Capitulo 40

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Nota al final.


Una semana.

Había pasado una sola semana desde la conversación que tuvimos.

Faltaba solo una semana para el aniversario de mi madre.

Faltaba solo una semana para que llegara nuevamente a la depresión que me atormentaba cada año.

Cierro los ojos, doy un fuerte respiro y exhalo.

Lo intento una vez más, trato de controlar la opresión que se crean en mi pecho. Aprieto los ojos para contener las lágrimas que posiblemente caerán si los abro. Me olvido por un momento del lugar en el que estoy, agudizó el oído hasta escuchar solamente las olas romperse en la orilla de la playa, siento en la cara la suave brisa que entra por el pequeño orificio de la gran ventana.

Abro los ojos al sentir la mirada de alguien sobre mi espalda.

- Papá, ¿no dijiste que me dejarías dormir hasta tarde? -pregunto mientras miro la cortina lateral izquierda elevarse solo un poco por la suave brisa.

- No recuerdo haber dicho eso.

Claramente esa no era la voz de mi papá. Giro el cuello tan rápido que es un milagro y no lo haya torcido.

Su sonrisa es lo primero que observo. Esta recargado contra la pared, con las manos dentro de los pantalones, viste una chaqueta color militar a pesar de que estamos en verano, pero eso no importa porque el color solo realza el tono de su tez.

- ¿Qué haces aquí? -pregunto asombrada, me siento para poder verle mejor.

- Me gustaría invitarte a desayunar, pero veo que sigues en la cama.

Sonrió.

- Gracias por la invitación James, pero no quiero salir.

- En ese caso...-gira y desaparece de mi vista. Después de unos segundos escucho como baja las escaleras. Así que me acuesto, me arropo con la sabana hasta el cuello y miro la ventana como si fuera la obra más importante.

Bostezo, me acomodo mejor en la cama y cierro los ojos intentando dormir un poco más.

- ¡Hey hermosa no te duermas! -grito James al entrar a la habitación.

- ¿Qué quieres James? -tome la sabana y me arrope hasta cubrirme por completo.- Ya te dije que no quiero salir.

- Y lo escuche fuerte y claro. -escucho sus pasos por toda la habitación y al último siento sus manos sobre la sabana hasta tirar hacia abajo.- Es por eso que te traje el desayuno hasta aquí.

Mi mirada se encuentra con la suya y una leve sonrisa aparece en los rostros de ambos.

- Gracias. -le agradezco. Mientras nuestras miradas siguen conectadas, al parecer se da cuenta de eso, se aleja un poco y me siento para tener una vista mejor.

- Te traje esto. -camina hasta la esquina del cuarto, regresa con una charola en sus manos. En ella hay hot cakes, una taza de café, un vaso de jugo, un pequeño tazón de fruta picada y una rosa roja.- Espero y te guste, le pedí a tu papá un rato la cocina.

La sonrisa que se plantó en mi cara fue deslumbrante, apreciaba tanto el gesto.

- Gracias James, en serio gracias. -respondí mientras el desprendía las patas de la bandeja y la dejaba sobre mí, encerrando mis piernas. De lejos se venía genial, pero tenerlo cerca era sumamente maravilloso, incluso estaba para una foto. Él imita mi postura, se sienta a mi lado recostando la espalda sobre la cabecera descansando sus piernas en la cama. Nuestros hombros casi chocan por la cercanía, mi cuerpo lo agradece, siento que su sola presencia me llena de tranquilidad.

Lo odio.

Odio sentirme bien, pero odio más tener que sentirme tranquila solo con él.

- No tienes nada que agradecer belleza, pero primero come, quizás ni te guste.

- Lo dudo mucho. -tome un pedazo de hot cake, lo lleve a mi boca y rayos.- ¡Hum! -delicioso.- ¿En serio lo hiciste tú?

- Totalmente, sé que te gusta el chocolate así que lo combine con los frutos rojos. ¿En serio están ricos?

