Estaba bastante agotado, los días anteriores había seguido con sus trámites además de los turnos extras que había hecho, sus horas de sueño eran cada vez más mínimas, y a veces por ello siempre tenía pequeño lapsus de tiempo donde veía la nada, quedándose en el espacio, aquel día había decidido descansar, así siempre le habían aconsejado para no sobreexplotarse y no desmayarse en medio trabajo, tenía que conservar su salud, sumamente importante.
Llevó sus manos al pequeño mueble pegado a la pared, el silencio le estaba perturbando un poco, le hacía recordar lo vacío y solitario que era su hogar, solemne sin ningún alma aparte de la suya, podía ser que el ruido excesivo no era de su gusto, pero tampoco era divertido no tener algo que lo distrajera, el ambiente solo provocaba que le diera ganas de llorar, mirar cada detalle del inmobiliario, y cada foto que tenía en los pequeños marcos, ver lo que antes fue un pasado perfecto, tan ameno, a gusto con risas por donde quiera que vea.
Las lágrimas se colaron en sus cuencas con lentitud, primero hasta llegar a un límite para que gruesas gotas bajaran por sus mejillas y caer al abismo de su mentón, suprimiendo su respiración hasta que su garganta no pudiera más y dejar escapar un sollozo, bajo, tímido, no importaba si estaba solo, pues sus llantos no servían, no ayudaban, ya había estado tiempo así.
El ruido de la puerta interrumpió todo rastro de un entorno depresivo, asustando al joven de pecas casi soltando el marco, con sus reflejos pudo atraparlo antes que cayera al suelo, y suspirando aliviado se arregló la ropa, no sabía quién era, las únicas veces que la puerta sonaba era por vendedores ambulantes, y ya no tenía la edad de sus ilusiones de que otra persona aparecería con sus problemas resueltos.
Se acercó a la puerta y miró por el lente quien era, se alejó al instante al no creerse lo que acababa de ver. Quitó el seguro despacio hasta poder encontrarse con la pequeña de pecas similares a las suyas, le esbozó una confusa sonrisa, no tenía ni la menor idea de cómo había conseguido su dirección, estaba teniendo algo de temor por lo medio acosado que se sentía.
— ¿Stella? ¿Cómo llegaste acá...?
— Venía de la escuela cuando te vi pasar y entrar, hace unos días la verdad. ¡Pero no creí que vivías acá! De hecho venía a preguntar por ti. —Sonrió con inocencia— ¡Hola, Stave!
— Eso es... Perturbador. —Confesó, pero la menor no se había inmutado, solo rió— Si me buscabas, es porque quieres algo, ¿No?
— ¡Sí! Por favor, es muy importante.
— Qué podría ser. —Miró sobre su hombro su hogar, con la ausencia de vida no había desorden, torció el morro al tener una idea— ¿Quieres entrar...? Te veo cansada.
Las cuencas de la menor se agrandaron como platos ante su propuesta, hasta sus cuencas parecieron brillar, lo único que persistía en su mente era la idea de que iba a entrar a la casa de Stave, era como un logro desbloqueado, asintió muchas veces con la cabeza.
— ¡Sí, por favor! He corrido desde la escuela.
Stave rió divertido de cómo había reaccionado, terminó dando un paso a un lado para dejarla pasar, Stella musitó un "con permiso" antes de limpiar sus pies en la alfombra y avanzar poco a poco, pese a tener una gran energía con el de pecas, seguía siendo algo cohibida en su aspecto social, entrar a una casa ajena solo había sido posible por los pocos trabajos grupales que tenía que hacer por obligación en más de par, los demás los había hecho solo con cierta ayuda de su padre cuando no sabía qué hacer, ahora estar en casa ajena le daba algo de timidez, esperando cualquier orden que le diera el adulto que tenía.
— Puedes sentarte en el sofá. —Por su lado, Stave estaba inseguro de qué hacer, había tenido momentos a solas con Stella como el primer día que se habían visto, cuando solo eran desconocidos, pero estaba teniendo la idea de que ahora tenía que dejar ver más secretos con solo ver su hogar, era imposible que consiguiera una casa de esa magnitud así como así— ¿Quieres algo para tomar? Tengo... Bueno, tengo agua. Y eso.
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Dulce Estrella | OuterStave
Fanfiction× OuterStave × × Capítulos medios × Outer ha tenido una vida difícil, quedando sin nada más que su querida hija, tras una ruptura que fue capaz de marcar su alma dejándolo angustiado no importaba si había conseguido levantarse de la caída, todo es d...