Because It's You [Yoon Gi - BTS]

d o c e

Ese mismo fin de semana, la pareja se despertó para encontrarse a sí mismos abrazados sobre la cama, sintiéndose más relajados después de escuchar en el hospital que el bebé estaba bien. Al parecer, los dolores que Ha Neul llevaba sintiendo se trataban sólo de molestias normales por sus meses de embarazo, por lo que, después de su cita en el médico, decidieron regresar al apartamento y pasar el resto del día en la tranquilidad del hogar. Y habían pensado en pasar su tarde de sábado exactamente de la misma manera, pero el sonido del teléfono de Yoon Gi repiqueteando sobre su escritorio los obligó a abrir los ojos esa mañana temprano. La muchacha se sostuvo a su cuerpo por unos segundos, pensando en dejar que la llamada se cortara por sí misma, hasta que finalmente supuso que podría tratarse de algo importante y lo dejó ir. Yoon Gi se lo agradeció plantando un beso en su coronilla, hizo a un lado las sabanas y se levantó, vistiendo sólo unos pantalones de algodón. Ella simplemente se quedó mirando su espalda marcada, aunque más delgada de lo que recordaba, mientras que el muchacho tomaba el teléfono con una mano. Ha Neul no pudo evitar asustarse al notar que el aludido se quedaba observando la pantalla.

- ¿De quién se trata? – indagó, apoyándose sobre sus codos.

- Es... Jun Ki hyung.

Incapaz de creer que su hermano estuviese llamándolo, el peliverde se dejó caer sentado en la silla frente a su escritorio con una mano temblorosa que casi hace que el móvil se le cayera de bruces al suelo. Ha Neul se asustó por su reacción, temiendo que malos pensamientos estuviesen pasando por su mente, y se puso de pie rápidamente. Se le acercó con cuidado, asegurándose de que no estuviese molestándolo, y se acuclilló frente a él, buscando sus ojos. En cuanto entablaron contacto visual, la joven lo obligó a responder a la llamada y llevarse el teléfono al oído. Escuchar la voz de su hermano lo ayudaría a tranquilizarse, como la última vez. Sabía que su presencia tenía buenos efectos en la vida de Yoon Gi, aunque eso no significara que no le hiciese algo de daño. Después de todo, ambos sabían que el peliverde no podría soportar por mucho tiempo con la culpa de no decirle la verdad a la única persona que consideraba su familia. Tanto sobre su enfermedad como sobre su embarazo.

- Hyung – saludó el muchacho en un susurro sin desconectar sus ojos de los de ella -. Ani, no tengo que trabajar hoy. ¿Wae? – Se hizo silencio. – No lo sé, hyung. Le... Le preguntaré a Ha Neul. – Puso su mano libre sobre el micrófono y soltó: - Pregunta si nos gustaría ir al parque de diversiones.

- Ne – asintió ella con una sonrisa -. Sería agradable.

- ¿Estás segura de que te sientes bien para salir? Podemos quedarnos aquí, si quieres – se apresuró en agregar, preocupado.

- Me siento perfectamente, Yoon Gi. Deberíamos ir, así puedes pasar tiempo con Jun Ki-ssi.

Él lo pensó y, pasados unos segundos, asintió con expresión poco convencida.

- Al ass eo, hyung. Iremos – respondió por el móvil -. Te veremos allí a las cuatro, entonces.

Cuando el peliverde cortó con la llamada, volvió a dejar el teléfono sobre el escritorio y se cubrió el rostro con ambas manos, soltando un acompasado suspiro. Ha Neul, por su lado, se quedó en silencio esperando a que se tranquilizara y lo observó refregarse los ojos. Sabía que necesitaba un momento para pensar en lo que sucedería esa tarde y en si debía o no contarle a su hermano la verdad antes de que se diese cuenta por sí mismo. Puede que le tomase un tiempo saber sobre lo que su cuerpo sufría pero el vientre de la muchacha cada vez era más evidente a los ojos de las personas, por lo que lo que los padres de Yoon Gi habían evitado contarle podría terminar a la luz si Jun Ki ponía atención. Sin embargo, a pesar de que a Ha Neul no le gustase que Yoon Gi sintiese la necesidad de ocultar la existencia de su bebé, también comprendía que había pasado demasiado tiempo y que la situación en la que el joven se encontraba no era sencilla. Su único hermano, una de las pocas personas que admiraba y estimaba, había vuelto a ser parte de su vida y no quería que creyese que estaba pasando por una situación difícil. Por lo que ella pudo percibir de Jun Ki, era evidente que sería capaz de hacer lo que fuese por su hermano menor si lo necesitaba.