, ¿Podemos hablar un momento?
-Claro, dime.
-Emmm ¿En privado puede ser?
Mis amigos empiezan a silbar y a hacer las típicas tonterias que hacen los amigos cuando una chica te habla.
-Me da pereza levantarme, si quieres decirme algo, hazlo aquí y ahora.
-Estás borracho, ¿Verdad?
Y mis amigos responden por mí afirmandolo y preguntándole quién es.
Ella los ignora y, aunque por un momento parece que se va a poner a llorar y a irse, se decide por cogerme de la mano y llevarme con todas sus fuerzas en contra de mi voluntad. Mis amigos se quedan boquiabiertos por su carácter y la aplauden, medio en broma medio en serio.-Mira no sé qué te pasa conmigo así que me lo vas a aclarar ahora. -Me mira fijamente, con esos ojos verdes que me himnotizan y siento que me transportan a otro mundo-
No sé por qué cuando está enfadada me resulta más adorable, y su compañía en estos momentos me resulta bastante reconfortante.
He bebido demasiado y no sé bien lo que pienso, pero tras unos segundos mirandola a los ojos sin responderla (cosa que parece incomodarla) no sé por qué pero acabo desviando la mirada a sus rosados labios e instintivamente la beso.
Al principio se queda paralizada, pero finalmente se deja llevar.Hacía tiempo que no daba un beso tan largo y profundo. Lo hice sin pensar y ni sé por qué lo he hecho, pero si digo que no me gusta mentiría, y si digo que me arrepiento también mentiría.
Este beso ha hecho despertar algo en mí que nunca había sentido. En verdad siempre me hizo sentir algo diferente al resto de chicas, pero ahora puedo confirmarlo.
Después de besarla, ambos sin decir nada y con su tierno y confuso rostro que parece un poema, instintivamente la abrazo fuerte y a la vez con ternura. Trato de prolongarlo lo máximo posible. Noto que cuanto más tiempo estemos en contacto, más tranquilo y seguro me siento.
Si se supone que esto es querer, pues creo que la quiero.
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Conociendo(nos)
Novela JuvenilSegunda parte de →Mi novio es un hombre lobo← Nuevo comienzo; nuevas aventuras, experiencias, personajes