El ambiente se vuelve demasiado tenso en cuestión de segundos. No puedo evitar sentirme incómoda en presencia de Alex tras el beso de aquel día y al saber que muy probablemente haya presenciado toda esta escena cursi entre Pablo y yo. Pero por otra parte me siento inmensamente tranquila y protegida ahora que está aquí. Percivo que yo sola no podría enfrentarme a ella, sean cuales sean sus intenciones.
-N-no... descuida -me limito a decir algo cohibida-
Pablo lo analiza con la mirada y, seguidamente, lo mira desafiante. Sé que Alex nunca ha sido de su agrado.
-Me llamaste porque te aburrias y sabes que yo siempre animo la fiesta, pues bien, vamos allí -dice Alex tan tranquilo-
No me puedo creer que haya dicho eso.
Pablo el pobre me mira preguntándose si eso es verdad.
-No le hagas caso, es un exagerado.
Me habría gustado decir algún argumento más sólido a favor mío, pero sinceramente no se me ocurría nada.
Sigo preguntándome cómo es posible necesitar a alguien que odias tanto aveces. Por no decir casi siempre.
Entramos al bar y nos reunimos con el resto del grupo. Las chicas no pueden disimular su alegría y sorpresa al ver a Alex, al cual inmediatamente invitan a que se siente a su lado.
Es raro, Alex nunca había estado con mi grupo de amigos. Y le necesito a mi lado, no en el de mis amigas.
La cara de mayor sorpresa al verlo obviamente es la de Jane, ¿O quizá es fingida? Ahora que lo pienso, no me extrañaría que fuera ella quien me observaba estos días, por no decir semanas atrás. Es algo muy propio de ella.
Ah, y mejor ni mencionar la de Alex, al ver que de verdad ella está aquí.Pasan las horas y Alex parece integrarse de maravilla, aunque obviamente evitando hablar con Jane, a la cual no le quedó otra que hablar sólo con Dave y Lucas. Ya que Alicia, María y Marta estaban demasiado centradas en Alex y acabamos igual que antes o peor, yo hablando sólo con Pablo.
La verdad es que no me importa, me cae genial Pablo, es un amor de chico, pero estando Alex aquí... quiero hablar con él.
Eso sí, he notado que más de una vez nos ha mirado a ambos, y echaba miradas no precisamente amistosas a Pablo. Supongo que habrá notado que le cae mal a Pablo y ya automáticamente también le cae mal a él.Decido ir al baño ya que comienzo a agobiarme. Y una vez allí, me echo agua fresca por la cara como si no hubiera mañana, como si eso fuera a acabar con todo este agobio.
-Vas a desgastarte la cara de tanto lavartela, bonita.
Apago el grifo y miro al espejo, ahí está ella, al lado mío. Y odio el tono con el que me habla. Si pretende parecer una adolescente simpática de la actualidad, se le da fatal.
-Qué pretendes esta vez.
-¿A qué te refieres? Yo sólo iba a retocarme el pintalabios -dice mientras saca un pintalabios rojo claro de su sudadera-
-Vamos, ya no hace falta que sigas fingiendo.
-La verdad es que... No quiero decirte nada aún, sabes, me han caído bien tus amigos.
-Ni se te ocurra hacer daño a mis amigos.
-Pero bueno mujer, ¿Qué tipo de persona te piensas que soy? ¿Una psicópata, asesina en serie o algo así? -ríe-
-O peor -aseguro tajantemente-
Sólo recibo como respuesta su nueva e irritante risa.
De repente se abre lentamente la puerta.
-¿Qué hacéis chicas? Estáis tardando bastante...
Me esperaba que fuera Alex, ya que se supone que vino aquí para comprobar que era ella y para protegerme, o eso creo. Pero resulta ser Pablo, notablemente preocupado. Se ve que no confía en ella y trata de protegerme, qué tierno.
ESTÁS LEYENDO
Conociendo(nos)
Teen FictionSegunda parte de →Mi novio es un hombre lobo← Nuevo comienzo; nuevas aventuras, experiencias, personajes