Conociendo(nos)

18: celos descontrolados.

De repente aquel momento mágico queda interrumpido por una llamada de mi teléfono.

Con pereza me separo de él, de su calor y su agradable olor natural. Miro la pantalla; es Pablo. En estos momentos no me apetece nada hablar con él, así que me decanto por no contestar.

Alex se sorprende ante mi acción.

-¿Acabas de ignorar una llamada de ese palurdo por mí? Creo que ahora me gustas aún más. -asegura sonriente mientras me abraza por detrás.

Aún no me acostumbro a oír un 'me gustas' de sus labios, así que siento que las mejillas se me encienden como una estufa. Definitivamente la faceta adorable de Alex me está gustando.

Finalmente terminamos pasando la tarde juntos; viendo películas, jugando a algunos videojuegos de su play 4, preparando la cena juntos... o más bien intentandolo, acabamos pidiendo pizza.

-Bueno... creo que ya ha llegado la hora de irme, tengo turno de mañana en el trabajo de nuevo.

Puedo ver la decepción en su mirada. La verdad es que lo hemos pasado tan bien que apenas pensamos que en algún momento me tendría que ir.

-Quédate aquí a dormir, es muy tarde. -me ordena con seriedad- por favor -añade al percatarse de que sonó un poco brusco.

《¿quiere que duerma con él...? Bueno, mientras sea sólo dormir... pero no sé, acabamos de empezar a salir, eso es excesivo.》mi mente enloquece en estos momentos.

-Tranquila, sólo será para dormir, a no ser que te apetezca algo más, no me opondré -asegura de manera juguetona mientras me guiña un ojo.

Me pongo tremendamente colorada. Aveces parece que me lee la mente, ¿y si otro de los superpoderes que tienen los hombres lobo es leer la mente?

Ante mi ausencia de respuestas, me coge de la mano derecha y me suplica con la mirada en silencio. Puede llegar a ser tremendamente adorable cuando se lo propone.

-Te agradezco la oferta, pero siento que me apañaré mejor si duermo y me preparo en casa. Tengo el uniforme y todo allí. Adiós Alex, hacía tiempo que no me lo pasaba tan bien con alguien.

Le doy un beso en la mejilla y me aproximo a salir del piso. Pero éste me detiene justo antes de tocar el pomo de la puerta.

-¿Y si te transladas aquí? Tu piso es pequeño, aquí tendrás de todo y podremos estar juntos todo el día. -me sugiere con cierta desesperación en su mirada.

-¿Por qué haces esto Alex? Así, tan de repente...

De repente noto como su semblante se torna algo más serio.

-Déjalo. Vete ya si tantas ganas tienes.

No puedo evitar sonreír, hasta en esa actitud es adorable.

-Yo también me lo he pasado realmente bien contigo, también me gustaría pasar más tiempo aún aquí, pero debo irme. -digo con una sonrisa sincera.

-Yo... yo nunca había sentido esto. Es decir, nunca he tenido pareja formal, y las cosas que hago contigo sólo las hago con amigos, nunca con chicas. Es extraño pero siento que te necesito más que nunca. Me explico de pena, lo sé, pero es complicado.

Le abrazo agradeciendole su sinceridad. Yo ya he tenido tres parejas formales anteriormente, así que en parte no es algo tan nuevo para mí, aún así he de decir que nunca lo había sentido con tanta intensidad como ahora. Alex también me está haciendo sentir cosas nuevas para mí. Y obviamente aún me cuesta asimilar que yo sea su primer enamoramiento.

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El día en el restaurante se me hace bastante aburrido ya que apenas estoy recibiendo clientes y extraño a Alex. Para distraerme me limito a limpiar y recordar el día de ayer.