Because It's You [Yoon Gi - BTS]

e p í l o g o

epílogo

diez años después

Ha Neul se despidió del doctor Kim ese sábado antes del almuerzo, habiendo terminado con su guardia nocturna. Se quitó la bata blanca, la colgó en su armario de los vestidores, se abrigó por el clima helado y, saludando a la secretaria Chie en la entrada, se dirigió directo al estacionamiento. Allí sacó sus llaves para abrir las puertas de un Volkswagen Beetle blanco, se adentró en el asiento de piloto y encendió el motor. Antes de emprender camino, le dio un vistazo a su alianza y anillo de compromiso que seguían fielmente en su mano izquierda, respiró hondo para evitar el nudo en la garganta y cerró los ojos unos segundos. Hoy se cumplen diez años desde tu muerte, Yoon Gi, pensó para sus adentros. Y su promesa, de que siempre estaría esperando por él, seguía intacta. Después de que sus amigos la encontraran en la casa de la estación, Ha Neul les prometió que no volvería a intentar seguir a su difunto esposo, aunque necesitaría de su ayuda.

Ji Min y Baek Hyeon se mudaron temporalmente con ella para hacerle compañía y, poco a poco, la muchacha pudo regresar a su rutina. Volvió a la universidad para poder terminar con su carrera, entró de nuevo al equipo de baloncesto, trabajó junto a Dae Ho en la cafetería por varios años y, una vez se graduó, el doctor Kim la tomó bajo su ala y le ofreció un trabajo en el área de oncología como practicante. No había sido sencillo, en lo absoluto; extrañaba a Yoon Gi todos los días, pero al menos pudo encontrar algo que la ayudó a permanecer concentrada y feliz en la Tierra. Quiero verla, pensó para sus adentros, y comenzó a conducir para salir del estacionamiento. Seguía viviendo en la misma casa, ni siquiera había sido capaz de cambiar las pertenencias del pelinegro de lugar. Para ella, ese sería el lugar donde la buscaría en el futuro. Y allí mismo lo estaría esperando.

Llegó en menos tiempo del que había esperado, agradeciendo por el poco tráfico de esa mañana, y se lanzó corriendo por la puerta de entrada. En el interior, se topó con Ji Min sentado en el comedor, desayunando, mientras una cabellera negra y espera le daba la espalda. En cuanto su amigo la divisó del otro lado y sonrió, la persona frente a él se volteó a ver también. Es tan hermosa, admitió al mismo tiempo que la niña bajaba de su silla de un salto y corría en su dirección. Igual que él. Con la piel blanca como la nieve, los ojos negros brillantes y el cabello azabache, largo y lacio, Ha Neul podía ver claramente a Yoon Gi en su hija. Todavía sufría escalofríos al pensar en lo que habría sucedido si no hubiese escuchado la canción de su esposo aquella tarde y hubiese continuado con su intención de seguirlo. Si lo hubiese hecho, entonces el doctor Kim no habría podido llamarla para decirle que estaba embarazada. Al parecer, el deseo de Yoon Gi de darle un bebé se había vuelto realidad la noche en que se amaron bajo el árbol de arce. Y, tal como él lo supuso, le fue mucho más fácil seguir con vida teniendo al hijo de ambos en camino. La familia Min se mostró tan feliz por la noticia que incluso decidieron mudarse a Seúl para estar cerca del bebé cuando naciera, lo mismo con sus propios padres, y, cuando supieron que era una niña, la dicha fue absoluta. Una preciosa niña, expuso para sus adentros mientras se acuclillaba en el suelo y recibía a la pequeña en sus brazos. Mi querida Soo Yun. Min Soo Yun.

- Jimin oppa y yo preparamos comida para llevarle a appa – anunció su hija separándose unos centímetros, pero Ha Neul aún la sostuvo por las manos -. Iremos a verlo, ¿verdad?

- Por supuesto, cariño. Saldremos en una hora, sólo déjame dar un baño primero, ¿eo?

- Ne, eomma.

"Eomma", repitió feliz.

Soo Yun saludó a Ji Min con un abrazo y se dirigió a su habitación para cambiarse. Ha Neul, por el otro lado, tomó asiento en la mesa para aprovechar el desayuno servido. Moría de hambre.