- Por supuesto que sí. -llevo otro bocado a la boca, y la sensación que hay en mi boca es sumamente deliciosa y mi paladar lo disfruta. Suelto un suspiro que se puede mal interpretar sin embargo la mezcla de sabores es sumamente exquisito.

- ¿Cómo estás?

Su sola pregunta causo estragos en mí. Claramente no estaba bien, pero tampoco estaba mal, todavía. Podía elegir la respuesta fácil.

- La verdad no lo sé.- respondo con total sinceridad, llevo el vaso a de jugo a mis labios que lo reciben con mucho gusto.

- Sé que no es el momento por tu estado de ánimo, sin embargo tengo que decir que estoy aquí para ti, no me canso de pedirte perdón, me arrepiento tanto de haber hecho esa apuesta tan absurda, de no haberte defendido en la escuela, de haber dejado ir a la mejor chica que pude tener, sé que tienes heridas incluso lo supe antes de que pasara lo que paso y no hice nada para que no salieras más lastimada. Soy un completo estúpido, pero estoy dispuesto a estar aquí el tiempo que creas necesario.

>> Lo que dije en las cartas es cierto, no correré el riesgo de perderte hermosa, no otra vez, sé que desconfías de mí y estas en todo tu derecho pero ahora formalmente te pido una oportunidad. –sus ojos estaban puestos en mí, con esa mirada tan intensa que te transmite hasta el número de pulsaciones que tiene su corazón cada minuto.- No mal intérpretes, no te estoy pidiendo que seas mi novia otra vez, todo lo contrario quiero una oportunidad para poder conquistarte, así puedo demostrarte mis demonios y si algún día crees conveniente mostrarme los tuyos. Pero si crees que no lo merezco, con todo el dolor de mi corazón tendré que conformarme con solo ser tu amigo.

Silencio.

Me quedo muda ante su confesión, suspiro, todos merecen una segunda oportunidad y la conversación que tuve recientemente con mi padre demostraba eso, yo tuve una segunda oportunidad.

- Está bien. –respondo, con una leve sonrisa tirando de mis labios.

- ¿Qué dijiste?

- Dije está bien.

- Muchas gracias hermosa, de verdad no te vas a arrepentir.

- Espero no. –respondo con calma.

- ¿Quieres salir? –pregunta, yo niego, él sonríe.- Esperaba escuchar eso, así que pase a comprar películas, las deje abajo, voy por ellas.

¿Comprar películas? Estamos en el siglo XVI y él aun compra películas. La lengua me pica pero esta vez la curiosidad no le gana a la razón.

Se levanta, me da un beso en la frente y sale. Gesto que me sorprende demasiado. Cualquiera diría que somos novios. Regresa, pone el disco en la laptop mientras con un cable HDMI conecta a la televisión. Prepara palomitas y se recuesta en la cama.

Después de minutos la postura en la que estaba me cansa y me veo en la obligación de recostarme a su lado. Acto que logra sacarle una sonrisa, horas después el sueño comienza a ganarme y haciendo caso a mi subconsciente me acerco hasta James, paso un brazo por su pecho, mi pierna sobre las suyas y acerco mi cabeza a su pecho. Él corresponde pasando un brazo sobre mis hombros y el otro por mi cintura acercándome más a él. 


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¡Hola! Ya les traigo capitulo nuevo, recuerden que ya estamos en la recta final. Los quiero mucho gracias por su apoyo y por estar conmigo desde el inicio. Tengo una novela nueva por si gustan pasar a leerla se llama "La sangre llama" es de vampiros. James tiene un papel fundamental ahí, espero y le den la oportunidad, le estoy poniendo demasiado empeño. Voten y comenten si les esta gustando, los quiero mucho y gracias por su apoyo. 

- Agosto 14, 2018.

No estoy dispuesto a perderte una vez más. -James Maslow.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora