Capítulo 17

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Se notaban los nervios desde lejos, así se veía Outer intentando contener el pulso reiterado de su pie al suelo incluso en el ascensor, la idea de conocer al hermano mayor de su querido amigo lo dejaba en ese estado donde la impresión importaba, al principio había estado peor, pero Stave se encargó de calmarlo contándole algunos momentos familiares con Blard, dando la expectativa que era un buen esqueleto y no congelaba con la mirada, a menos si estaba molesto.

Eso no tranquilizó a Outer.

— Eh, si tuvieras uñas no las tendrías por tanto morderte los dedos.

Ambos caminaron por el pasillo que iba directo a la habitación donde estaba su familiar junto a otras camillas, habían estado unos minutos en la sala de espera por su número y ahora todo estaba listo para estar un tiempo con el paciente. Stave tenía sus manos tras su espalda, disfrutaba el pánico de su acompañante y no se esforzaba en ocultarlo.

— Si te presentara a mi familia, ¿No estarías igual?

— Ya conozco a tu hija, y no temblaba a cántaros.

Stave se rió, y Outer no tardó en proseguir la risa, tampoco tenía que presentarle a alguien más, su hijita era su única familia que tenía a su lado, contacto con los demás no tenía en absoluto.

Se detuvieron breves segundos para Stave entrar primero, dejando atrás al mayor, quien se quedó en el umbral viendo la sala que no era tan grande, habían tres pares de camillas pero solo tres eran ocupadas, vio al de pecas caminar hasta el fondo, no podía ver muy bien a quién se dirigía pues las cortinas blancas cortaban el contacto con las otras camas, tenía que tener valor y acercarse, y así lo hizo.

Vio a un esqueleto con la prenda normal de un hospital, su rostro era lo que lo caracterizaba, un vivo retrato de alguien que incluso parecía mayor que él, sus cuencas cansadas y dos lunares bajo el ojo izquierdo, sonreía contemplando lo que producía su misteriosa enfermedad, pero parecía vivo por más que estuviera en esas condiciones, saludando con un abrazo al de pecas.

— Tú debes ser Outer, por fin nos conocemos. —Saludó extendiendo su mano hasta el susodicho, Outer tragó saliva pero correspondió el gesto, estrechando sus falanges.

— Usted es Blard... Un gusto conocerle también.

— No me trates de Usted, dime Blard solamente.

— ¿Qué te llamen "Blard solamente"? —Comentó Stave, sentándose en un banquito.

— Blard solamente, claro. —Se encogió de hombros sonriente, Outer estaba sin muchos temas que hacer, la figura que estaba en su mente gracias a la vida contada por parte de Stave hacía que sea similar al real, pero no era motivo para dejar de estar algo tenso, dejó escapar un suspiro.

— Realmente agradezco que hayas aceptado venir.

— Hubiera querido o no, soy el rehén de Stave.

— ¿Cuándo te di el permiso de que tengas esclavos, hermanito?

— ¡Soy todo un adulto! Lo hago cuando quiero.

— Pero es ilegal tener esclavos. —Respondió Outer, a lo que Stave carraspeó con soberbia.

— Por eso eres mi rehén.

Blard rió, aunque pronto tosió, la sonrisa de Stave se desvaneció con prisa, tomando de la mesa que estaba al lado un jarabe. Outer estático miró lo que hacía, preocupado. El menor le dio el jarabe, y el mayor no rechistó, se dejó mientras dejaba de estar sentado para recostarse.

— Supongo que mi momento de salud se acabó.

— No digas eso, Blard. —Se quejó Stave volviéndose a sentar, Outer tomó su hombro otra vez para lograr calmarlo, estaba ajeno a lo que ocurría, haciéndolo sentir impotente por la situación— Solo tienes que dormir. ¿Es que acaso sigues hablando con el guardia de noche?

— Un poco de diversión debo tener, ¿No?

— Ligando incluso enfermo, dios, hermano.

— No puedo evitarlo, es raro que un guardia lleve bufanda roja.

Outer apreció como ambos a pesar de lo recién sucedido pudieran apoyarse mutuamente y sonreír como si nada, era una linda relación fraternal, aun así, sentía algo en el aire, a lo que decidió disfrutar lo que podía de la sonrisa del de pecas, una que pocas veces podía mirar.

La conversación siguió por parte de los tres, Outer cada vez estaba más relajado y se unía al par de hermanos, sabiendo ahora que Stave siempre iba a visitarlo y varias cosas que no sabía, conocía más del menor, se sentía más cercano a él. Aquello le hizo pensar en todo lo que iban avanzando en la relación de ambos, su comienzo de casualidades en ese mismo hospital para después una ruptura que le había dejado consternado queriendo remediarlo, hasta poder renovar su amistad, pero ahora que lo pensaba, no solo por él mismo había logrado llegar hasta ahí, sino por su pequeña hija Stella, si no fuera por ella no hablaría del mismo modo con Stave, quizás no saldrían, hasta incluso no lo estaría mirando del mismo modo, queriendo ver sus sonrisas, encontrar sus inseguridades cada vez que hablaba. Hallar el dolor que lo atormentaba y lo dejaba así. Y ahí estaba, su hermano mayor estaba ahí tendido en la cama por mucho tiempo, y el dinero que conseguía Stave era para él, ¿Por eso era vegano? ¿Porque acaso no comía? Por eso se enfermaba bastante seguido.

Tras media hora de charla, la hora de visitas se había acabado, Stave abrazó una última vez a Blard antes de levantarse, el mayor le susurró algo a su oído y por eso dijo que esperaría afuera, dejando a Outer y a Blard relativamente solos.

— Outer. Es tiempo de hablarte con sinceridad. —Se sentó en su camilla haciendo algo de fuerza, el contrario tensó sus manos temiendo en el peso de esas palabras— ¿Stave te ha contado lo que tengo?

— No... Pero dice que no es terminal.

— No, no lo es si es cuidada. —Sus pupilas no se desviaron ni un minuto del menor, a pesar de su expresión tranquila, había dolor, cansancio, angustia— Sin embargo, este hospital no cuenta con los especialistas, y el dinero de mi hermano no es suficiente para trasladarme y solo pueden mantenerme.

— Yo podría...

— No, no te estoy pidiendo eso. —Sonrió tras reír bajo, confundiendo mucho más a Outer— Te pido que... Cuides mucho a Stave, se está esforzando mucho pero temo que el tiempo ya ha llegado a su límite para mí, y si no fuera por ti, no existiría ese brillo en sus cuencas cada vez que me contaba sus momentos contigo...

— ¿Vas a...?

Su voz no pudo seguir emitiéndose, pero fue entendible para que Blard asintiera con un profundo suspiro. Outer sintió un golpe en su alma, si llegara a morir, no sabría lo que pasaría con Stave y su reacción, había estado meses torturándose por su trabajo en exceso, privándose de todo para mantener a salvo a su hermano y que todo ese esfuerzo fuera en vano... Podía hasta él mismo sentir su posible dolor.

— No lo sé realmente, pero es lo más probable, por favor, no se lo digas a Stave, le dolería bastante.

— ¿Tu enfermedad es hereditaria?

— ¿Hablas si Stave también lo padece? —Negó con la cabeza— No, descuida, solo soy yo el desafortunado. Él se enferma fácilmente y más por lo mal que se cuida, por eso te pido que estés con él... Él no podría superar la pena solo, y sé que contigo ha podido ser feliz a pesar de mi estado.

— Lo haré, estaré con él.

Sus palabras casi salieron solas, pero estaba seguro que haría ese favor, por Stave, quería protegerlo. Le sonrió, para despedirse nuevamente con la mano y así alcanzar al joven chico que tantos pensamientos le traía.

— ¿Qué te dijo?

Ya en la salida había preguntado eso, Outer estaba muy callado pensando en todo lo que escuchó, mirando al ser hablado al contrario, su mirada estaba ilusa de lo que podría pasar en el futuro, o quizás lo sabía pero no quería aceptarlo, apretó los labios y abrazó al menor, Stave confundido tardó en corresponder, extrañado le palmeó la espalda.

— Okey... ¿Qué te picó?

— Nada. —Dijo bajo— Solo me dijo que comieras los vegetales.

— Pff. ¿Y qué más voy a comer? Soy vegano y todo un adulto.

— Solo es temor de hermano mayor. Aprécialo.

— Lo hago.

Dulce Estrella | OuterStaveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora