t r e i n t a y t r e s

1.6K 203 26
                                    

último capítulo

La única razón por la que Ha Neul pudo presentarse en el último día del funeral de Yoon Gi tres días después, fue porque sus padres – quienes habían viajado a Seúl en cuanto se enteraron -, su hermano y Chun Hei la llevaron. Según sus palabras, pensaban que era necesario que se despidiese apropiadamente de su difunto esposo. Lo que no sabían, es que ella ya había tenido su despedido la noche en que murió. En cuanto Yoon Gi cerró los ojos, Ha Neul pudo escuchar con claridad su último suspiro y percibió su corazón dejando de latir a través de su pecho. Se quedó a su lado por varias horas, sin moverse de entre sus brazos por temor a que pudiese desaparecer de un momento para el otro. A Tae Hyung le había sido imposible verlo después de que muriera hasta el día del funeral. Pero no con su esposo, él estaba allí, aparentemente dormido sobre la cama que compartían. Y allí se quedaría hasta que hiciese la llamada que los separaría para siempre. Me lo quitaron de las manos, rememoró a los médicos arrebatándoles el cuerpo inerte y subiéndolo a una ambulancia. Sufrió un escalofrío al recordar el frío invernal de esa noche y se abrazó a sí misma, a pesar de encontrarse en una habitación calefaccionada. El ataúd de Yoon Gi estaba a un costado, rodeado por infinitas flores, y una fotografía individual de él en su casamiento se posicionaba en frente.

Qué estúpido es todo esto, maldijo en su interior, y se puso de pie. Le hizo una seña a su madre para tranquilizarla, acomodó el vestido negro que le había forzado a llevar y salió por la puerta. En el exterior, en una habitación con mesas largas y bajas repletas de comida, se topó con todos los conocidos de Yoon Gi. No prestó atención cuando todos intentaron darle su pésame por la pérdida, no estrechó manos ni aceptó abrazos, simplemente siguió caminando en dirección a los baños. Lo que menos podía soportar en ese momento era la empatía y la lástima de los demás, no estaba en condiciones. ¿Es que nadie podía comprender que necesitaba estar sola? No fue hasta que terminó de lavarse la cara y regresó a la sala que percibió la presencia de alguien siguiéndola por detrás. No tuvo que girarse para darse cuenta de quién se trataba y, aclarándose la garganta para que su voz no se atorara, soltó:

- Estoy bien, Chun Hei unnie. No tienes que seguirme.

- Al ass eo.

Pero, a pesar de su asentimiento, ella no se le despegó.

- Hablo enserio, estoy bien.

- Lo sé.

Si no es Baek Hyeon, es Chun Hei quien no me deja en paz, pensó para sus adentros. ¿Podía culparla? Después de lo que había ocurrido antes de que la ambulancia llegara a su casa.

En el único momento en que se levantó para abandonar el lado de Yoon Gi después de que muriera fue cuando cobró la fuerza necesaria para hacer lo que se había prometido tiempo atrás: seguir a su esposo en la muerte. Sin esperar más por miedo a que alguien llegase, buscó las pastillas para dormir que había conseguido a espaldas de su familia y amigos, se dirigió de regreso a la cama de la habitación, se recostó de costado enfrentando el rostro pálido del pelinegro y, una vez se despidió de él con un beso en la frente, tomó el frasco y lo abrió. Vertió un puñado de ellas en su mano. Jimin me detuvo antes que pudiese tragarlas. Recordó cómo el muchacho había entrado dando un portazo a tiempo para evitar que se las llevara a la boca y le dio un manotazo que desparramó todas las pastillas en el suelo.

- ¡¿Qué has hecho?! – rugió, fuera de sí.

Amenazó con tirarse al suelo a buscarlas, pero Ho Seok y Jung Kook la aferraron de los brazos.

- Yoon Gi hyung nos dijo que podrías intentar algo estúpido – fue lo único que su amigo le dijo con los ojos anegados de lágrimas.

Ni siquiera muerto me permitirás seguirte, ¿uh?

Because It's You  [Yoon Gi - BTS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora