Capitulo 30

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El sonido de la puerta me obliga de despejar la vista del monitor. Intento no hacer caso pero nuevamente vuelven a tocar. 

- ¡Voy!

Ni siquiera me molesto en preguntar de quien se trata, tomo el pomo y termino abriendo.

Nadie. 

Salgo del umbral e intento caminar pero tropiezo con algo y termino cayendo por los dos escalones.

- ¡Rayos! -comento mientras intento levantarme. Regreso a ver el objeto responsable de mi caída, estoy tan segura que mis ojos se nublaron.

Una pequeña canasta con flores se encontraba sobre el escalón. Camino hasta tomar la nota:

Una pequeña muestra de mi amor. 

-James

- Idiota.-exclame mientras tomaba la canasta y las dejaba aun lado de la puerta. Entre a la casa y me recosté sobre el sofá.

El timbre de la puerta se escucha, sin embargo sigo acostada. 

Vuelve a sonar y sigo acostada. Un bufido brota de mi labios al escuchar por tercera vez el timbre.

- Voy.-contesto antes de pararme y caminar hasta la puerta.

Al abrir lo primero que escucho es el reproche de Kendall.

- ¿Por que tienes estas rosas aquí?

- Las mando James.

- Ah, ¿hoy que tenemos planeado señorita lastimada? -hizo caso omiso a las rosas y cerro la puerta, unió sus pasos a los míos hasta sentarnos en el sofá. 

- Podemos seguir con las clases de surf, después comemos y al ultimo podemos ir al cine.

- Me gusta la idea, ve por tus cosas.

Termine de hacer una pequeña maleta y baje. Kendall estaba aun lado de la puerta mirando hacia afuera. 

Mal presentimiento.

Suelto la mochila, y corro todo el pasillo hasta la puerta. Kendall me daba la espalda mientras le gritaba al pobre castaño que solo lo miraba, ignoraba y escaneaba la parte interna de la casa, sus ojos fueron iluminados al verme en el pomo de la puerta. Pero, no fue el único en verme, Kendall también lo hizo y giro.

- Tn_.-James fue el primero en hablar. Su mirada estaba en mi y viceversa.

- Hola, James -comente. Kendall también me veía, solo que el me estaba comiendo con lo ojos, pero no me comía con amor o cuando ven a alguien muy guapa o guapo, él me miraba con confusión y posible enojo. Pero porque no estarlo, me contó como supuesta mente su ex novia lo engaño con James, su mejor amigo. Y estoy yo aquí, dirigiéndole la palabra. 

- ¿Recibiste mis flores? -su entusiasmo quemo mi conciencia, estaba tan eufórico que incluso lo confundías con un niño escuchando el cuento de Santa Claus. Y su voz, o cielos, su voz causo ternura y sin duda encendió mi remordimiento.

- Están aun lado de la puerta, fíjate. -el comentario y tono de voz que uso Kendall, me causo furia. 

James hizo caso y todo su semblante cambio. 

- ¿Por que están ahí? -su voz dependía de un hilo. Sentí una espina en el pecho, sentí algo más que culpa. 

- Por que ella no... -interrumpí a Kendall antes que dijera otro mal comentario.

No estoy dispuesto a perderte una vez más. -James Maslow.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora