21: extraña melodía

237 21 0
                                    

Han pasado bastantes meses desde que decidió que nos diéramos un tiempo o, más bien, volver a ignorarme completamente 'por mi bien'. Ciertamente, no me arrepiento de haberlo intentado hasta el final. Le sigo queriendo con toda mi alma, pero respeto su decisión.

Actualmente el frío invierno inunda las calles de la ciudad. Mis días últimamente son tremendamente monótonos; voy a la Universidad y con suerte no me encuentro con Alex, y, cuando eso ocurre, gira la cabeza rápido para evitar que tengamos un largo e incómodo contacto visual. Voy al trabajo, estudio y aguanto a Jane cada vez que salgo con mis amigos.

Si digo que no extraño a Alex, mentiría. Los días se me hacen más largos y grises. La rutina pesa más y me siento más sola.

Por otra parte, las cosas han cambiado bastante. Pablo y yo seguimos siendo amigos, pero se muestra más distante conmigo y en cambio se acerca más a Jane. Si fuera una chica normal, no me importaría, pero realmente temo por él. Javier y yo seguimos hablando de vez en cuando, incluso más a menudo que antes; desapareció esa incomodidad cuando hablamos y hemos reforzado nuestra amistad.

☆☆☆

-De verdad que no tengo ganas, además tengo que estudiar para el examen del miércoles.

-Venga tía, no seas amargada, que hace mucho que no vamos de fiesta.

-Quizá otro día sí, pero hoy no de verdad...

-Ponte guapa que paso a recogerte en una hora.

Y cuelga. Suspiro resignada y busco qué ponerme. Tras casi cuarto de hora pensando, me decanto por ponerme aquel conjunto que tanto le gustaba a Alex, sé que es un motivo tonto, pero este conjunto me empezó a gustar más desde que supe que le gustaba tanto a él.

Tras reunirme con mis amigos, les pido que por favor vayamos a alguna discoteca más lejana, lo cual, traducido a un idioma más entendible, significa que prefiero no ir a lugares que suela frecuentar Alex. Sé que es algo inmaduro por mi parte, y al principio no tenía esta actitud, pero entre que se me ha pegado de Alex (puesto que así es como se comporta conmigo desde hace meses) y que realmente me duele verlo y más aún cómo me ignora, prefiero evitarlo, ya que al final es lo más cómodo.

Finalmente llegamos a un local que no había visto nunca, pequeño pero con música aceptable. No hay demasiada gente pero tampoco poca; perfecto para mí. Al principio lo pasamos bastante bien y consigo olvidarme un poco de este dolor que me oprime el pecho desde hace tantos meses. Veo a Pablo y Jane hablando todo el tiempo solos, y no puedo evitar preocuparme por él; habría que estar muy ciego para ver que no se está enamorando de ella, y bueno, ella... no sé por qué, me da la sensación de que juega con él y sus sentimientos, y realmente no se lo merece.

Por lo general apenas bebo alcohol últimamente, pero hoy he hecho una excepción, eso sí, controlandome y bebiendo unicamente lo suficiente como para ponerme contentilla y disfrutar un poco más. Me dirijo a pedir un tercer cubata, cuando de repente veo como alguien entra por la puerta con un par de amigos. Instantáneamente lo reconozco y al mirarme parece sorprenderse lo mismo que yo, como si él hubiera acudido aquí también a propósito para no verme. Alex hace ademán de querer salir del lugar y probar con otro sitio, pero sus amigos parecen insistirle.

El camarero me entrega una copa cargada de JB con Coca-Cola y me lo bebo casi de un trago. Lágrimas amenazan con salir de mis ojos, realmente me vuelvo más sensible cuando bebo.

Me giro y veo a Alex, tan carismático como siempre, junto a sus dos amigos, hablando con varias chicas y todos todos riendo a carcajadas. Parece realmente feliz. Quizá tenía razón y estar en una relación no sea lo suyo, quizá se siente más cómodo así.

No aguanto más y acabo yendo al baño a llorar.

¿Cómo he podido caer tan bajo?

☆☆☆

Abro los ojos confusa, sin saber dónde me encuentro ni qué hora es.

Al despegar mi moflete del libro, recuerdo que me quedé frita esta noche mientras estudiaba. Miro al reloj y veo que son las 4 de la madrugada. El hecho de que sean justo las 4 en punto me escama, pero para colmo escucho una fragil melodia procedente de arriba. Primeramente me pellizco para comprobar que esto no es solamente una pesadilla, pero no, no lo es, lo que escucho es real. Sin pensarlo dos veces, persigo aquel sonido hasta llegar al piso más alto.

Una vez llego, me percato de que se trata de un violín. La melodía es desgarradora e inmediatamente siento que una tremenda tristeza me invade. Me quedo varios minutos escuchandola, sentada al lado de la puerta del piso y observando la luna llena a través de la pequeña ventana del pasillo.
Realmente desconocía que los vecinos de arriba tocaban el violín, aunque ahora que lo pienso... que yo sepa, nadie vive ni en este piso ni en el de abajo. Inmediatamente un escalofrío recorre todo mi cuerpo. Al momento trato de calmarme pensando que quizás alguien se haya mudado aquí recientemente. La verdad es que apenas conozco a mis vecinos, así que no me extrañaría que unos se vayan y otros vengan y ni me de cuenta.

Me cuesta alejarme de aquella hermosa melodía, pero consigo obligarme y bajar de nuevo a mi piso.

En un principio me cuesta conciliar de nuevo el sueño ya que no paro de darle vueltas a varios asuntos. Entre ellos Jane y Pablo, realmente me preocupa, si es lo que yo pienso y ella está jugando con él... por nuestra amistad merecerá la pena que mañana me arriesgue e intente hablar con él. Por ello decido enviarle un mensaje.

>¿Te apetece pasarte mañana por el restaurante para tomar algo juntos?

Tal y como me prometió después, acudió al lugar.

-Hey Aurora, ¿hoy andabas con insomnio o algo? Anda que mandarme un mensaje a las 5 de la madrugada...

Instantáneamente me percato de lo extraño y desesperante que ha debido parecer que le enviara un mensaje a tales horas.

-Sí... algo así -confieso algo avergonzada.

-Y bueno... ¿me querías decir algo importante?

-Sí, o eso creo, sentemonos. -le ordeno algo nerviosa.

Una vez le sirvo algo de comida y bebida y nos sentamos uno en frente del otro, trato de buscar las palabras exactas para que no parezca lo que no es y dar a entender lo que de verdad es; soy una amiga que está preocupada por el hecho de que su amigo se enamore de una chica vampiro acosadora que lleva demasiados años en este planeta, muchos más de los que él pueda imaginar.

-Verás, esto te lo digo porque confío en ti, pero es una historia muy larga, así que prepárate. -le aviso mientras él ya no puede disimular su clara curiosidad.

Conociendo(nos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora