Capítulo 14

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Era de mañana, estar despierto a esas horas era normal al estar acostumbrado despertar a su hija para ir a la escuela y después ir a trabajar, aunque justo era un día sábado por lo que el sueño le estaba dominando, quería solamente dormir pero no podía defraudar a Stella con la salida que tanta emoción le causaba, la invitación a Stave esta vez fue a consciencia de él, la menor podría invitarlo a cosas que quizás no podía ser posible y era mejor que le pidiera permiso antes de hacer algo a escondidas, como en este caso; le costó aceptar invitar al joven de pecas, pues podía ser que el adverso no estuviera dispuesto a aceptar y que la invitación era para un evento más complejo que el anterior cumpleaños, pues iban a estar fuera del área común.

Las últimas veces que había asistido a esas excursiones, se quedaba más tiempo con su hija que hablando con los otros padres, no por ser cohibido, sentía que no se podía entender entre los demás, además que le gustaba estar solo observando el lugar, había una zona donde se podían ver las estrellas y se quedaba con su hija a verlo antes de tener que volver a casa.

Revisó la hora de su reloj, ya tenía a su hija lista con la mochila con algunas cosas básicas y personales, solo faltaba Stave para poder partir, lo que pensaba es que quizás se había arrepentido, algo que sí podía suceder, sin embargo iba a tener fe en el contrario así que iba a esperar un poco más.

— ¿Stave va a llegar? —Preguntó Stella, arreglando sus pantalones de jeans, desilusionada, creyó que sí iba a asistir, había estado todos esos días planeando todo lo que podía hacer para que ambos adultos la pasaran bien y que faltara echaba abajo cada una de sus ideas.

— Sí, llegará.

La menor esbozó una sonrisa al escuchar las dos palabras de su padre, su confianza en que llegaría le comenzaba a dar ánimos de que verdad el mayor tenía fe en el otro, volvió a mirar donde debería llegar Stave y por si fuera poco se vio alguien casi en el horizonte corriendo a la dirección de ambos.

El de pecas a los pocos minutos se detuvo justo donde los dos, inclinó su torso hacia adelante afirmándose de las rodillas intentando recuperar el aliento, Outer lo socorrió tomando la mochila para quitarle el peso de encima además de sobar su espalda, Stella se quedó sonriendo radiante, le alegraba que sus ilusiones fueron cumplidas, además de ver la escena de ambos juntos, podría considerarse una fanática de la pareja que podía crearse.

— ¡Stave! —Saludó apenas el susodicho agradeció el gesto del contrario y se irguió, la menor le abrazó contenta— ¡Viniste!

— Tuve unos problemas antes, gracias por... esperar. —Jadeó, para volver a tomar su mochila de las manos del mayor, le sonrió apenado— Vamos.

— Gracias por venir, Stave.

Stave se encogió de hombros, manteniendo su esbozo para así los tres continuar hasta el camino a la escuela, así podía también saberse el camino y conocer algunas cosas más de la menor, no tenía idea de que Stella tenía buen promedio académico, tuvo que felicitarla por su buen empeño, era bueno saber que Outer tenía una hija responsable y tenaz, hubiera sido problemático una descendencia maleducada o sin respeto, mucho más en las circunstancias del padre.

Llegaron cuando quedaban pocos asientos, por lo que Outer decidió que Stave y Stella se sentaran juntos mientras él buscaba otro lugar, solo se había quedado observando la ventana todo el viaje, que no duró más de una hora. Habían dado algunas indicaciones, saludos y actividades que se harían mientras transcurría la salida, algo sencillo teniendo en cuenta que era opcional, muchos podían irse por su lado.

Al llegar, Stave quedó impresionado por la gran parcela, por un lado había una piscina y al oeste un lago, o eso es lo que podía ver del mapa, Outer había dicho que estarían apartados pues tenía en su mochila la comida, eso alivió bastante a Stave, lo que menos quería era conocer más gente y tener que pasar todo el día con ellas, estaba más a gusto con Outer y su hija.

Con las mochilas puestas en sus espaldas, caminaron hasta un lugar apartado, según Outer era el lugar favorito de los dos, pues había una sorpresa que después mostrarían, cerca comenzaba un pequeño cerro, uno en donde Stella subía de vez en cuando para rodar por el pasto, tristemente Stave no pudo acompañarle, pues Outer pudo saber que estaba algo adolorido y con dolor de cabeza, así que se quedaron en la mesa de picnic viendo cómo se tiraba la menor.

— ¿Qué trajiste en tu mochila? —Preguntó el mayor mientras sacaba los platos para poder almorzar, aunque se detuvo cuando Stella llegaba riendo abrazándolo, tuvo que quitarle algo de pasto que había quedado entre su ropa, produciéndole cosquillas.

— Solo un abrigo, y había pensado un poco en Stella así que intenté hacer algo por ella.

— ¡Papas fritas! —Chilló cuando vio como Stave sacaba de su mochila un contenedor con la comida que había señalado, solo pudo acercarse y también abrazarle— ¡Gracias gracias gracias!

— Te las debía desde el primer día ¿no?

— ¡Eres el mejor!

Stave rió enternecido, había valido la pena haberse quemado intentando cocinar, dejó el pote en la mesa para que Outer vertiera lo correspondiente, ya habían concordado qué tipo de comida hacer para que el de pecas pudiera comer sin problemas, sería un buen día.

Dulce Estrella | OuterStaveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora