Conociendo(nos)

14: vuelve, al menos por hoy.

Nada más enviar el mensaje, ya me estoy arrepintiendo instantáneamente, pero es lo que hay cuando llevas toda una tarde aguantando a una loca obsesiva que te tuvo secuestrada varios días en el pasado sólo porque el chico que ama desde hace siglos (literalmente) pasa de ella y por el contrario me besó a mí. Ya desde entonces estoy en su lista de personas non grata. Y bueno, si a eso le añades que hemos ido a un bar a tomar algo y ya llevo unas cuántas copas... cuántas más llevaba, menos descabellado me parecía hablar a quien me llamó literalmente insignificante hace unos días.

Sinceramente pensé que ella no volvería más a mi vida, sobre todo ahora que llevo bastante tiempo sin ver a Eduardo, ¿Qué quiere de mí?

Cada vez me siento más nerviosa porque ahí está el visto y él ni me contesta. Y ahí está Jane con su nuevo look, su falserío y llevándose de fábula con mis amigos.

No dejo de mirar la pantalla del móvil, esperando con un ansias un mensaje que cada vez siento menos que vaya a llegar.

Dave me saca de mi ensimismamiento susurrandome al oído: Ey, tu amiga está bien buena, ¿Sabes si tiene novio? Es que me da corte preguntárselo...

-No tiene, pero no te aconsejo ni intentarlo, sigue colada por su ex, y demasiado de hecho, créeme.

-Pues vaya -dice Dave con cierta expresión de decepción-

De repente la pantalla de mi teléfono se ilumina rápidamente miro la notificación:

-Qué pasa?

Pues para decir eso, sí que ha tardado, ni parece preocupación de verdad, como si lo hiciera más por obligación, pero ya que he empezado... además de verdad que necesito su ayuda.

Mi orgullo me pide a gritos que tarde en contestarle más aún que él, pero los nervios e incomodidad que siento ganan.

-Verás... No tenía pensado hablarte de nuevo ni nada, es obvio que no soy nadie importante para ti y lo respeto.

Cuando bebo de más siempre me dan arranques de sinceridad, más de la necesaria. Pero prosigo.

-Pero de verdad que te necesito ahora. Al menos solo por hoy

-Ya dime qué te pasa.

Responde secamente.

-Jane ha vuelto y la tengo enfrente mía tomandose una cerveza con mis amigos.

Desde ese mensaje, vuelve a tardar unos quince minutos en contestarme, y en ese tiempo me dio tiempo a tomarme otra copa a la que me invitó Pablo.

-Pero qué demonios, hoy no estoy de ánimos, y menos para bromas de este tipo

-Bieeen si no m crees, ven aquí y compruébalo coon tus ojs, tonto 😤

-Dónde estás

-Estmos en el bar que sta al laddo del restaurante dnd trabajo

-Estás borracha?

-Uunn poco

-Iré para allá, pero porque me aburro y me pilla cerca

No puedo evitar que mi corazón vaya más rápido aún al ver ese mensaje. Tengo verdaderas ganas de verlo, a pesar de todo. Quizá hoy con esta excusa, sea la última vez que pueda estar en su compañía, ya que es muy posible que vuelva a llamarme insignificante de nuevo. Pero en estos momentos me da todo igual, quiero verlo.

-Aurora... estás colorada -dice Pablo sonriente haciendo finalmente deje de mirar la pantalla del móvil.

-Eh... la verdad es que hace calor... -suelto una risita tímida-

-Sonríe- si quieres podemos salir un poco afuera para que nos de el aire, además te conviene no beber en un tiempo.

-Jo... quiero seguir bebiendo -hago pucheros- pero me parece bien lo de salir fuera -sonrío-

De verdad que cuando estoy borracha parezco una niña, pero no lo puedo evitar.

-Ríe y me da la mano- chicos, nos vamos un rato afuera, que tenemos un poco de calor.

-Ui... qué buena pareja hacéis ahora que me fijo. -dice la maldita Jane-

-Oye, pues ahora que lo dices, si que los veo juntos eh... -dice Dave, el mejor amigo de Pablo-

A lo que María también se une.

-Si ya lo he dicho varias veces, les shippeo mucho, además les veo muy unidos últimamente.

-Ya chicos... parad -dice Pablo algo sonrojado- vamos Aurora.

Finalmente salimos e instantáneamente agradezco el aire fresco de la noche.
Al principio no decimos nada, simplemente vemos a la gente pasar, hasta que finalmente él rompe con ese incómodo silencio.

-Oye... creo que los demás no se han percatado de ello, pero yo sí.

-¿A-a qué te refieres?

No puedo evitar asustarme, ¿Y si él ha visto los mensajes que he enviado a Alex? Estaba sentado a mi lado...

-Esa chica, no es trigo limpio. Se nota a leguas que os odiais.

-Vaya...

No sé qué más decir. No sabía que fuera tan observador.

-Oye, no tienes por qué contarme nada, pero siempre y cuando te sientas preparada, sabes que puedes contar conmigo ¿Verdad? -dice tiernamente.-

-Claro... gracias -sonrío y me abraza- tras el abrazo, sus ojos color caramelo brillan al entrar en contacto con los míos.

-Eh... ¿Interrumpo algo?

Me giro y es Alex. Se me olvidó por completo que habíamos quedado en que viniera.